Su Santidad el Dalái lama nació el 6 de Julio de 1935 en el seno de una familia tibetana dedicada a la agricultura. Nació en una pequeña aldea en Taktser, en la provincia de Amdo. Se le dio el nombre de Lhamo Thondup que literalmente significa «deidad que satisface todos los deseos». Taktser, (el tigre que ruge) era una pequeña aldea situada en una colina dominando un gran valle. Debido a la inestabilidad del clima en esta zona, hacía mucho tiempo que no habían asentamientos y la tierra no se cultivaba de forma regular, solo los nómadas llevaban sus animales a estos pastos. En su autobiografía, Su Santidad dice: «Durante mi infancia, mi familia era una de las veinte familias que vivían precariamente de la tierra en Taktser».
Los padres de Su Santidad eran pequeños agricultores que cultivaban principalmente cebada, trigo sarraceno y patatas. Su padre era de mediana estatura y tenia mal genio. «Recuerdo que una vez le tiré del bigote y recibí una bofetada», recuerda Su Santidad. «Sin embargo también era un hombre bueno y no era rencoroso». Su Santidad recuerda a su madre como una de las personas más buenas que ha conocido. Tuvo dieciséis hijos de los cuales solo siete sobrevivieron.
Su Santidad tuvo una hermana mayor, Tsering Dolma, una hermana menor Jetsun Pema y cuatro hermanos que sobrevivieron a su infancia. Tsering Dolma, era la mayor de todos los hermanos. Cuando Su Santidad nació tenía dieciocho años y ayudaba a su madre en las labores del hogar e hizo de comadrona en el parto. «Cuando nací, mi hermana se dio cuenta de que uno de mis ojos no estaba bien abierto. Sin dudarlo puso su pulgar en el ojo que se resistía y logró abrirlo, afortunadamente sin ningún efecto adverso», narra Su Santidad. Sus tres hermanos mayores fueron Thubten Jigme Norbu —que fue reconocido como la reencarnación de un alto lama, Taktser Rinpoché—, Gyalo Thondup y Lobsang Samden. El hermano más pequeño, Tenzin Choegyal, también fue reconocido como la reencarnación de otro alto lama, Ngari Rinpoché.
«Por supuesto nadie pensaba que yo no iba a ser un bebé normal. Era casi impensable que hubiera más de un tulku (reencarnación) en la misma familia y desde luego mis padres no tenían ni idea de que yo sería proclamado Dalái Lama», escribe Su Santidad. En el momento del nacimiento de Su Santidad, se consideró auspiciosa la increíble recuperación del padre de Su Santidad de una grave enfermedad, pero no se le dio mayor importancia. «Yo mismo no tenía ningún indicio de lo que estaba por llegar. Mis recuerdos son muy normales». Su Santidad evoca sus primeros recuerdos y entre ellos recuerda observar a un grupo de niños peleándose y que él fue corriendo a unirse a los más débiles.
«Una cosa que recuerdo que me gustaba mucho cuando era pequeño era ir al gallinero a recoger huevos con mi madre y quedarme allí. Me gustaba sentarme en los nidos de las gallinas e imitar su cacareo. Otro pasatiempo favorito de niño era empaquetar cosas en una bolsa como si estuviera a punto de emprender un largo viaje. Decía: me voy a Lhasa, me voy a Lhasa. Esto, junto con mi insistencia en que se me permitiera presidir la mesa, fue considerado más tarde como un signo de que yo debía saber que estaba destinado para grandes cosas».
Su Santidad está considerado como la reencarnación de cada uno de los trece anteriores Dalái Lamas del Tíbet (el primer nació en 1391), que a su vez están considerados como manifestaciones de Avalokiteshvara, o Chenrezig, el Bodhisattva de la Compasión, el poseedor del Loto Blanco. Por consiguiente se cree también que Su Santidad es una manifestación de Chenrezig, de hecho es el número setenta y cuatro de un linaje que tiene su origen en un niño Brahmán que vivió en tiempos de Buda Shakyamuni. «A menudo me preguntan si realmente lo creo. La respuesta no es sencilla, pero a mis cincuenta y seis años, considerando mi experiencia durante esta vida y mis creencias budistas, no veo difícil aceptar que estoy conectado espiritualmente a los trece anteriores Dalái Lamas, a Chenrezig y al Buda mismo».
Descubrimiento del Dalái Lama
Cuando Lhamo Thondup tenía dos años, llegó al monasterio de Kumbum un grupo de búsqueda que el gobierno tibetano había enviado para localizar a la nueva encarnación del Dalái Lama. Llegaron allí guiados por diversas señales. Una de estas señales provenía del cuerpo embalsamado de su predecesor, Thupten Gyatso, el XII Dalái Lama, que murió en 1933 a los 57 años de edad. Durante su vela se descubrió que su cabeza, que estaba mirando hacia el sur, se había girado hacia el noreste. Poco tiempo después de esto el regente, un lama de alto rango, tuvo una visión. En las aguas del lago sagrado Lhamo Lhatso, al sur del Tíbet, vio claramente las letras tibetanas Ah, Ka y Ma flotando. A esta visión le siguió la imagen de un monasterio de tres pisos con un techo turquesa y dorado y un camino que iba desde el monasterio hacia una colina. Finalmente vio una pequeña casa con unas canaletas de aguas muy peculiares. Estaba seguro de que la letra Ah se refería a Amdo, la provincia al noreste del Tíbet, así que allí envió al grupo de búsqueda.
Cuando los miembros del grupo de búsqueda llegaron a Kumbum sintieron que iban por buen camino. Parecía probable que si la letra Ah se refería a Amdo, la Ka debería indicar el monasterio de Kumbum, que realmente tenía tres pisos y un techo turquesa. Solo tenían que localizar la colina y la casa con unas gárgolas peculiares. Así pues empezaron a buscar en los pueblos cercanos. Cuando vieron las retorcidas ramas de enebro en el tejado de la casa de los padres de Su Santidad, tuvieron la certeza de que el nuevo Dalái Lama no se encontraría muy lejos de allí. Sin embargo, en lugar de revelar el propósito de su viaje, el grupo solo pidió pasar la noche. El líder del grupo, Kewtsang Rimpoché, disfrazado de sirviente, pasó casi toda la velada observando y jugando con el niño más pequeño de la casa.
El niño le reconoció y le llamó «Sera lama, Sera lama». Sera era el monasterio de Kewtsang Rimpoché. Partieron al día siguiente para regresar unos días más tarde como delegación oficial. Esta vez llevaron consigo algunos objetos que pertenecieron del XIII Dalái Lama junto con otros similares pero que no le pertenecieron. En todos los casos el niño identificó correctamente los objetos que pertenecieron al XIII Dalái Lama, diciendo: «Es mío, es mío». Esto acabó de convencer al grupo de búsqueda de que habían encontrado a la nueva encarnación. No pasó mucho tiempo hasta que el niño de Taktser fue reconocido como el nuevo Dalái Lama.
El niño Lhamo Thondup fue conducido al monasterio de Kumbum. «Allí empezó un período un poco triste de mi vida», escribiría más tarde el Dalái Lama reflexionando sobre la separación de sus padres y del lugar que le era familiar. Sin embargo, tuvo algún consuelo en su vida en el monasterio. Primero, el hermano mayor de Su Santidad, Lobsang Samden, estaba allí y segundo, su maestro era un viejo monje muy cariñoso que a menudo sentaba a su joven discípulo dentro de su hábito.
Lhamo Thondup finalmente se reunió con sus padres y juntos viajaron hacia Lhasa. Sin embargo, esto no sucedió hasta al cabo de unos dieciocho meses, ya que Ma Bufeng, el jefe militar chino musulmán, se negó a dejar viajar a Lhasa al niño reencarnado hasta que no se le pagó una gran suma de dinero. El verano de 1939 salió por fin hacia la capital, Lhasa, un gran grupo formado por sus padres, su hermano Lobsang Samden, miembros del grupo de búsqueda y otros peregrinos.
El viaje hasta Lhasa duró tres meses. «Recuerdo pocos detalles, aparte de una gran sensación de maravillarme de todo lo que veía: las grandes manadas de drong (yaks salvajes) paciendo en los valles, los pequeños grupos de kyang (asnos salvajes) y a veces una manada de gowa y nawa (pequeños ciervos), tan ligeros y rápidos que podrían haber sido fantasmas. También me gustaban mucho las enormes bandadas de gansos que pasaban graznando de vez en cuando».
El grupo de Lhamo Thondrup fue recibido por oficiales de alto rango del gobierno y escoltado hasta el valle de Doeguthang, a dos millas de las puertas de la capital. Al día siguiente, se llevó a cabo una ceremonia en la cual se otorgó a Lhamo Thondup el liderazgo espiritual de su pueblo y seguidamente fue conducido junto con Lobsang Samdem a Norbulingka, el palacio de verano de Su Santidad, que está en la parte oeste de Lhasa.
Durante el invierno de 1940, Lhamo Thondup fue conducido al palacio del Potala en donde se instaló oficialmente como líder espiritual del Tíbet. Al poco tiempo, el recién reconocido Dalái Lama fue llevado al templo Jokhang, en donde fue admitido como monje novicio en una ceremonia conocida como taphue, que significa el corte de pelo. «Desde aquel momento iba a tener la cabeza rapada e iría vestido con los hábitos de los monjes». Según una vieja costumbre, Su Santidad renunció a su nombre Lhamo Thondup y adoptó un nuevo nombre, Jampel Ngawang Lobsang Yeshe Tenzin Gyatso.
Su Santidad empezó entonces a recibir su educación primaria. El curriculum consistía en cinco materias mayores y cinco menores. Las materias mayores eran lógica, arte y cultura tibetana, sánscrito, medicina y filosofía budista, que además ésta se dividía en otras cinco categorías: Prajnaparimita, la perfección de la sabiduría; Madhyamika, la filosofía del camino medio; Vinaya, el canon de la disciplina monástica; Abidharma, metafísica; y Pramana, lógica y epistemología. Las materias menores eran poesía, música y arte dramático, astrología, composición y expresión y sinónimos.
El Dalái Lama en su juventud
Un día durante el verano de 1950, antes del festival de ópera, Su Santidad acababa de salir del cuarto de baño en Norbulingka, cuando sintió que la tierra se empezaba a mover bajo sus pies. Cuando los efectos de este fenómeno natural empezaron a remitir, la gente empezó a decir que había sido más que un terremoto, que era un presagio.
Dos días más tarde, el regente Tatra recibió un telegrama del gobernador de Kham, que residía en Chamdo, en el que informaba de un ataque perpetrado por soldados chinos a un puesto tibetano. Durante el anterior otoño hubo algunas incursiones en la frontera por parte de los comunistas chinos, quienes ya habían manifestado su intención de liberar al Tíbet de los imperialistas agresores. «Parecía como si los chinos fueran a cumplir su amenaza, en cuyo caso, yo era consciente de que el Tíbet estaba en grave peligro puesto que nuestro ejército se componía de unos 8.500 hombres y no podía compararse al victorioso Ejército de Liberación Popular».
Dos meses más tarde, en Octubre, llegaron a Lhasa noticias sobre un contingente de 80.000 soldados del Ejército de Liberación Popular que había cruzado el rio Drichu al este de Chamdo. Si la frontera había caído, pronto caería Lhasa. El invierno se iba acercando y las noticias cada vez eran peores, la gente empezó a proponer que se concediera a Su Santidad el poder temporal (político) absoluto. Durante una ceremonia, el gobierno consultó con el Oráculo de Nechung, fue un momento muy tenso. El Oráculo se acercó a Su Santidad y depositó una kata, un pañuelo blanco ceremonial, en su regazo diciendo thu-la bap, ha llegado su momento. Y así fue como el 17 de Noviembre de 1950, a la temprana edad de quince años, Su Santidad fue oficialmente entronizado como líder temporal del Tíbet, en una ceremonia celebrada en el palacio de Norbulingka.
A principios de Noviembre, unos quince días antes de la investidura de Su Santidad, su hermano mayor llegó a Lhasa. «En cuanto le vi supe que había sufrido mucho. Amdo, la provincia donde nacimos los dos y donde también está situado Kumbum, está muy cerca de China y enseguida cayó en manos de los comunistas. Él mismo estuvo prisionero en su propio monasterio y los chinos intentaron adoctrinarle en la nueva ideología comunista y trataron de desestabilizarle. Su plan era dejarle libre para ir a Lhasa si él se comprometía a persuadirme para que aceptara el dominio chino. Si yo me resistía, debía matarme. Por todo ello sería recompensado».
Para conmemorar su ascensión al poder, Su Santidad concedió una amnistía general y todos los presos quedaron en libertad.
Poco tiempo después, con quince años de edad, el Dalái Lama se convirtió en el líder indiscutible de seis millones de personas. Con la amenaza de tener que hacer frente a una guerra a gran escala, Su Santidad nombró a dos nuevos primeros ministros: Lobsang Tashi se convirtió en el Primer Ministro religioso y Lukhangwa, un administrador laico con mucha experiencia, en el Primer Ministro seglar.
Después de realizar consultas con los dos primeros ministros y el Kashag, Su Santidad decidió enviar delegaciones a Estados Unidos, Gran Bretaña y Nepal, con la esperanza de persuadir a estos países de que intervinieran a favor del Tíbet. Otra delegación se envió a China con la esperanza de poder negociar una retirada. Estas delegaciones salieron a finales de año. «Al poco tiempo, con los chinos consolidando sus fuerzas en el este, se decidió que yo debería trasladarme hacia el sur del Tíbet junto con los principales miembros del gobierno. De esta manera, si la situación se deterioraba, podría fácilmente pedir asilo a India que estaba justo al otro lado de la frontera. Entretando, Lobsang Tashi y Lunkhangwa se quedarían en calidad interina».
Mientras Su Santidad estaba en Dromo, justo en la frontera con Sikkim, recibió la noticia de que mientras la delegación enviada a China había llegado a su destino, todas las otras delegaciones se habían visto obligadas a regresar. Era casi imposible creer que el gobierno Británico estuviera de acuerdo con el hecho de que China tuviera algún tipo de autoridad sobre el Tíbet. A Su Santidad también le entristeció saber de la reticencia de Estados Unidos a prestar ayuda. «Recuerdo mi gran tristeza cuando me di cuenta de lo que esto realmente significaba: el Tíbet debía enfrentarse solo a todo el poder de la China comunista».
Frustrado por la indiferencia mostrada hacia la causa del Tíbet por parte de Gran Bretaña y los Estados Unidos, Su Santidad, en un último intento de evitar la invasión china a gran escala, envió a Ngabo Ngawang Jigme, el gobernador de Kham, a Beijing para entablar diálogo con los chinos. La delegación no estaba autorizada para llegar a ningún acuerdo, solo se le había encomendado la misión de convencer a los dirigentes chinos de que no invadieran el Tíbet. Sin embargo, una tarde, mientras Su Santidad estaba solo oyó que una áspera y cortante voz anunciaba en la radio que los representantes del gobierno de la República Popular China y lo que ellos llamaron el gobierno local del Tíbet, habían firmado aquel mismo día (23 de Mayo 1951) el Acuerdo de los Diecisiete Puntos para la Liberación Pacífica del Tíbet. Resultó que los chinos, quienes incluso falsificaron el sello tibetano, obligaron a la delegación encabezada por Ngabo a firmar el acuerdo. Los chinos se aseguraron un gran golpe de efecto al ganarse el consentimiento de los tibetanos para devolver el Tíbet a la madre patria, aunque fuera a punta de pistola. Su Santidad regresó a Lhasa a mitad de Agosto de 1951.
Cuenta atrás hacia la huida
Los siguientes nueve años transcurrieron con Su Santidad intentando, por una parte evitar la ocupación militar total del Tíbet por parte de China y por otra calmando el creciente resentimiento de la resistencia tibetana contra los agresores chinos. Su Santidad hizo una visita histórica a China de Julio 1954 a Junio 1955 para entablar conversaciones de paz, en la que se reunió con Mao Zedong y otros dirigentes chinos, incluyendo a Chou Enlai, Zhu Teh y Deng Xiaoping. Desde Noviembre 1956 hasta Marzo 1957 Su Santidad visitó India para participar en las celebraciones del 2500 aniversario de Buddha Jayanti. Sin embargo, durante el invierno de 1958/59, mientras el joven Dalái Lama estaba pasando sus exámenes monásticos finales en Lhasa, le seguían llegando desalentadores informes sobre el aumento de la brutalidad hacia su pueblo.
Huida hacia el exilio
En el invierno de 1959 (el 10 de Marzo) el General Zhang Chenwu de la China comunista envió una supuestamente inocente invitación para que el líder tibetano acudiera a presenciar una representación teatral a cargo de un grupo de baile chino. Cuando la invitación se reiteró con nuevas condiciones, indicando que ningún soldado tibetano debía acompañar al Dalái Lama y que sus guardaespaldas debían ir desarmados, la preocupación se extendió por toda la población de Lhasa. Al poco tiempo se congregó alrededor del palacio de Norbulingka una muchedumbre de miles de tibetanos, decididos a sofocar cualquier conato de amenaza a la vida de su joven líder y a impedir que Su Santidad acudiera a la cita.
El 17 de Marzo 1959 durante una consulta al Oráculo de Nechung, Su Santidad recibió instrucciones explícitas de salir del país. La decisión del oráculo fue además confirmada cuando al hacer una adivinación Su Santidad recibió la misma respuesta, a pesar de que las posibilidades de tener éxito en la huida eran aterradoramente escasas.
Pocos minutos antes de las 10, Su Santidad disfrazado de soldado logró pasar a través de la muchedumbre con una pequeña escolta y se encaminó hacia el rio Kyichu, en donde se le unió el resto de su séquito, incluyendo algunos de los familiares más allegados.
En el exilio
Tres semanas después de huir de Lhasa, el 30 de Marzo de 1959, Su Santidad llegó a la frontera india junto con su séquito, desde donde fueron escoltados por guardias indios hasta el pueblo de Bomdila, en lo que actualmente es el estado indio de Arunachal Pradesh. El gobierno indio había accedido a facilitar asilo en India a Su Santidad y a sus seguidores. Al poco tiempo de su llegada a Mussoorie, el 20 de Abril de 1959, Su Santidad se entrevistó con el Primer Ministro indio y hablaron de la rehabilitación de los refugiados tibetanos.
Comprendiendo la importancia de la educación moderna de los niños tibetanos refugiados, Su Santidad pidió a Nehru que se comprometiera a la creación de una asociación independiente para la educación de los tibetanos dentro del Ministerio de Educación de la India. El gobierno indio sería quien asumiría todos los gastos derivados de establecer escuelas para los niños tibetanos.
Creyendo que ya era el momento adecuado para romper el silencio que el mismo se impuso, Su Santidad convocó una rueda de prensa el 20 de Junio de 1959, durante la cual formalmente rechazó el Acuerdo de los Diecisiete Puntos. En el campo de la administración, Su Santidad pudo hacer también cambios radicales, entre otros, Su Santidad pudo asistir a la creación de diferentes nuevos departamentos administrativos tibetanos en los se incluyen los ministerios de Información, Educación, Interior, Seguridad, Asuntos Religiosos y Economía. La mayor parte de los refugiados tibetanos, cuyo número había crecido hasta casi 30.000, fueron trasladados a campamentos en las montañas del norte de la India.
El 10 de Marzo de 1960, en el primer aniversario del Alzamiento del Pueblo Tibetano, justo antes de salir hacia Dharamsala con los casi ochenta funcionarios que constituían la Administración Central Tibetana, Su Santidad hizo la siguiente declaración: «En esta ocasión, quisiera recalcar la necesidad de que mi pueblo tenga una visión a largo plazo de la situación en el Tíbet. Para los que estamos en el exilio, como ya comenté, nuestra prioridad debe ser el reasentamiento y la continuidad de nuestras tradiciones culturales. En lo que respecta al futuro, tengo la convicción de que con la verdad, la justicia y la valentía como armas, nosotros los tibetanos al final venceremos y recuperaremos la liberad para el Tíbet».