Riga, Letonia - Ayer, Su Santidad el Dalái Lama voló de la India a Letonia vía Helsinki. Esta mañana, con un viento helado que soplaba por las calles y los parques de la capital, Riga, se dirigió a la sala Skonto, donde le esperaba una audiencia de 4.500 personas. De los aproximadamente 3.000 que habían venido de Rusia, unos 500 eran de Kalmykia, 3-400 de Buriatia y 100 de Tuva. Cuando Su Santidad subió al escenario, muchos se adelantaron para ver de cerca cómo los saludaba. Tomó asiento ante una enorme reproducción de un cuadro de los 17 Maestros de Nalanda y sugirió que se recitara el Sutra del Corazón primero en sánscrito y luego en letón. Las enseñanzas de Su Santidad, organizadas por la Fundación Salvar el Tíbet (Moscú) y Saglabasim Tibetu (Riga), están siendo traducidas y transmitidas por Internet en inglés, letón, estonio, ruso y mongol, además de en tibetano.
«Aquí estamos una vez más en Letonia —comenzó Su Santidad—, y me gustaría dar las gracias a los organizadores por haber creado esta oportunidad para que pueda dar algunas explicaciones sobre las enseñanzas budistas. No hace mucho tiempo, cuando estuve aquí para dar una introducción al budismo, un ruso me dijo lo difícil que es para muchos de sus compatriotas viajar a la India debido a las limitaciones económicas. Me dijo que sería mucho más fácil para ellos venir a Letonia. Le dije que lo estudiaría y me alegré al ver que mis amigos de aquí apoyaban la idea, así que aquí estamos y ha venido un gran número de personas.
»Los seres humanos somos todos iguales; esencialmente no hay diferencias entre nosotros. Todos nacemos de la misma manera y todos morimos de la misma manera. Tenemos que reconocer esta unidad de la humanidad: todos queremos evitar el sufrimiento y encontrar la felicidad. Si nos centramos en cambio en las diferencias entre nosotros, pronto nos vemos en términos de "nosotros" y "ellos" y se producen divisiones más profundas. En cambio, si toda la humanidad estuviera en paz, todos seríamos felices».
Su Santidad recordó que cuando vino por primera vez a Europa en 1973 le impresionó la comprensión de que incluso donde había un gran desarrollo material, las personas seguían siendo infelices. Al mismo tiempo, reconoció y admiró el espíritu de la UE al poner el bien de la comunidad en general por encima de los intereses de las naciones individuales. El resultado fue que, aunque no pudieran ayudarse mutuamente, no se harían daño.
Observó que, en general, todas las tradiciones religiosas enseñan el amor y la compasión. Mientras que en Siria e Irak existe actualmente un conflicto entre suníes y chiíes, en la India, la democracia más poblada del mundo, con su multitud de religiones, prevalece la armonía interreligiosa. Todas las religiones, dijo, tienen un aspecto religioso, que implica la práctica del amor, la compasión, la tolerancia y la autodisciplina. En sus aspectos filosóficos hay una serie de diferencias, pero su propósito es apoyar y fomentar la práctica del amor y la compasión. Las tradiciones teístas creen que todo ha sido creado por Dios, a menudo representado como amor o misericordia infinitos, una chispa de ese amor y esa piedad está dentro de todos nosotros.
Otras tradiciones, como el jainismo y el budismo, no creen en un Dios creador, pero enseñan que la responsabilidad del dolor y el placer recae sobre nuestros propios hombros. Si no queremos sufrir debemos evitar las acciones negativas y si queremos la felicidad debemos hacer el bien.
Todas las religiones tienen también un aspecto cultural. En la época en que Mahavira fundó el jainismo en la India, estaban muy extendidos los sacrificios de animales con consecuencias económicas negativas. Mahavira enseñó una estricta no violencia y el vegetarianismo. Poco después, Buda también hizo hincapié en el no dañar y la no violencia. Los aspectos culturales reflejan los valores de la época, por lo que hoy en día el sistema de castas en la India está reñido con la democracia y la igualdad de derechos. Su Santidad dijo que hace un llamamiento a los líderes espirituales indios para que señalen estos inconvenientes e introduzcan el cambio.
«El Buda —explicó Su Santidad—, nació en el seno de una familia real, renunció a la cómoda vida de un príncipe y se dedicó a las austeridades durante seis años. Finalmente se sentó bajo el árbol Bodhi cerca del río Niranjana y alcanzó la iluminación. Aunque se preguntaba si alguien más entendería lo que él había comprendido, encontró a sus antiguos compañeros de austeridades y les explicó las Cuatro Nobles Verdades. Éstas constituyen el primer giro de la rueda del dharma y forman la base de las tradiciones pali y sánscrita del budismo.
»El Sutra del Corazón consiste en un diálogo entre Avalokiteshvara y Shariputra, una enseñanza a la que asisten aquellos con karma puro. Algunos dicen que, por no haber sido registradas históricamente, las enseñanzas de la perfección de la sabiduría, a las que pertenece este sutra, no fueron enseñadas por Buda. Maestros como Nagaryuna y Bhavaviveka, por el contrario, defendieron que son las enseñanzas del Buda. Explican la ausencia de entidad o la vacuidad, que nada tiene características definitorias, que los fenómenos no tienen existencia intrínseca. Nagaryuna mantuvo y reavivó estos principios filosóficos.
»También pertenecientes a la tradición de Nalanda, Dignaga y Dharmakirti escribieron sobre lógica y epistemología. La enseñanza que vamos a repasar hoy procede del Comentario al 'Compendio de la cognición válida' de Dignaga. Como había oído que a principios del siglo XX un erudito ruso, Fyodor Shcherbatskoy, tradujo algunas de las obras de Dharmakirti al ruso y al inglés, cuando estábamos conversando sobre cuál debía ser el tema para estas enseñanzas, decidimos que el segundo capítulo de la obra clásica de Dharmakirti sobre la Cognición Válida sería apropiado».
Su Santidad señaló que, aunque el budismo se extendía a lo largo y ancho del Tíbet, los que realmente lo estudiaban eran pocos. En consecuencia, en los primeros días en el exilio animó a los monasterios que hasta entonces se habían ocupado principalmente de realizar rituales a que retomaran el estudio de los textos clásicos. También animó a los conventos a emprender dichos estudios, con el resultado de que este mismo año se concederá a las monjas cualificadas el título de Gueshe.
Su Santidad observó que la comprensión de la ausencia de entidad, que es exclusiva de las enseñanzas budistas, nos permite reducir nuestra forma exagerada de ver los fenómenos. Informó de que el psiquiatra estadounidense Aaron Beck le había dicho algo parecido, que cuando estamos enfadados o apegados a algo o a alguien, éstos parecen totalmente negativos o totalmente atractivos. De hecho, declaró Beck, se trata de una proyección mental en un 90%.
Así pues, reflexionar sobre la vacuidad junto con la mente del despertar o bodichita es una fuente de paz mental. Su Santidad dijo que esa paz interior fomenta la salud, el bienestar y la longevidad. Además, añadió, si seguimos el enfoque de los inteligentes y aplicamos la razón en nuestros estudios, la tradición budista sobrevivirá mucho tiempo.
A Su Santidad se unieron para el almuerzo 15 parlamentarios de los países bálticos: dos de Estonia, tres de Lituania y diez de Letonia, junto con los principales colaboradores de cada país.
Al reanudar sus enseñanzas tras el almuerzo, Su Santidad invitó primero a los asistentes a formular preguntas. En sus respuestas, explicó lo mucho que aprecia el vegetarianismo y cómo se observa ahora en las cocinas comunes de los monasterios tibetanos de la India, a pesar de su propia incapacidad para ser totalmente vegetariano.
Aconsejó a los budistas de San Petersburgo que superaran las diferencias sectarias reconociendo que todas las tradiciones budistas tibetanas tienen sus raíces en la tradición de Nalanda. Sugirió que, dado que los budistas de Moscú sienten la necesidad de un edificio común en el que reunirse, podrían establecer un centro de aprendizaje que también podría ser un lugar para estudios académicos y reuniones interconfesionales.
Continuando con la lectura del segundo capítulo del Comentario sobre el "Compendio de la cognición válida" de Dignaga, Su Santidad se refirió a cómo el Buda se convirtió en un guía fiable y a cómo la cognición válida, al ser una conciencia que se corresponde con la realidad, no es engañosa. Sus observaciones también aclararon que la causa sustancial de la conciencia debe ser la conciencia.
Reiteró que, al explicar el surgimiento dependiente, el Buda nos enseñó a superar los puntos de vista distorsionados. Esta sabiduría es un poderoso antídoto contra la ignorancia. Aplicándola podemos eliminar la ignorancia de nuestros continuos mentales. Por último, señaló que el Buda no enseñó sobre el sufrimiento para asustarnos, sino para mostrarnos la realidad, la posibilidad de su cesación mediante el cultivo del camino. Aclaró que comprender las Cuatro Nobles Verdades en el contexto de las Dos Verdades —la convencional y la última— es la forma de refugiarse en las Tres Joyas sobre la base de la razón.
Su Santidad anunció que, además de seguir leyendo el texto, mañana ofrecería la oportunidad a las personas del público de participar en una ceremonia de generación de la mente del despertar o bodichita.