Que cuando otros, por celos,
me traten mal, abusen de mi o me insulten,
pueda tomar sobre mí la derrota
Y ofrecer a los demás la victoria.
El punto que se hace aquí es que cuando otros nos provocan, quizás sin razón o injustamente, en vez de reaccionar de una manera negativa, como un verdadero practicante del altruismo, deberíamos ser capaces de ser tolerantes hacia ellos. Deberíamos permanecer imperturbables ante dicho tratamiento. En la siguiente estrofa aprendemos que no sólo debemos ser tolerantes con tales personas, sino que de hecho debemos verlos como nuestros maestros espirituales. Se lee:
Que cuando alguien a quien he ayudado,
o en quien he puesto grandes esperanzas,
me maltrate de maneras extremadamente hirientes,
pueda considerarlo como mi precioso maestro.
En la Guía de Shantideva para la Forma de Vida del Bodisatva, hay una extensa discusión sobre cómo podemos desarrollar este tipo de actitud, y sobre cómo podemos realmente aprender a ver a aquellos que nos hacen daño como objetos de aprendizaje espiritual. Y también, en el tercer capítulo del Camino Medio de Chandrakirti, encontramos enseñanzas profundamente inspiradoras y efectivas sobre el cultivo de la paciencia y la tolerancia.