Guwahati, Assam, India – Tras un vuelo sin incidentes ayer de Dharamsala a Delhi, Su Santidad el Dalái Lama tomó otro avión esta mañana para cruzar el país hacia Guwahati, la ciudad más grande de Assam. Unas turbulencias menores pero persistentes durante el descenso a Guwahati fueron indicativas del tiempo que se esperaba en tierra, estaba lloviendo a cántaros, lo que los lugareños se refieren como ‘pre-monzón’. Una multitud de personas, asamesas y tibetanas, entre ellas periodistas impacientes, se habían reunido en el aeropuerto para darle la bienvenida.
Después del almuerzo, Su Santidad se dirigió al Centro de Artes Escénicas ITA para participar en la función de clausura de las celebraciones del Jubileo de Platino (65º aniversario) del Assam Tribune y el Jubileo de Oro (50º aniversario) de su versión en lengua asamesa, el Dainik Asam.
Su Santidad fue presentado a los asistentes y recibido con regalos que incluían un ramo de flores, un sombrero tradicional asamés de ala ancha, que según dijo Su Santidad sería práctico bajo la lluvia, una réplica tallada del templo de Kamakhya y una figura del animal símbolo del estado, el rinoceronte de un solo cuerno. Fue invitado a unirse al gobernador, Shri Banwarilal Purohit, y al ministro principal, Shri Sarbananda Sonowal, para inaugurar el evento encendiendo una lámpara.
La directora del grupo Assam Tribune, la Sra. Babita Rajkohwa, manifestó que era un honor dar la bienvenida a Su Santidad a las celebraciones del aniversario. Observó que Su Santidad inició su vida en el exilio cuando entró en el noreste de la India y que fue el Assam Tribune quien anunció por primera vez su llegada. La directora le invitó a presentar dos libros, uno de ellos, un libro ilustrado de gran formato sobre el Assam Tribune y el otro, una biografía del primer editor y del autor asamés Lakshminath Phookan.
En su discurso de bienvenida, el ministro principal Sarbananda Sonowal habló del sentimiento divino y los valores humanos que Su Santidad aportó al evento. Recordó a los asistentes que había prometido a la gente de Assam una buena gestión, que depende de la eficiencia, de tener conciencia de la calidad y los buenos valores. Afirmó que la presencia de Su Santidad le dio fuerzas para lograr estos objetivos, describiéndolo como un mensajero de paz, armonía y valores humanos. Finalmente, dado que la mayoría de los asistentes estaban relacionados con el grupo de prensa Assam Tribune, aludió al importante papel de los medios de comunicación como el cuarto pilar de la democracia, junto con el gobierno, el poder legislativo y el poder judicial.
El gobernador habló con mucho humor de su adicción a leer el Assam Tribune con su té matutino, manifestando que era un periódico maravilloso. Al cambiar al hindi, recordó sus propias experiencias editando el diario de Nagpur, The Hitavada, y la necesidad de mantener un alto nivel de ética.
Su Santidad comenzó su propio discurso con la explicación de que él siempre saluda a todos aquellos a los que se dirige como hermanos y hermanas porque uno de sus principales compromisos es promover el sentimiento de unidad de los 7.000 millones de seres humanos.
«En el mundo actual nos enfrentamos a una multitud de problemas que nosotros los seres humanos hemos provocado. Entre ellos figura la continua violencia y matanzas, mientras que en otros lugares los niños mueren de hambre a causa de la hambruna. Como seres humanos, ¿cómo podemos permanecer indiferentes? Puesto que la mayoría de estos problemas son creados por nosotros, lógicamente deberíamos ser capaces de solucionarlos.
»La buena noticia es que, como resultado de sus investigaciones, los científicos han llegado a la conclusión de que la naturaleza humana básica es compasiva. Esto es un signo de esperanza. Si por el contrario la naturaleza humana fuera estar enojado, la situación sería desesperada. Por lo tanto, le digo a la gente que todos somos iguales como seres humanos. Somos física, mental y emocionalmente iguales. El gobernador y el ministro principal ambos nacieron de una madre y cuando cada uno de ellos se vaya se irán por el mismo camino. Lo importante es que mientras estemos vivos no debemos crear problemas, y reconociendo que otras personas son humanas como nosotros, debemos cultivar el interés por su bienestar. Si podemos hacer eso, no existirá ningún fundamento para engañar, intimidar o matar a otras personas.
»Tenemos que hacer un esfuerzo para extender nuestra compasión natural, no sólo a través de la oración o con palabras bonitas, sino haciendo buen uso de nuestra inteligencia. Así es como nosotros mismos seremos felices, viviendo en una familia feliz, en una comunidad feliz y en un mundo más feliz. Una de las cosas que nos distingue como seres humanos es esta capacidad de transmitir nuestros sentimientos naturales de karuna, compasión, a otros seres humanos y, en última instancia, a toda la humanidad».
Su Santidad señaló que en las presentaciones se había hecho referencia a él como la reencarnación de Avalokiteshvara y del 13º Dalái Lama. Dijo que tenía dudas al respecto, pero que lo que sí sabía es que la formación de budismo tibetano que había recibido le había capacitado para utilizar su inteligencia al máximo. Implicaba pensar y cuestionarse, no sólo ser un «hombre que dice sí», sino alguien que preguntar se por qué y cómo. Esto, dijo, era el enfoque de la tradición Nalanda, el cenit del budismo sánscrito.
Con respecto al Assam Tribune, dijo a los asistentes que las fotografías del suplemento especial de hoy le recordaban su paso por Tezpur en 1959 cuando escapaba del Tíbet. También le conmovió ver una foto de su madre y de su hermana mayor.
«En marzo de 1959, después de una gran manifestación en Lhasa contra la ocupación china, intenté durante una semana enfriar las cosas. Pero mientras yo hacía eso, la amenaza militar china no hizo más que crecer. Para el 17 de marzo no quedaba más remedio que escapar, a pesar de los riesgos y peligros que esto conllevaba. Confiábamos en que, una vez que llegáramos al sur del Tíbet, hubiera alguna oportunidad para hablar con los chinos, pero a partir del 20 de marzo comenzaron a bombardear Lhasa.
»Envié representantes a la India y a Bután para indagar si podríamos entrar en su territorio. Un mensajero regresó para decirme que la India estaba esperando recibirnos. Fue un gran alivio al cruzar la frontera ver a mi antiguo oficial de enlace, el Sr. Menon, y a mi intérprete, Sonam Topgyal Kazi, esperándonos. Recuerdo ese momento como mi primera sensación real de libertad. La gente me dio una cálida bienvenida y comenzó un nuevo capítulo de mi vida.
»Otros refugiados que salieron del Tíbet se reunieron en los campos de Misamari, donde en abril hacía un calor intenso. La prioridad entonces era trasladarlos a lugares más frescos, pero aun así, desde el principio emprendimos la tarea de intentar preservar nuestros conocimientos y nuestra cultura. Con la ayuda y el apoyo del primer ministro Nehru, establecimos para ellos asentamientos en otros lugares».
Su Santidad señaló que cuando visitó por primera vez Europa en 1973 fue cuando se dio cuenta de que los altos niveles de desarrollo material no necesariamente traían felicidad. Conoció a demasiadas personas acomodadas pero preocupadas por el estrés, la ansiedad y la sospecha. Se dio cuenta de que el consejo de que la felicidad depende de preocuparse por el bienestar de los demás sigue siendo relevante también en el mundo actual. También comenzó a apreciar el valor del histórico enfoque secular de la India, manteniendo el respeto imparcial por todas las tradiciones religiosas. Y mientras que el desarrollo material contribuye a la comodidad física, la comodidad mental depende de la karuna (compasión), que se expresa como ahimsa (no violencia). Esto, declaró Su Santidad, es valioso y relevante para los 7.000 millones de seres humanos de hoy.
Hizo una distinción entre aquellos que como él y el gobernador pertenecen al siglo XX, una era que ya ha pasado, y aquellos que pertenecen al siglo XXI. Estos últimos, que son la generación más joven de hoy, tienen la responsabilidad de hacer de este siglo una era de paz. Implicará aprender a afrontar las emociones y desarrollar una mente más compasiva. Requerirá alejarse de las divisiones entre «nosotros» y «ellos». Su Santidad dijo que hay una necesidad urgente de resolver los problemas y las disputas a través del diálogo en lugar de tomar las armas. La antigua comprensión de la India sobre el funcionamiento de la mente y las emociones puede proporcionar una contribución crucial a este punto.
Antes de responder a las preguntas de la audiencia, Su Santidad concluyó:
«Primero vine para asistir a las celebraciones del Buda Jayanti en 1956 y regresé a la India en 1959 como refugiado. Ahora, 58 años más tarde, me he convertido en el invitado más antiguo del gobierno de la India. Estoy de acuerdo con lo que, tanto el gobernador como el ministro principal, han dicho acerca de la necesidad de los valores humanos. Tienen toda la razón. Y me gustaría expresar mi agradecimiento por la bienvenida que he recibido hoy, desde el momento en que salí del avión. Muchas gracias».
Mañana por la mañana dará una charla pública en la Universidad de Guwahati y por la tarde asistirá al Festival Namami Brahmaputra.