Shewatsel, Leh, Ladakh, India - Su Santidad el Dalái Lama se reunió esta mañana en Ladakh con 30 miembros principales del equipo de SEE Learning. Le contaron que desde el lanzamiento del programa en Ladakh, hace poco más de un año, han formado a 500 profesores para que apliquen la formación social, emocional y ética en las escuelas locales. Ayer, 150 profesores de Leh y Kargil se reunieron para conversar sobre su experiencia de trabajo con el programa. Su portavoz dio las gracias a Su Santidad por haber tenido la visión de fomentar el desarrollo de SEE Learning.
«Me alegro de conocerles —les dijo Su Santidad—. Cuando los tibetanos nos exiliamos en la India, fuimos testigos del funcionamiento de la democracia y descubrimos que hay personas para las que la religión tiene poco atractivo. Por supuesto, la práctica religiosa puede ser muy útil, pero también ocurre que la gente utiliza la religión como excusa para fomentar el conflicto con los demás.
»En mi propia vida he recibido enseñanzas pertenecientes a las tradiciones sakya, kagyu y Ñingma, así como a la tradición geluk, y las practico todas. Pero la religión no es para todo el mundo y lo importante es que encontremos formas de animar a la gente a desarrollar cualidades positivas como el amor y la compasión sobre una base secular.
»Desde que nacemos nos nutrimos del afecto de nuestra madre. Formamos un vínculo natural con ella que no tiene nada que ver con la religión. En algunos aspectos, esta experiencia de amor y afecto está teñida de apego, pero en otros es simplemente una respuesta natural.
»A pesar del enorme número de personas que murieron de forma violenta en la primera y la segunda guerras mundiales, hoy en día hay personas que parecen estar impulsadas por el deseo de luchar, aunque ello pueda provocar una tercera guerra mundial. Persisten en desarrollar armas poderosas, ajenas al hecho de que si utilizan armas nucleares, ellas también serán destruidas. Si no nos esforzamos por construir la paz, toda la humanidad sufrirá.
»Tanto si seguimos una práctica religiosa como si no, todos necesitamos amor y compasión. La moralidad básica se deriva de esta necesidad. De hecho, las guerras se libran por falta de amor y compasión.
»Soy practicante budista, pero intento extraer del budismo las instrucciones sobre cómo desarrollar amor y compasión y presentarlas en un contexto laico. Aplicar una ética laica nos permite aprovechar y mejorar la experiencia de la compasión y el afecto que aprendemos de nuestras madres. Fíjense en los animales, se muestran afecto unos a otros sin la intervención de la religión. Del mismo modo, los niños revelan un afecto mutuo independientemente de la religión, la nación o la raza a la que pertenezcan. Los niños muestran una simpatía abierta que los adultos harían bien en emular.
»No necesitamos centrarnos en lo que puede dividirnos. Lo que necesitamos en su lugar es una conciencia de la unidad de la humanidad, una conciencia de que todos somos iguales. Debemos esforzarnos por construir la armonía en todo el mundo. Como seres humanos, todos tenemos el mismo tipo de rostro con dos ojos, una nariz y una boca. Si conociéramos a alguien con un tercer ojo, sería realmente extraño.
»Cuando los tibetanos llegamos al exilio y conocimos a todo tipo de personas diferentes, descubrimos que éramos iguales que ellos. Aunque nos hemos enfrentado a grandes dificultades como consecuencia de la invasión comunista china, hoy, cuando el pueblo chino sufre inundaciones generalizadas, sólo podemos sentir simpatía y preocupación por ellos. Estos desastres son un síntoma de la crisis climática. Como muestra de mi solidaridad con el pueblo chino, espero poder hacer un donativo para las tareas de socorro.
»Como practicantes budistas rezamos:
»Que todos los seres sensibles tengan felicidad y las causas de la felicidad. Que todos los seres carezcan del sufrimiento y de las causas del sufrimiento.
»Y aunque sólo tengamos una vaga idea de lo que significa “todos los seres sensibles”, al menos podemos enfocarnos en todos los seres de esta tierra.
»Como ya he dicho, siento una gran simpatía por el pueblo chino que lucha contra estas inundaciones y espero que tenga el valor de superar los retos a los que se enfrenta. Nuestras escrituras mencionan que el mundo acabará siendo destruido por el agua, el fuego o el viento, y el calentamiento global parece indicar que será por el fuego.
»Cuando llegué por primera vez a Ladakh, uno de mis compañeros estaba angustiado por lo estériles que eran las colinas. Gracias a sus constantes esfuerzos por plantar árboles y demás, la situación ha mejorado.
»En Dharamsala y en otros lugares de las llanuras de la India, en esta época del año, hace un tiempo húmedo y lluvioso. Cuando vengo a Ladakh agradezco que el tiempo sea seco y la temperatura moderada. También estoy agradecido por el afecto que me demuestran. Gracias».
Preguntado por la diferencia entre empatía y compasión, Su Santidad explicó que la compasión consiste en trabajar para liberar a los demás del sufrimiento. Mencionó que hay tres tipos de sufrimiento: el sufrimiento del sufrimiento, el sufrimiento del cambio y el sufrimiento omnipresente, que impregna el ciclo de la existencia. Añadió que mientras trabajemos bajo la influencia del karma y la ilusión, sufriremos. Éstas son las circunstancias de las que buscamos liberarnos.
Declaró que ha meditado durante años sobre la mente del despertar o bodichita y la sabiduría que comprende la vacuidad. Como consecuencia, ha acumulado experiencia en el camino de la acumulación y espera alcanzar el camino de la preparación. Más allá está el camino de la visión, la consecución de la verdadera cesación y la primera tierra del bodisatva. A partir de ahí es cuestión de ascender por los caminos y las tierras hasta alcanzar la budeidad. Cuando vea que lograrlo es realmente posible, le aportará una gran confianza en que ha hecho que su vida humana merezca la pena.
Cuando le preguntaron qué se puede hacer para reducir el consumo de drogas, Su Santidad respondió que se trata de un problema que deriva de la miopía. Las personas que recurren a las drogas no ven otra solución a sus problemas y se sienten atraídas por la gratificación a corto plazo que aportan las drogas. Los jóvenes necesitan ver sus vidas en un contexto más amplio. Los padres y los profesores harían bien en aconsejar a los que tienen a su cargo que adopten una visión más amplia y extendida de las opciones a su disposición, de lo que pueden hacer.
Por último, se preguntó a Su Santidad qué consejo daría a un profesor de SEE Learning que acaba de iniciarse en el programa. Sugirió que, en materia de educación, no es necesario introducir ideas religiosas como la existencia de vidas pasadas y futuras. Es mucho más importante centrarse en cuestiones más inmediatas del aquí y ahora, hacer de la ética secular la base sobre la que derrotar los problemas.
Su Santidad señaló que ha tratado de cultivar la mente que aspira al despertar o bodichita, así como una visión de la vacuidad, a lo largo de su vida, pero reconoce que este tipo de experiencia no es para todo el mundo. Todo lo que ha conseguido ha sido fruto del esfuerzo.
Señala que rezar a Chenrezig, la encarnación de la compasión, es un medio para lograr el crecimiento interior. Del mismo modo, acudir a Manyushri puede ayudarnos a mejorar nuestra inteligencia y sabiduría al disipar la oscuridad de la ignorancia de nuestra mente.
Señaló que cada vez más científicos modernos se interesan y estudian las enseñanzas de la tradición de Nalanda sobre el funcionamiento de la mente y las emociones.
Dio las gracias a los delegados por haber venido a verlo.