Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Para tener un comienzo auspicioso el segundo día de enseñanzas para los jóvenes tibetanos, Su Santidad el Dalái Lama pidió al grupo visitante de unos 60 monjes tailandeses, que recitaran el Mangala Sutta.
Los estudiantes de las clases 7, 8 y 9 del Alto TCV presentaron un enérgico debate discutiendo vocales y consonantes. A continuación, un grupo del personal del TCV debatió cuestiones científicas que Su Santidad escuchó atentamente.
Dirigiéndose a un público de 8.200 personas, entre ellas 2.800 estudiantes tibetanos y 1.500 extranjeros de 71 países, Su Santidad habló de la tradición de Nalanda, de sus valores interiores y del énfasis que pone en el empleo de la lógica y la razón como valores que deben ponerse al servicio de toda la humanidad.
«Esto es algo que vale la pena intentar —dijo Su Santidad—. Podemos sentirnos en paz aquí, pero en otros lugares ha estallado una violencia mortal. Recientemente se han producido brutales ataques en Gran Bretaña y en otros lugares millones de personas están al borde de morirse de hambre. En todas estas crisis intervienen seres humanos. Necesitamos recordarnos a nosotros mismos que la naturaleza humana básica es compasiva. De niños somos abiertos, amistosos y alegres, ¿por qué nos volvemos agresivos y violentos cuando crecemos?
»Sería bueno que pudiéramos difundir la idea de la bondad de corazón y el amor y limitar las acciones que carecen de compasión. Así como la India es conocida como la tierra de ahimsa, nosotros los tibetanos hemos sido educados para no dañar innecesariamente a criaturas como los insectos. Un antiguo funcionario de la Administración Central Tibetana me dijo que encontró trabajo en los EE.UU. limpiando verduras para la cocina de una universidad. Solía apartar los gusanos e insectos que encontraba, los colocaba en un frasco de vidrio y los soltaba afuera al final de su turno. Sus colegas lo observaron y le preguntaron qué estaba haciendo. Explicó que en la cultura tibetana la gente se esfuerza por preservar la vida de las pequeñas criaturas y al poco tiempo se dio cuenta de que habían comenzado a seguir su ejemplo».
Su Santidad también mencionó que un estadounidense que había participado en el proyecto de reasentamiento de 1.000 tibetanos en los Estados Unidos le dijo que lo había hecho porque creía que los tibetanos harían una contribución positiva a la sociedad. Sin embargo, advirtió que los tibetanos podrían perder su buena reputación si no eran prudentes.
Reiteró que puesto que la ciencia interior budista no sólo está relacionada con vencer la ignorancia, sino también con disciplinar la mente rebelde y transformarla, eso tiene un valor práctico. Su Santidad hizo una cita del colofón de ‘Iluminando la triple fe: Una Invocación de los Diecisiete Grandes y Sagaces Adeptos del Glorioso Nalanda'.
«En la actualidad, cuando en el mundo ordinario hay un gran avance en los campos de la ciencia y la tecnología, pero también estamos desconcertados por el ajetreo de nuestras ocupadas vidas, es extremadamente importante que aquellos de nosotros que seguimos a Buda tengamos nuestra fe basada en el conocimiento de sus enseñanzas. Por lo tanto, debemos examinar las razones con una mente imparcial e inquisitiva, analizándolas detenidamente».
Entonces leyó los versículos de la alabanza aclarando las cualidades de los maestros de los linajes de las enseñanzas profundas y vastas.
Entre varias preguntas que hicieron los estudiantes tibetanos, una joven observó que a veces sucede que sueñas con un lugar en el que no has estado antes y que más tarde lo reconoces cuando vas allí. Quería saber qué estaba pasando. Su Santidad explicó que las diferentes experiencias oníricas de la gente pueden estar conectadas con su disposición física particular.
«Hay personas que tienen sueños claros en los que ven el futuro. Tengo amigos que soñaron con estar aquí en Dharamsala cuando todavía estaban en el Tíbet y reconocieron el lugar cuando llegaron aquí. Parece que la mente más sutil tiene el poder de ver el futuro.
»Cuando estoy despierto no recuerdo nada de las vidas anteriores, pero en mis sueños sí. Tengo un recuerdo de haber sido prisionero en el antiguo Egipto y de haber sido llevado ante el rey encadenado. Me miró desde lo alto del trono en el que estaba sentado y ordenó que me liberaran. También tengo sueños de estar con maestros indios y tibetanos del pasado.
»Mi madre me dijo que cuando era pequeño tenía claros recuerdos de mi vida pasada. También me dijo que el día que la partida de búsqueda iba a venir a nuestra casa, yo estaba entusiasmado. Cuando llegó Keutshang Rimpoché, al parecer lo reconocí a él y al rosario que llevaba en el cuello. Tiré del rosario, le dije que era mío y le pedí que me lo diera».
Su Santidad preguntó si había alguien entre los estudiantes que fuera capaz de reconocer que estaba soñando cuando estaba en la fase de sueño. Mencionó que hay maneras de inducir esto y que es una importante oportunidad para hacer práctica espiritual.
Las enseñanzas para los jóvenes tibetanos y tibetanas continuarán mañana por la mañana, durante las cuales Su Santidad ha prometido llevar a cabo una ceremonia para generar la mente del despertar o bodichita.