Tashi Lhunpo, Bylakuppé, Karnataka, India - Esta mañana, un estimado de 12,000 personas, entre monjes, monjas y laicos, se reunieron dentro y alrededor del templo del Monasterio de Tashi Lhunpo, reestablecido en el asentamiento tibetano de Bylakuppé, Karnataka, para orar por las víctimas del reciente y devastador terremoto en el Tíbet. Las regiones más gravemente afectadas por el terremoto fueron Shigatsé y Dingri. El principal monasterio de Shigatse es Tashi Lhunpo, que fue fundado por el Primer Dalái Lama, Gyalwa Gendun Drup, y sirvió como la sede de los Panchen Rimpochés.
Actualmente, Su Santidad el Dalái Lama se encuentra en el Monasterio de Tashi Lhunpo, reestablecido en el sur de la India. Su participación en una gran asamblea para orar por las personas de Shigatsé y Dingri es, por lo tanto, especialmente propicia.
Desde muy temprano esta mañana, miembros del público provenientes de los asentamientos tibetanos cercanos comenzaron a llegar y fueron admitidos a partir de las 6:15 a.m. Los monjes se sentaron en filas ordenadas dentro del templo. Mientras esperaban el inicio formal de las oraciones, la congregación recitó el mantra del Buda Shakyamuni.
Cuando Su Santidad llegó, tomó asiento frente a colosales imágenes doradas del Buda y del Primer Dalái Lama, así como prominentes fotografías del anterior Panchen Lama y de su sucesor, Gendun Chökyi Ñima. A la derecha de Su Santidad se encontraban Sharpa Chöjé Rinpoché, los abades y ex abades, acompañados por miembros jubilados de la Administración Central Tibetana y del Parlamento Tibetano en el Exilio.
Se permitió a los medios de comunicación entrar al templo para observar y registrar la participación de Su Santidad en la asamblea.
Las oraciones comenzaron con los Tres Continuos, un elogio y súplica al Buda, seguido del verso para tomar refugio y generar la mente del despertar, la bodichita. Periódicamente, Su Santidad se volvía para observar a los monjes reunidos e intercambiar miradas con ellos.
Las oraciones continuaron con la Oración de los Cuatro Deseos Inmensurables y la Oración de Samantabhadra: el Rey de las Oraciones. Se distribuyó té tibetano con mantequilla y pan, mientras se recitaban oraciones de ofrenda para bendecirlos.
El disciplinario de Tashi Lhunpo anunció la recitación de oraciones dirigidas por Su Santidad y otros maestros espirituales. A continuación, leyó una lista de donaciones realizadas para apoyar la asamblea.
Tras un verso de salutación extraído de Sabiduría Fundamental de Nagaryuna:
Me postro ante el Buda perfecto, el mejor de los maestros, quien enseñó que aquello que es originado en dependencia no tiene cese ni nacimiento, no es inexistente ni permanente, no viene ni va, no es diferente ni es igual y carece por completo de construcción conceptual.
se realizó una recitación de la Alabanza al Buda por Enseñar el Surgimiento Dependiente de Lama Tsongkhapa.
Tras entonar la Alabanza a Avalokiteshvara del VII Dalái Lama, Gyalwa Kalsang Gyatso, toda la asamblea recitó el mantra de Avalokiteshvara, Om mani padmé hung, en dedicación a todas las personas afectadas por el terremoto. La sesión concluyó con la Oración de las Palabras Verdaderas Invocando las Tres Joyas.
Antes de salir del templo, Su Santidad se dirigió a la asamblea con las siguientes palabras:
«Recientemente, un devastador terremoto ha sacudido el Tíbet, causando víctimas y una gran destrucción. Esto es resultado del karma. Aquellos que no tienen fe en el dharma no encuentran consuelo más allá de ser abrumados por la tristeza. Sin embargo, quienes tenemos fe en las enseñanzas del Buda podemos ver experiencias como esta como oportunidades para purificar el karma negativo acumulado en el pasado y para cultivar pensamientos positivos de cara al futuro. De esta manera, podemos transformar la adversidad en algo positivo. Desastres como este pueden ayudarnos a fortalecer nuestra determinación de trabajar diligentemente en generar la mente del despertar, la bodichita, y en profundizar en la comprensión de la visión de la vacuidad».
«Cuando enfrentamos desastres como este terremoto en el Tíbet, podemos transformar nuestra forma de pensar al respecto en factores que nos ayuden en el camino hacia la iluminación. La capacidad para lograrlo está completamente en nuestras manos. Aunque el karma negativo haya madurado, podemos verlo como una oportunidad para fortalecer nuestra determinación.
»En mi caso, al ver los informes sobre la devastación causada por el terremoto, sentí que se fortalecía mi determinación de cultivar la bodichita, la visión de la vacuidad y de realizar fervientes súplicas a Avalokiteshvara. En lugar de desanimarnos y llorar con desesperación, transformar la adversidad en una condición favorable para el camino hacia la iluminación es una oportunidad que, como practicantes, podemos aprovechar. Aunque en el Tíbet están ocurriendo muchas calamidades naturales, deberíamos ser capaces de convertir estas desgracias en circunstancias que nos ayuden en el camino y orar para que, como resultado, podamos avanzar en él. Los sobrevivientes tampoco deberían perder el ánimo, sino generar una renovada determinación.
»El Tíbet es indudablemente la tierra de los seguidores de Avalokiteshvara. Por lo tanto, deberíamos cultivar continuamente pensamientos positivos con diligencia. Ver los informes de la destrucción que ha tenido lugar, fruto de un karma irreversible, ha sido realmente doloroso. Sin embargo, sería útil si pudiéramos ver esta tragedia como una oportunidad para cultivar una aspiración genuina hacia la iluminación. Esta es una forma de agradar a Avalokiteshvara.
»No deberíamos desanimarnos. Los terremotos son calamidades naturales; no podemos culpar a nadie más por ellos. Son fenómenos naturales, no el resultado de actividades humanas. Visto de esta manera, no hay razón para enfadarse con los chinos. Dado que lo ocurrido es consecuencia del karma, los tibetanos de todo el mundo, tanto los que están en el Tíbet como en otros lugares, deberían trabajar en cultivar pensamientos positivos».
«En lo que respecta a China, parece que el número de budistas chinos está creciendo y cada vez más personas responden de manera positiva a mi nombre.
»Como mencioné antes, no debemos permitir que el desánimo nos invada, sino esforzarnos por cultivar pensamientos positivos que antes no hemos cultivado y por fortalecer aquellos que ya hemos desarrollado. Es fundamental mantener los lazos entre nosotros, basados en nuestra fe y compromiso inquebrantables.
»Por mi parte, he sido muy decidido en la forma en que he vivido mi vida, y seguiré siéndolo hasta superar los cien años. Todos debemos ser resilientes y cultivar diligentemente la bodichita y la visión de la vacuidad cada día. Esto es una ofrenda que realmente agradará a los Budas. Es la mejor manera de acumular mérito tanto para esta vida como para las siguientes. También podemos ser un ejemplo para otros sobre cómo reducir los pensamientos de ira y apego y fomentar la paz interior.
»En general, las personas de todo el mundo admiran a los tibetanos. Valoran nuestra naturaleza cálida y aprecian nuestro modo de vida. Tengo muchos amigos que respetan a los tibetanos por sus buenos modales.
»Como ya les he dicho, estoy decidido a dar lo mejor de mí. Y, si atendemos a los signos en mis sueños y otras señales, es posible que viva más de 110 años. Haré todo lo que pueda, y todos ustedes, mis amigos del dharma, también deberían dar lo mejor de sí. Esta tragedia que ha ocurrido en el Tíbet no debe ser motivo de ira ni causa de desánimo. Al comprender cómo transformar la adversidad en condiciones favorables en el camino hacia la iluminación, deberíamos ser capaces de convertir esta calamidad en una oportunidad para la esperanza».