Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Cuando Su Santidad el Dalái Lama llegó esta mañana a la puerta de su residencia, los representantes de los grupos que ofrecían la ceremonia de hoy se adelantaron para presentarle sus respetos y darle la bienvenida. Pertenecían a la Asociación de Mujeres Tibetanas, al grupo de antiguos alumnos de la Escuela Central para Tibetanos de Dalhousie y personas de Lhasa y los distritos circundantes. A continuación, guiados por monjes que tocaban los cuernos, estos representantes escoltaron a Su Santidad hasta el templo.
Los pilares y las vigas estaban envueltos en telas de colores y adornados con guirnaldas de caléndulas. El camino desde la puerta de Su Santidad hasta la puerta del templo estaba cubierto con una alfombra roja sobre la que se esparcían pétalos de caléndula.
Mujeres ataviadas con trajes ornamentales cantaban a ambos lados del camino mientras Su Santidad pasaba. Delante del templo, enérgicos bailarines de Tashi Shölpa y Tro-gar actuaron para darle la bienvenida. Cuando le ofrecieron el tradicional Chema-changphu de bienvenida, lanzó unos granos al aire, tomó una pizca de tsampa y hundió ligeramente el dedo en tazas de chang y leche.
Su Santidad caminó con paso firme hasta el ascensor y luego por todo el templo hasta la puerta. Aquí y allá se detenía para dialogar con los miembros de la multitud y bendecir los rosarios que le tendían. Como ha sido su costumbre, se detuvo en un momento dado para sonreír y saludar a la gente que se congregaba para verlo desde el camino de abajo.
En el templo, Su Santidad tomó asiento en un trono engalanado con guirnaldas de caléndulas. Se puso un sombrero amarillo de pandita para recibir la bienvenida de Ven Samdhong Rinpoché, que era el lama que presidía la ceremonia de hoy. A Rinpoché se le sumaron para dirigir los actos, a su derecha, Ven Lobsang Dhargyey, Lobpön del monasterio de Namgyal y geshe Lobsang Dakpa, y, a su izquierda, Bari Rinpoché.
Se sirvió té, pan y arroz dulce.
Hoy, la ceremonia estaba relacionada con la Concesión de la Esencia de la Inmortalidad compuesta por el Gran Quinto Dalái Lama a raíz de una visión que tuvo de Guru Padmasambhava en forma de Amitayus. En el ritual se invocaron los Ocho Aspectos de Guru Rinpoché así como a Khandro Yeshé Tsogyal. En momentos clave de la representación, Su Santidad se puso un sombrero rojo de pandita.
Se recitó una oración en la que se invocaba a los Protectores del Dharma del Tíbet, incluidos los doce Ten-mas, que Su Santidad compuso en la década de 1970. Ven Samdhong Rinpoché y una representante de la Asociación de Mujeres Tibetanas (TWA) ofrecieron un mandala a Su Santidad pidiéndole que tuviera una vida muy larga. A continuación se le ofreció un jarrón de néctar de larga vida, licor de larga vida, píldoras de larga vida, una flecha de la longevidad adornada con un estandarte de seda y pasteles (tormas) rituales que representaban actividades pacíficas, de aumento, de control y de fuerza. A continuación se le entregaron bandejas con los ocho símbolos auspiciosos, los siete emblemas reales y las ocho sustancias auspiciosas.
Mientras tanto, una procesión continua de personas portando regalos atravesó el templo.
Se recitó la oración por la larga vida de Su Santidad compuesta por sus dos Tutores.
Siguió un interludio musical durante el cual los laicos tibetanos cantaron que pertenecen a un linaje que se remonta a la época de los reyes ancestrales. Declararon que habían nacido en la Tierra de las Nieves, donde la gente está especialmente relacionada con Chenrezig y ha de ser domada por él, debido a un buen karma y a oraciones y aspiraciones realizadas en el pasado. La canción continuaba refiriéndose a Su Santidad, que también nació en la Tierra de las Nieves y se ha convertido en un pilar de la paz en el mundo.
«Le estamos agradecidos, Su Santidad el Dalái Lama, Gyalwa Tenzin Gyatso —cantaron—, Por favor, permanezca firme y viva mucho tiempo. Usted es el protector del pueblo tibetano».
Dirigiéndose a la audiencia, Su Santidad dijo: «Así pues, hoy habéis repetido estas oraciones y me habéis hecho una petición para que viva mucho tiempo. Se han referido a mí como alguien que puede ayudar al pueblo de las Tres Provincias del Tíbet. Estamos aquí reunidos como resultado de los méritos y oraciones que hemos acumulado en el pasado, pero hemos nacido en un momento difícil.
»Nací en Amdo y me llamaron Lhamo Dhondup, pero me convertí en alguien capaz de explicar el dharma y entablar fructíferas conversaciones con los científicos. Creo que he podido contribuir a la causa del Tíbet y a la preservación del Budadharma. También he creado el karma y he hecho plegarias para ser de provecho para la gente de China, donde hay un creciente interés por las enseñanzas de Buda.
»Seguiré intentando cumplir los deseos de Buda. Mientras tanto, el espíritu del pueblo del Tíbet permanece impertérrito, por favor, les ruego que mantengan su moral alta. Nosotros, el pueblo de las Tres Provincias del Tíbet, mantenemos estas increíbles tradiciones, la herencia que recibimos de Nalanda. Me gustaría darles las gracias a todos por las diversas contribuciones que han hecho».
Siguió una oración a Gurú Padmasambhava. Los representantes de los patrocinadores de la ceremonia de hoy se acercaron al trono y presentaron sus respetos a Su Santidad. Éste entregó a cada uno de ellos un pañuelo de seda blanco y una cinta roja protectora.
Se elevaron plegarias a Guru Rinpoché y se ofreció un mandala a Su Santidad en agradecimiento por haber aceptado la petición de vivir mucho tiempo.
La ceremonia concluyó con la Oración por la larga vida de Su Santidad en una sola estrofa, la Alabanza a Amitayus, la Oración por el florecimiento de las enseñanzas no sectarias de Buda, tras lo que se añadieron las oraciones: Buenos auspicios de las Tres Joyas y la Oración de las palabras de la verdad. Su Santidad salió del templo y, sonriendo a los miembros de la congregación a ambos lados del camino mientras avanzaba, se dirigió al ascensor. En el patio del templo subió a un carrito de golf y, todavía sonriente y saludando a la gente que trataba de llamar su atención, condujo de vuelta a su residencia.