Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Esta mañana Su Santidad el Dalái Lama participó en una conversación a través de videoconferencia con Eugenio Derbez, un actor, comediante y cineasta mexicano. Derbez le deseó buenos días a Su Santidad y le dijo que las palabras no podían expresar su emoción ni el honor que sentía al hablarle.
«Aquí es de mañana —respondió Su Santidad—, así que estoy fresco, pero Ud. debe tener mucho sueño».
Derbez le pidió a Su Santidad que empezara contándole cómo es un día en la vida del Dalái Lama.
«No hago nada especial, sólo soy un monje budista que estudia la filosofía budista. Sigo el Vinaya o disciplina monástica de la Tradición Pali y además, estudio según la tradición sánscrita. No me baso sólo en la fe, sino en el experimento y la investigación.
»En el siglo VIII, el rey tibetano invitó al mayor erudito de la Universidad de Nalanda en la India al Tíbet. Para entonces China ya era un país budista. El emperador chino estaba interesado en el budismo y había monjes chinos en el Tíbet. Sin embargo, el rey tibetano prefirió ver a la India como la fuente de las enseñanzas de Buda.
»Los grandes maestros de Nalanda siguieron el consejo del Buda y examinaron detenidamente lo que había enseñado, concluyendo que algunas de sus instrucciones eran definitivas mientras que otras requerían interpretación. En el Tibet hemos mantenido viva la Tradición de Nalanda, que descansa sobre la razón y la lógica.
»Durante los últimos 40 años más o menos, también he entablado serias discusiones con los científicos modernos, lo que creo que ha sido posible porque el enfoque lógico de la Tradición de Nalanda es compatible con la ciencia. Hemos aprendido más sobre el mundo exterior y hemos podido explicar lo que sabemos sobre la mente y las emociones. Por ejemplo, tenemos cinco sentidos, pero la clave para ellos es nuestra conciencia mental, de la que forman parte nuestras emociones.
»En lo que respecta a nuestra conciencia mental hay diferentes niveles de sutileza entre el estado de vigilia, el estado de sueño, el sueño profundo y demás. En los niveles más sutiles es posible ver vidas pasadas y a veces también algunas insinuaciones del futuro. La conciencia más sutil se manifiesta en el momento de la muerte. Algunos practicantes son capaces de permanecer absortos en ese estado, durante el cual, a pesar de estar clínicamente muertos, sus cuerpos permanecen frescos. Mi tutor, Ling Rinpoché, permaneció en este estado durante 13 días y recientemente un monje en Taiwán permaneció en esta absorción durante 26 días».
«¿Esto se logra a través de la mediación?» —Preguntó Derbez.
«Eso es, a través de la meditación».
«¿Y se despierta todos los días a las 3:30 de la mañana para meditar?»
« Sí —le dijo Su Santidad—, Hago algunos ejercicios de respiración primero, pero sobre todo me dedico a la meditación analítica. Me pregunto: "¿Dónde está el yo?" "¿Dónde está mi yo? Tengo un cuerpo, una voz y una mente, pero ¿dónde está el "yo"? Y no puedo encontrarlo porque no hay ninguna entidad independiente que se pueda encontrar; es una mera designación».
Derbez preguntó: «¿Cómo podemos crear una mente sana? ¿Cómo cuidamos nuestra salud mental?».
Su Santidad le dijo que en un mundo orientado al materialismo no hay mucha comprensión del funcionamiento de la mente. Sugirió que lo que es necesario es reconocer el problema causado por las emociones negativas y que podemos desarrollar antídotos para ellas. El antídoto para el miedo y la ira es la compasión. La física cuántica revela una comprensión más profunda de la realidad al señalar la diferencia entre la apariencia y la realidad. Esto es importante porque la mayoría de las emociones destructivas se basan en la apariencia de que las cosas tienen algún tipo de existencia objetiva. La ira, por ejemplo, no está enraizada en la realidad, sino que es una respuesta emocional a la forma distorsionada en que vemos a alguien o algo que ha ocurrido.
Una mente sana es tranquila y serena, continuó Su Santidad. La literatura antigua de la India es rica en instrucciones sobre cómo se pueden lograr estas cualidades. Mencionó el potencial positivo que se puede obtener al combinar esta comprensión del funcionamiento de la mente y las emociones con la educación moderna.
A continuación, Derbez preguntó: «¿Qué es la felicidad?»
«La felicidad puede referirse al placer que encontramos a nivel sensorial —respondió Su Santidad—. Pero la verdadera felicidad está relacionada con la paz mental. Si tienes una mente tranquila, el miedo y la sospecha se reducen. El miedo es la mayor fuente de infelicidad. El egoísmo es un problema porque, como los científicos observan, somos animales sociales con una preocupación natural por la comunidad en la que vivimos.
»A los niños no les importan las diferencias superficiales como la nacionalidad, la fe o la raza. Pero una vez que van a la escuela comienzan a responder a tales diferencias en términos de "nosotros" y "ellos".
»La realidad es que hoy en día todos formamos parte de una gran familia humana y necesitamos intensificar nuestra idea de la unidad de la humanidad. Todos somos iguales en cuanto que seres humanos. Necesitamos mantener esa apertura natural que observamos en los niños pequeños».
Derbez quería saber qué perdemos al crecer y por qué. Su Santidad remarcó que el simple hecho de ir a la escuela juega un papel importante. Todo avance de la educación sobre los objetivos materiales debe incluir también formación sobre nuestra mente y emociones, sobre cómo lograr una mente tranquila, y desarrollar altruismo. Una parte importante de establecer la calma mental, dijo, es ser capaces de aplicar la higiene emocional, es decir, de aprender a hacer frente a las emociones destructivas.
La risa y el humor fueron los siguientes temas que Derbez planteó. Su Santidad respondió que todos los seres humanos son hermanos y hermanas, cada uno de los cuales tiene un potencial tanto positivo como negativo. Las emociones destructivas destruyen nuestra paz mental y estropean nuestras relaciones con nuestra familia y amigos. La compasión, la risa y una sonrisa genuina, por otro lado, complacen a los demás y crean una atmósfera feliz.
«En última instancia, lo que cuenta es tener una actitud altruista. Hoy en día, realmente necesitamos un espíritu de unidad de la humanidad. Tenemos que trabajar juntos. Nos necesitamos unos a otros. La educación es crucial, pero no es muy útil si es demasiado estrecha. De la antigua India podemos aprender sobre las antiguas prácticas de la no violencia y la compasión».
Cuando Derbez preguntó a Su Santidad si hay lecciones que la gente pueda aprender de su experiencia con la pandemia, le dijo que no lo sabía y que sentía que era difícil de decir. Especuló si un factor en los efectos de esta enfermedad en particular es la cantidad de químicos tóxicos que hay hoy en día en el aire, el agua y en nuestra comida.
Derbez preguntó si Su Santidad es vegetariano y le dijo que no lo es. Narró la historia de su decisión, hace años, de convertirse en un vegetariano estricto, y que ello le provocó problemas en la vesícula biliar y le produjo ictericia. Como resultado, sus médicos le recomendaron que volviera a comer carne. Señaló que hoy en día las cocinas comunes de los grandes monasterios y escuelas dentro de la comunidad tibetana en el exilio generalmente sirven solamente comida vegetariana.
Observando que Su Santidad es un ser humano amoroso y que como Dalái Lama es un símbolo del amor, Derbez se preguntó si alguna vez tuvo curiosidad sobre cómo sería enamorarse. Su Santidad respondió que dependía de lo que se entienda por amor. A veces el amor, especialmente cuando hay atracción sexual, se mezcla con el apego. La mejor clase de amor, declaró, es aquella que sientes cuando puedes mostrar amabilidad amorosa hacia tu enemigo o hacia alguien con quien te sientes enfadado. Esto, afirmó, es amor genuino, porque es verdaderamente imparcial.
«Hay oficiales chinos en el Tíbet que reprimen a los tibetanos sin piedad —comentó Su Santidad—. A veces los visualizo e imagino que les quito la ira, el miedo y el odio y les doy amor y amabilidad a cambio. Encuentro esto muy útil para mi mente».
Derbez continuó insistiendo en su pregunta sobre si Su Santidad ha sentido alguna vez curiosidad sobre lo que es enamorarse. Su Santidad respondió que en sus relaciones con otras personas siempre recuerda que es un monje.
«Las relaciones sexuales producen descendencia y a su debido tiempo los hijos e hijas presentan sus propias dificultades. Para empezar, los padres tienen que preocuparse por su educación, luego tienen que mantener vivo su matrimonio. Mas adelante hay que cuidar de los nietos. Comparado con todo este enredo, la vida de un monje es sencilla, sólo tenemos que cuidar de nosotros mismos.
«En mi caso, tengo cuatro compromisos. En primer lugar, como ser humano, trato de compartir con los demás la necesidad de altruismo. Luego, como monje budista me comprometo a promover la armonía interreligiosa, porque, a pesar de sus diferentes puntos de vista filosóficos, todas las tradiciones religiosas enseñan la importancia del amor y la compasión».
Derbez intervino con una pregunta que le había enviado otra persona sobre si estamos sujetos a un destino predeterminado. Su Santidad le dijo que el tema del libre albedrío era complicado. En las religiones teístas que creen en un Dios creador, se podría decir que los deseos de Dios equivalen a la predestinación. En las tradiciones no teístas como el jainismo y el budismo no hay lugar para un creador. En el contexto de la reencarnación, existe el concepto de karma o acción. Las huellas kármicas establecidas en esta vida afectan a la calidad de la vida siguiente. De acuerdo con este punto de vista, lo que nos sucede depende de nueatras acciones. La causa de una vida pacífica y feliz es la práctica del altruismo con un corazón cálido.
Al final de la sesión, Derbez pidió a Su Santidad que rezara una oración por los ancianos y otras personas que sufren especialmente a causa de la pandemia y por los profesionales de la salud que los atienden. Su Santidad respondió que reza por ellos todos los días, pero siente que el efecto real de la oración es limitado.
A una pregunta sobre el valor del perdón, Su Santidad respondió que el perdón es una de las mejores maneras de mantener la paz mental. La ira y el deseo de venganza, añadió, sólo sirven para perturbar nuestro sueño.
«Mi tercer compromiso —continuó Su Santidad—, se relaciona con el hecho de que soy tibetano. Como tenemos un sistema democrático sano, he podido retirarme de la responsabilidad política. Sin embargo, me preocupa la ecología del Tíbet porque la mayoría de los ríos de Asia nacen en la meseta tibetana y suministran agua a muchos millones de personas».
Derbez retomó el tema ecológico para preguntarse cómo es que, ante eventos extremos como los incendios forestales en California y los huracanes sin precedentes como resultado del calentamiento global, tantos líderes mundiales ignoran la amenaza del cambio climático.
«Nuestros ecosistemas nos dicen que tenemos que cuidar de este planeta —respondió Su Santidad—. El cambio climático está provocando desastrosos incendios e inundaciones que están fuera de nuestro control. Es muy grave.
»Hubo un Primer Ministro chino que visitó el Tíbet y reconoció que la deforestación allí había dado lugar a inundaciones devastadoras, pero evitables, río abajo.
»Como tibetano también estoy comprometido a preservar el conocimiento del Tíbet y el idioma tibetano en el que el budismo de Nalanda se expresa con mayor precisión. Somos los herederos de la Tradición de Nalanda.
»También tengo el compromiso de tratar de revivir la apreciación del antiguo conocimiento indio en la India. Aunque esta sabiduría fue registrada en textos religiosos, hoy creo que puede ser estudiada de manera objetiva y académica. Especialmente importantes son las nociones de no violencia y compasión».
Por último, Derbez quería saber si habrá un decimoquinto Dalái Lama y si esa persona podría ser una mujer. Su Santidad respondió que cualquier futuro Dalái Lama estará exento de toda responsabilidad política. Añadió que la decisión de reconocer a un futuro Dalái Lama estará en manos de los líderes espirituales del Tíbet, de la región del Himalaya y de Mongolia.
En cuanto a si un futuro Dalái Lama podría ser una mujer, confirmó que si eso fuera más útil, era muy posible. Observó que si más líderes mundiales fueran mujeres, podría haber muchos menos problemas y el mundo podría ser un lugar más estable. Mencionó haber escrito recientemente para felicitar a la Primera Ministra finlandesa por formar un gabinete con mujeres en los puestos clave. Reiteró que un futuro Dalái Lama femenino parece muy posible.
Derbez expresó su agradecimiento a Su Santidad por tomarse un tiempo para hablar con él y le invitó a ver un breve vídeo sobre su visita a México en 2013. Al final, Su Santidad sonrió, saludó, dio las gracias a Derbez y le deseó lo mejor.