Shewatsel, Leh, Ladakh, India - Esta mañana, Su Santidad el Dalái Lama condujo desde su residencia en Shewatsel Phodrang hasta el templo de Kalachakra, en el extremo más alejado del terreno de enseñanzas. Dentro, un grupo de monjes de varios monasterios locales, entre ellos Samten Ling, Spituk, Rizong, Likir y Zanskar, que han formado un grupo de práctica de Kalachakra, estaban realizando un ritual de Kalachakra. Una antigua pintura thangka de Kalachakra colgaba de la pared ante ellos y un mandala pintado había sido colocado en el pabellón de mandalas. Su Santidad saludó a estas imágenes y a la estatua de Buda antes de tomar asiento con los monjes y sumarse a su recitación.
A continuación, se dirigió a los 70 delegados que asistieron a la recién concluida Reunión Anual del Cuerpo General de U-tsang aquí en Leh, y que estaban sentados en la veranda del templo. Hojeó su informe escrito mientras se recitaban oraciones y comenzó su discurso:
«Los tibetanos de las Tres Provincias del Tíbet hemos estado unidos desde la época de los grandes reyes religiosos. El rey Songtsen Gampo se casó con una princesa china y, sin embargo, cuando decidió crear una forma tibetana de escritura, optó por tomar como modelo el alfabeto indio. Era alguien con visión de futuro y un fuerte espíritu tibetano.
»En tiempos del rey Trisong Detsen, por consejo de Shantarakshita, se inició un proyecto para traducir la literatura budista india al tibetano. De ahí surgieron los más de 300 volúmenes del Kangyur y el Tengyur que tenemos hoy en día.
»Shantarakshita estableció la gloriosa tradición de Nalanda en el Tíbet y la hemos mantenido viva desde entonces. La hemos conservado bien. Cuando se trata de explicar las ideas psicológicas y filosóficas que presenta la tradición, el tibetano es la lengua capaz de hacerlo con mayor precisión. Siguiendo a los maestros y reyes del pasado, hemos mantenido viva la tradición estudiando, reflexionando y meditando sobre el contenido de los tratados clásicos. Comenzamos con las asignaturas Catálogo de temas para debate y Teoría de mentes, cuyos libros de texto memoricé de pequeño.
»También tengo un vívido recuerdo de mi visita al monasterio de Kumbum, cerca de mi lugar de nacimiento, cuando era muy pequeño. Observaba a los jóvenes monjes haciendo postraciones y recitando el mantra Om ara patsa nadhi y quería copiarlos.
»Como resultado del estudio profundo y extenso de los tratados clásicos hubo muchos grandes eruditos con realizaciones espirituales en Amdo, Do-tö y el Tíbet central.
»Más recientemente hemos vivido tiempos difíciles, pero los tibetanos del Tíbet tienen un fuerte espíritu de resistencia. Han trabajado duro para mantener vivas nuestra lengua y nuestra cultura. Es más, hoy en día hay cada vez más chinos que se interesan por el budismo en general y por el budismo tibetano en particular. Los estudiantes de la Universidad de Lanzhou me dijeron que puede que los chinos nos gobiernen ahora, pero a largo plazo nosotros les enseñaremos a ellos. Los comunistas chinos solían llamarme de todo, pero últimamente parece que han dejado de hacerlo».
Su Santidad observó que el budismo tibetano es compatible con la ciencia porque se basa en la lógica y la razón, así como en el proceso de estudio, reflexión y meditación. Señaló que un número creciente de personas en China y Occidente prestan atención a esta tradición sin comprometerse necesariamente de forma religiosa. Dijo que esto le recuerda lo que Lama Tsongkhapa escribió al final de su Gran tratado sobre las etapas del camino hacia la iluminación.
Donde no hayan llegado las enseñanzas más preciosas
o allí donde, tras llegar, hayan declinado,
que con gran compasión y una mente fervorosa,
revele este tesoro de felicidad y ayuda.
Señaló que en el pasado el budismo tibetano sólo se conocía por su nombre, pero ahora la gente en general tiene una comprensión mucho más amplia del mismo a medida que las personas cultas y los científicos se interesan por él.
«El budismo tibetano deriva de la tradición de Nalanda —continuó Su Santidad—, y de los escritos de Nagaryuna, Chandrakirti, Dharmakirti y Dignaga. Hemos desarrollado una cultura que tiene una beneficiosa contribución que hacer al mundo. Por razones como ésta podemos estar orgullosos de ser tibetanos.
»Hoy en día mucha gente habla de la paz mundial, pero sólo se conseguirá si somos cada vez más los que albergamos amor y compasión en el corazón. La paz mundial tiene sus raíces en la paz mental. Con el nombre de Dalái Lama he estado en muchos lugares diferentes y he llegado a la conclusión de que podemos estar orgullosos de nuestras tradiciones culturales. Su esencia es que lograr la paz mundial depende de alcanzar la paz interior.
»Todos ustedes deben sentirse tranquilos. Tengo casi 90 años, pero me siento en forma y mis médicos lo confirman. Las indicaciones de mis sueños y otras fuentes sugieren que viviré hasta más allá de los 110 años».
Primero los delegados de Utsang y después los monjes del grupo Kalachakra se reunieron en torno a Su Santidad para fotografiarse con él.
Desde Shewatsel, Su Santidad condujo con paso firme hasta el pueblo de Stok y la colosal estatua dorada de Buda que allí se encuentra. La carretera estaba bordeada por lugareños vestidos con sus mejores ropas, con flores y pañuelos de seda en las manos y sonrisas en los rostros. Algunos de ellos habían traído macetas con geranios y otras flores para decorar el borde de la carretera.
Su Santidad se protegió de la feroz luz del sol con un ornamental parasol amarillo de seda. Entró en el templo bajo la gran estatua donde presentó sus respetos y encendió una vela de mantequilla. A continuación, lanzó flores al aire en señal de auspiciosidad mientras rezaba oraciones para consagrar estatuas, rosarios y otros objetos que habían sido dispuestos para ser bendecidos.
Tras tomar asiento en una silla de la veranda del templo, Su Santidad se sumó a las oraciones que se estaban rezando. Un portavoz de los habitantes de Stok, Geshe Tsewang Dorje, anunció en primer lugar lo felices que estaban de saludarlo hoy. Le contó que desde 2016, cuando se construyó la gran estatua de Buda, todos los años leen juntos el Kangyur y el Tengyur. También han creado instalaciones donde pueden estudiar budismo y aprender tibetano juntos.
Las personas mayores que antes no podían hacerlo han aprendido a leer textos y oraciones. Hay clases donde la gente estudia budismo y ciencia. Los días 15 y 30 de cada mes lunar los aldeanos de Stok se reúnen para rezar por la larga vida de Su Santidad y de otros grandes seres.
Sin embargo, prosiguió el portavoz, no sólo rezan oraciones. También aprenden sobre las Etapas del camino (Lamrim) y el Entrenamiento de la mente (Lojong o lochong, como se pronuncia en español) de acuerdo con los consejos de Su Santidad. Terminó dando las gracias a Su Santidad por haber visitado hoy la estatua. Siguió una presentación de canciones y danzas en alabanza a Su Santidad con el acompañamiento de tambores y trompetas.
«Cuando estoy en Shewatsel Phodrang y miro hacia arriba y veo esta gran estatua a lo lejos —dijo Su Santidad a la multitud—, me dan ganas de venir a verla. Y hoy, aquí estamos.
»Entre los maestros fundadores de las grandes religiones del mundo, sólo Buda enseñó sobre la profunda enseñanza del surgimiento dependiente. Por lo que a mí respecta, entiendo que, al surgir de forma dependiente, las cosas están vacías de existencia inherente.
»Nos apegamos a unas cosas o sentimos aversión por ellas porque pensamos que existen de forma inherente u objetiva. Se nos aparecen de una determinada manera, que en realidad no es más que una ilusión.
»Nagaryuna escribió:
»Acabar con el karma y las aflicciones es la liberación,
el karma y las aflicciones provienen de los pensamientos
discursivos y estos de las elaboraciones mentales.
Estas se agotan a través de la vacuidad. 18.5
»El propósito de la meditación es reducir nuestras emociones nocivas y alcanzar la iluminación. Yo reflexiono sobre la vacuidad todo lo que puedo cada día. Sin embargo, pensar sólo en la propia liberación es estar estrechamente centrado en uno mismo. El modo de vida de los bodisatvas nos dice:
»Si no intercambio mi felicidad
por el sufrimiento de los demás,
no sólo no alcanzaré la budeidad,
tampoco en el samsara tendré felicidad. 8/131
»Todos deberíamos cultivar un corazón bondadoso y rehuir el egoísmo. Ya que somos iguales en el deseo de ser felices, deberíamos preocuparnos por la felicidad de todos.
»Aquí, en presencia de esta gran estatua de Buda que puede verse desde muy lejos, recordemos que debemos estar agradecidos a Buda por su bondad con nosotros, por sus enseñanzas.
»Los habitantes de Ladakh y de otras partes de las regiones del Himalaya son seguidores de Buda que confían especialmente en Avalokiteshvara, recitan manis y meditan en la bodichita, que aporta paz mental.
»Cuando me despierto cada mañana, genero bodichita y recito Om mani padme hum. Todo el mundo quiere ser feliz, pero hay gran cantidad de violencia y sufrimiento en el mundo. Cuando cada uno de nosotros encuentre la paz mental, podremos conseguir una paz generalizada.
»Las escrituras budistas enseñan sobre las vidas pasadas y futuras, no sólo sobre esta vida. Si tienen un buen corazón y confían en Avalokiteshvara, vivirán una vida pacífica y serán de beneficio para muchos seres.
»El budismo no consiste sólo en tener fe en el Buda, el Dharma y la Sangha. Se trata de transformar nuestras mentes. Esto es lo que enseñó el Buda. Respeto todas las religiones porque todas recomiendan tener un buen corazón. El budismo nos enseña a cultivarlo y practicarlo.
»El budismo no es sólo una cuestión de fe; implica explicaciones detalladas de ideas filosóficas. Por eso necesitamos estudiar, reflexionar sobre lo aprendido y meditar sobre ello hasta adquirir experiencia. Esto es lo que quería decirles».
En nombre de los habitantes de Stok, Geshe Tsewang Dorje dio las gracias a Su Santidad por realizar ésta, su segunda visita, a su pueblo. Repitió que los habitantes de Stok han estado estudiando y recitando manis juntos, tal y como Su Santidad les aconsejó. También rezan, dijo, para que Su Santidad visite Ladakh una y otra vez.
Desde la gran estatua de Buda sobre Stok, Su Santidad bajó hasta la residencia de la Stok Gyalmo, la antigua reina de Ladakh, donde ella y su nieto le habían invitado a tomar el té. Se había instalado una pequeña carpa cuadrada en el jardín para que se sentaran a la sombra y, mientras se servían té y refrescos, disfrutaron juntos de una ligera conversación.
Los miembros de la familia y otros simpatizantes, que habían estado sentados a ambos lados del camino, se apretujaron con la esperanza de estar más cerca de Su Santidad mientras caminaba hacia su coche. Él les sonrió y saludó a su vez. Desde Stok bajó en coche por Choshot Yakma, cruzó el puente sobre el Indo y regresó a Shewatsel Phodrang.