Mangaluru, Karnataka, India - Después de llegar ayer a la ciudad portuaria de Mangaluru, esta mañana, el primer encuentro de Su Santidad el Dalái Lama fue con un grupo de unos 250 jóvenes tibetanos que estudian y se forman aquí. Su Santidad recordó haber oído hablar de las alegaciones de que el Tíbet había formado parte de China durante mucho tiempo en una exposición en Pekín en los años 70. Entre ellas, se mencionó el matrimonio de Songtsen Gampo con una princesa china y el control de Drogön Chögyal Phagpa sobre el Tíbet por parte de Genghis Khan. En el contexto de la Gran Muralla China que atrae a tantos turistas hoy en día, según la cual la tierra de un lado era China y del otro no, estas afirmaciones no tienen peso. Su Santidad comentó que también se le ha dicho que no existen documentos históricos de la época de la dinastía Tang que se refieran al Tíbet como parte de China.
«La princesa china que se casó con el rey Songtsen Gampo —observó— trajo consigo como regalo una importante imagen del Buda. Cuando visité Xi'an, una antigua capital de China, me mostraron el nicho vacío donde solía estar. Las relaciones entre el Tíbet y China eran buenas. Sin embargo, Songtsen Gampo optó por no emular el estilo de escritura chino y, en cambio, optó por un alfabeto tibetano inspirado en la escritura india Devanagari.
»Más tarde, aunque la madre del rey Trisong Detsen era china, optó de nuevo por invitar primero a Shantarakshita y luego a Guru Padmasambhava al Tibet desde la India. Estos tres, el Rey, el Abad y el Adepto, establecieron el budismo en el Tíbet. Había muchos monjes chinos en el Tíbet que se centraban en la meditación más que en el estudio, pero parece que la imagen de Buda inspiró a los reyes a mirar a la India como el origen de la enseñanza budista.
»Shantarakshita era muy culto y el enfoque que introdujo del estudio, la reflexión y la meditación es el que todavía mantenemos hoy en día. Aprendemos sobre la base de la razón y no sólo de la fe. En lugar de limitarnos a aceptar lo que se nos dice, investigamos.
»La primera ronda de enseñanzas del Buda, que trataba de las Cuatro Nobles Verdades, fue impartida abiertamente en Varanasi. La segunda ronda, impartida en Rajgir, incluyó el Sutra del Corazón que probablemente todos ustedes conocen y que se basa en el razonamiento. Una vez le pregunté a un grupo de eruditos tailandeses que defienden la Tradición Pali si explicaban las Cuatro Nobles Verdades sobre la base de la autoridad bíblica o de la razón y me dijeron que citaban la autoridad de las Escrituras. Reflexioné sobre lo afortunados que somos de tener las obras de Dignaga y Dharmakirti que aclaran el uso de la lógica y la razón».
A pesar de haber destacado esta diferencia en su enfoque de comprensión entre las tradiciones pali y sánscrita, Su Santidad continuó enfatizando que ambas tienen en común la disciplina monástica de Vinaya. Contó la historia de dos monjes birmanos que vinieron a verlo en una reunión del Parlamento Mundial de Religiones en Melbourne, Australia. Expresaron sorpresa al ver que los monjes tibetanos observan los preceptos de Vinaya igual que ellos.
Su Santidad explicó a los estudiantes tibetanos que hace algunos años puso en marcha un proyecto para reclasificar los contenidos del Kangyur y el Tengyur bajo los epígrafes de ciencia, filosofía y religión, y para compilar libros en consecuencia. Los eruditos han completado los volúmenes concernientes a la ciencia budista, la cual trata principalmente con el estudio de la mente. Han sido traducidos al chino, ruso, hindi, inglés, japonés, mongol, etc. Mencionó que ha recibido información de que las personas que trabajan en las universidades de China pueden acceder a estos materiales aunque no estén disponibles para el público en general.
Refiriéndose a la forma en que nuestro habitual egocentrismo nos hace sospechar de los demás, Su Santidad señaló que podemos contrarrestar esto cultivando la bodichita, la mente altruista del despertar. Otro problema que tenemos es que vemos las cosas como si tuvieran una sólida existencia independiente. Podemos contrarrestar esta noción errónea investigando las indicaciones de Nagaryuna acerca de que las entidades no existen de la manera en que se nos aparecen.
«Tener un sentido de bodichita nos hace felices —les dijo a los jóvenes tibetanos—. Recuerden que el Tíbet es la tierra de Avalokiteshvara; es la deidad patrona de la Tierra de las Nieves. China ha intentado eliminar la tradición tibetana y ha fracasado. Los chinos confían en el poder del arma, pero nosotros contamos con el poder de la verdad. En China las cosas están cambiando y el Partido teme perder el control. Nuestra fuerza no radica en buscar la independencia, sino en mantener vivas nuestras tradiciones culturales».
Los estudiantes se reunieron en torno a Su Santidad para hacerse fotografías con él.
Poco después se reunió con representantes políticos indios locales, ante quienes elogió las cualidades del antiguo conocimiento indio, afirmando que el mundo necesita urgentemente «ahimsa» y «karuna», no violencia y compasión.
Un corto viaje a través de Mangaluru llevó a Su Santidad al Centro de Convenciones Padre Muller donde el Dr. Thomas Thanickal y el P. Jimmy James le dieron la bienvenida a la 52ª Convención Nacional de la Asociación de Escuelas Católicas de Toda la India (AINACS). En el vestíbulo, las monjas cristianas le ofrecieron «aarti» y él bromeó con ellas esparciendo a su vez pétalos de rosa sobre ellas. Una banda de música tocó una fanfarria de bienvenida. Cuando llegó al interior del auditorio, Su Santidad encendió una lámpara para inaugurar el encuentro y se sentó en el escenario. La banda de música tocó When the Saints Go Marching in y fue seguida por un coro de monjas y un grupo de estudiantes que cantaron canciones de bienvenida.
La Hermana Molly Cherian, Directora de la Escuela del Sagrado Corazón, en Sidhpur, Dharamsala, presentó a Su Santidad a la reunión. Citó una de sus frases: «La verdadera alegría es servir a los demás». Destacó su compromiso con la promoción de los valores humanos y el fomento de la armonía interreligiosa. Terminó con una petición a los dos sacerdotes católicos para que lo honraran con el regalo de un chal y un ramo de flores.
Invitado a dirigirse a los 1.000 asistentes, entre los que se encontraban 150 estudiantes de la región del Himalaya y educadores católicos, Su Santidad los saludó como respetados hermanos y hermanas espirituales y como hermanos y hermanas más jóvenes.
«Estoy muy contento de estar con ustedes hoy —continuó—. Cuando conozco a personas mayores me pregunto quién de nosotros se irá primero, pero cuando conozco a gente más joven, yo también me siento más joven. De hecho, yo pertenezco a la generación del siglo XX, mientras que muchos de ustedes pertenecen al siglo XXI. Lo pasado, pasado está, no podemos cambiarlo, pero podemos aprender de ello. Lo que está claro es que el futuro de la humanidad está en nuestras manos. Miren el mundo de hoy y los problemas a los que nos enfrentamos. Existe una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres, e incluso en los países más ricos la gente tiene perturbaciones mentales.
»Los científicos observan que la naturaleza humana básica es compasiva, lo cual es comprensible ya que somos criaturas sociales. La supervivencia de los individuos y la simple felicidad dependen de la comunidad. Si observamos a los niños pequeños, no les importan las diferencias de fe o de nacionalidad, responden entre sí de una manera humana y abierta. Después de nuestro nacimiento, sobrevivimos gracias al afecto de nuestra madre, que nos da una sensación de seguridad que dura toda la vida.
»El futuro de la gente aquí en Mangaluru depende del resto de la India. El futuro de la India depende del resto de Asia. La realidad es que los siete mil millones de seres humanos que viven hoy en día son una sola comunidad. Si apreciáramos este hecho, no habría lugar para la guerra y para matarnos unos a otros. Sin embargo, en estos días hay demasiado énfasis en ‘nosotros’ y ‘ellos’; eso es una fuente de conflicto. Debido a esto, muchos de los problemas que enfrentamos los hemos creado nosotros mismos. Descuidamos las cualidades humanas básicas de la bondad y la compasión. Esto se debe a la educación centrada en los valores materiales.
»Sólo después de que empiezan a ir a la escuela, los niños aprenden a discriminar sobre la fe, la casta y la nacionalidad, lo que conduce de nuevo a un sentido de 'nosotros' y 'ellos'. La educación no debe consistir sólo en cultivar nuestros cerebros; también necesitamos un corazón cálido.
»Todas nuestras principales religiones transmiten un mensaje de amor y compasión. Adoptan diferentes enfoques filosóficos y diferentes formas de vida, pero todos ellos fomentan el amor, la tolerancia y la satisfacción.
»Como ser humano me comprometo a tratar de compartir con los demás el hecho de que somos criaturas sociales, por lo que, seamos o no creyentes religiosos, necesitamos un sentido de preocupación por el bienestar de los demás. También estoy comprometido a promover la armonía entre las religiones. Ustedes, hermanos y hermanas cristianos, creen en un Dios creador, eso es maravilloso. Si ves a todos los seres humanos como hijos de Dios, ¿cómo puedes hacerles daño? Aquellos de nosotros que pertenecemos a tradiciones no teístas, como los Jainistas, Budistas y algunos Samkhyas, creemos en el poder de nuestras propias acciones. Si haces el bien, el resultado es la felicidad.
»Cualquiera que sea nuestra creencia personal, la India es un ejemplo de que la armonía entre las religiones es posible. Todas las religiones principales florecen aquí. Se respetan unos a otros y aprenden unos de otros. Hace muchos años, en Tailandia, conocí al Sangharaja, el líder de la comunidad monástica. Le mencioné que nuestros hermanos y hermanas cristianos eran muy activos en la promoción de la salud y la educación. Le dije que sentía que los budistas deberíamos seguir este ejemplo. Respondió que es más apropiado que los monjes budistas permanezcan aislados».
Su Santidad terminó su discurso con la observación de que así como Mahatma Gandhi había dado un ejemplo de la eficacia de la «ahimsa», la no violencia, en el siglo XX, hoy en día la India podría servir de nuevo a la humanidad demostrando cómo lograr la paz mental. Mencionó las antiguas prácticas para cultivar la calma mental y la visión superior , «shamatha» y «vipashyana», como caminos probados para transformar la mente. Añadió que son los individuos con mentes sanas los que constituyen una sociedad sana.
Entre las preguntas de la audiencia había dos sobre el vegetarianismo. Su Santidad consideró que la perspectiva de los tigres vegetarianos era improbable, pero que los seres humanos podían ser alentados a comprender que una dieta vegetariana es buena para nuestra salud. Observó que los que matan en nombre de la religión no pueden ser considerados como seguidores sinceros de su fe. Reiteró que el propósito primordial de la religión es desarrollar la bondad amorosa en sus seguidores.
Recordando su amistad con el obispo Desmond Tutu, señaló que Tutu le llama Dalái Lama travieso, mientras que él a su vez se refiere a Tutu como un obispo travieso. Recordó con una risita que Tutu le señaló una vez que, como cristiano, estaba listo para ir al cielo, pero que el Dalái Lama irá a otro lugar.
Desafiado a decir si el Tíbet será libre durante su vida, Su Santidad afirmó que el régimen autoritario de China cambiará. Señaló que no está buscando la independencia del Tíbet, sino que admira el espíritu de la Unión Europea según el cual los viejos enemigos han promovido el bien común por encima del conflicto.
Un estudiante cuyo padre es budista, pero cuya madre es católica, quería saber qué es más importante, la compasión o la verdad. Su Santidad le dijo que lo importante es la compasión y que no hay que ser budista o católico para practicarla. Subrayó esto de nuevo cuando enfatizó que lo más importante es practicar la compasión aquí y ahora, es decir, vivir una vida con sentido.
Después de unas palabras formales de agradecimiento y la entrega de un recuerdo de la ocasión a Su Santidad, este se acercó a la parte delantera del escenario para despedirse. Muchos de los presentes devolvieron el saludo con la mano. Antes de regresar a su hotel, Su Santidad compartió el almuerzo con miembros de la organización AINACS.
Mañana, viajará a Delhi en su camino de regreso a Dharamsala.