Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Cuando Su Santidad el Dalái Lama llegó esta mañana a la puerta de su residencia, de camino al Tsuglagkhang, el templo tibetano principal, los representantes de los organizadores taiwaneses se adelantaron para saludarlo. Mientras la congregación recitaba la oración Mig-tse-ma en alabanza a Tsongkhapa, y con los monjes tocando los cuernos ceremoniales a la cabeza, se dirigió al templo. Los bikshus (monjes con ordenación completa) taiwaneses se alinearon a ambos lados del pasillo.
Tras tomar el ascensor hasta el primer piso del templo, Su Santidad se detuvo para observar a la multitud en el patio, sonriendo y saludándo a todos con la mano. Mientras recorría el templo de Kalachakra saludó a las monjas sentadas en el interior y bendijo los puñados de rosarios que le tendían a través de las ventanas.
En el templo, Su Santidad saludó a Ganden Tri Rinpoché y a Jangtse Chöye Rinpoché. Una vez hubo tomado asiento, el Maestro que presidía la ceremonia, Changkya Rinpoché, le ofreció un pañuelo de seda. Se sirvió té y arroz dulce ceremonial a los presentes. A la derecha de Changkya Rinpoché se sentó el abad taiwanés, Tenzin Khetsun y a su izquierda estaba el lobpön del monasterio de Namgyal, Lobsang Dhargyey.
La ceremonia de hoy se basó en la Ofrenda al Maestro Espiritual del Lama-Chöpa. En un momento determinado se entregaron ofrendas de tsog al Maestro Vajra. Una procesión de personas portando ofrendas de estatuas y demás subió desde el patio y atravesó el templo. Changkya Rimpoché ofreció un mandala y representaciones del cuerpo, habla y mente de la iluminación a Su Santidad. A continuación, el titular del trono de Ganden, Tri Rinpoché, realizó una ofrenda similar.
Mientras se recitaba la Oración por la Larga Vida de Su Santidad compuesta por sus dos Tutores, Ling Rinpoché y Trijang Rinpoché, los representantes de los patrocinadores de la ceremonia se acercaron a Su Santidad para presentarle sus respetos y solicitar sus bendiciones. Hacia el final de la procesión, un anciano disfrazado con un atuendo de estilo chino presentó sus respetos a Su Santidad. Con un gran mechón de pelo blanco y una barba blanca, representaba la larga vida, y sostenía melocotones en una mano y un bastón rematado con una cabeza de caballo tallada en la otra.
En nombre de los miembros de la Asociación Internacional de Budismo Tibetano de Taiwán (IATBT) y de las más de 1.220 personas que habían asistido a estas enseñanzas, así como de los discípulos que mantienen una devoción inquebrantable por Su Santidad el Dalái Lama, Hu Mao Hua Ming, Presidente de la IATBT, hizo una ferviente petición. Comenzó con una estrofa de homenaje de las Treinta y siete prácticas de los bodisatvas.
«Aunque ves que los fenómenos no vienen ni van,
te esfuerzas únicamente por el bien de los seres.
Ante ti, gurú supremo y protector, Avalokitesvara,
me postro por siempre con mis tres puertas.
»Habiendo ofrecido esta respetuosa oración, como una auspiciosa petición para que la vida del supremo Dalái Lama, guía de dioses y humanos, omnisciente y gran vidente, pilar de la doctrina de Buda, permanezca firme durante cien eones, y para que la luz de su amor y compasión otorgue felicidad y bienestar a todos los seres sensibles para siempre, ofrecemos hoy estas oraciones de larga vida.
»Hace más de seiscientos años, cuando el venerable maestro Lama Tsongkhapa vino al mundo, además de las enseñanzas de la disciplina fundamental, aclaró la práctica de las tres etapas del camino. Asimismo, gracias a la compasión de las sucesivas encarnaciones del Dalái Lama, no sólo se ha beneficiado el pueblo tibetano, sino que se han realizado actividades incomparables para preservar, mantener y difundir las enseñanzas de Buda.
»En esta época, en la que las mentes humanas no son pacíficas y las naciones están abrumadas por los conflictos, Su Santidad el Dalái Lama ha impartido enseñanzas específicas sobre el amor y la compasión y sobre la visión de la interdependencia y la conducta no violenta. Esto no sólo ha aumentado la comprensión de los creyentes, sino que también ha generado alegría y aprecio incluso entre las personas que no tienen fe.
»Gracias a las numerosas enseñanzas que Su Santidad ha impartido incansablemente durante más de sesenta años, nosotros, devotos discípulos chinos, hemos desarrollado una conexión especial con el budismo tibetano, aumentando nuestra comprensión del dharma y la paz interior, y reconociendo el valor de la vida.
»Su Santidad ha visitado Taiwán en tres ocasiones. Primero en 1997, cuando impartió enseñanzas e iniciaciones, participó en diálogos y pronunció discursos. Más tarde, también ofreció consuelo, enseñanzas y empatía a las personas afectadas por desastres naturales. Su bondad es inmensurable.
»El título de “Dalái Lama” no es simplemente un rango, sino un símbolo de amor y paz. Su Santidad, usted no sólo es el pilar vital del pueblo tibetano, sino también la joya de la corona de quienes defienden las enseñanzas de Buda. Para el mundo en general, usted es la encarnación de la compasión y la sabiduría. Sus actividades son indispensables, no sólo para el pueblo tibetano, sino para el budismo y para la humanidad en su conjunto.
»Cuando Su Santidad impartió enseñanzas en el monasterio de Tashi Lhunpo, en el sur de la India, el 2 de enero de 2016, dijo: “Cuando llegamos por primera vez como refugiados a la India, no conocíamos a nadie. Solo teníamos la tierra abajo y el cielo arriba. Pero, gracias a que fuimos capaces de trabajar juntos, hemos logrado buenos resultados”. Estas palabras nos conmovieron profundamente.
»Sin el liderazgo de Su Santidad, un gran bodisatva con visión de futuro, que trabaja por el bienestar de todos los seres, habría sido absolutamente imposible que las preciosas enseñanzas de Buda se hubieran difundido tan ampliamente por todo el mundo. Cuanto más reflexionamos sobre esto, más nos damos cuenta de que la bondad de Su Santidad va más allá del pensamiento y la palabra.
»Aquí, en nombre de todos los estudiantes chinos, ruego fervientemente que la vida de Su Santidad permanezca firme durante cien eones y que la rueda del dharma siga girando eternamente. También pido encarecidamente que, en beneficio de las enseñanzas y de todos los seres, el linaje de reencarnación de los Dalái Lama continúe ininterrumpidamente, como lo ha hecho desde el pasado hasta el presente. Es imperativo que los seres sensibles del futuro puedan encontrarse directamente con el Gurú Avalokiteshvara, y recibir sus enseñanzas y bendiciones. Por favor, por favor, por favor, conceda nuestra petición».
A continuación, Su Santidad se dirigió brevemente a los presentes.
«Hoy, ustedes, pueblo de Taiwán, han ofrecido esta ceremonia por mi larga vida. Rezo para que donde el budismo haya decaído pueda florecer y para que donde aún no se ha extendido pueda propagarse. En China y en otros lugares hay un interés creciente por las enseñanzas del Buda. He trabajado duro para que el budismo prospere en el Tíbet, China y Mongolia.
»Los tibetanos hemos conservado toda la enseñanza de Buda, pero aún tendemos a esforzarnos demasiado en realizar rituales. Los que practican y meditan son relativamente escasos. De niña, yo tampoco estaba muy interesada en el estudio o la práctica, pero a medida que fui creciendo llegué a apreciar los beneficios prácticos de mantener los Tres Entrenamientos. Y por esa razón, he practicado y compartido la enseñanza con amigos que estaban interesados.
»En mis sueños he visto indicios de que puedo llegar a vivir más de ciento diez años.
»Dondequiera que nos encontremos los que procedemos del Tíbet, China y Mongolia, todos somos iguales por ser humanos. Como he dicho, el budismo se ha extendido ahora a otras partes del mundo. Cuando me encuentro con científicos, soy un científico. Cuando me encuentro con religiosos, yo también lo soy. Rezo para que el budismo no sólo sobreviva, sino que florezca. Eso es todo. Tashi delek».
Changkya Rinpoché ofreció un mandala y representaciones del cuerpo, la palabra y la mente de la iluminación a Su Santidad en agradecimiento por haber aceptado la petición de vivir mucho tiempo.
Mientras los discípulos taiwaneses se acercaban al trono, se dijo una estrofa clave de la Ofrenda al Maestro Espiritual del Lama-Chöpa.
Sois nuestros Gurús, sois nuestros Yidams: sois nuestras Dakinis y nuestros Protectores del Dharma. A partir de este momento y hasta nuestra Iluminación, no hemos de buscar otro refugio que vosotros. En esta vida, en el bardo y en todas las vidas futuras, sostenednos con vuestro gancho de compasión. Liberadnos de samsara y de los temores del Nirvana, conceded todos los logros, sed nuestro amigo constante y defendednos de las interferencias.
Siguió un repaso de las etapas del camino hacia la iluminación tal y como se exponen en la Ofrenda al Maestro Espiritual. Como viene siendo habitual, la ceremonia concluyó con la recitación de la Oración de las Palabras de la Verdad, que termina diciendo:
De esta manera, el protector Avalokiteshvara hizo grandes plegarias frente a Budas y bodisatvas para abrazar completamente la Tierra de las Nieves. Que se cumplan rápidamente los buenos resultados de estas plegarias.
Por la profunda interdependencia de la vacuidad y de las formas relativas, junto con la fuerza de la gran compasión, las Tres Joyas y sus palabras de verdad, y a través del poder y la infalible ley de las acciones y sus frutos, que nuestra oración verdadera se haga realidad pronto y sin obstrucciones.