Mucha gente parece estar entusiasmada con el nuevo milenio, pero el nuevo milenio en sí mismo no será nada especial. A medida que entremos en el nuevo milenio las cosas serán iguales; no habrá nada inusual. Sin embargo, si realmente queremos que el próximo milenio sea más feliz, más pacífico y más armonioso para la humanidad, tendremos que hacer el esfuerzo de hacerlo. Está en nuestras manos, pero especialmente en las manos de la generación más joven.
Hemos tenido muchas experiencias durante este siglo, tanto constructivas como extremadamente destructivas. Debemos aprender de estas experiencias. Tenemos que abordar el próximo milenio de manera más holística, con más apertura y visión de futuro. Si vamos a hacer los esfuerzos adecuados para mejorar el futuro del mundo, creo que los siguientes asuntos son de gran importancia.
1. Mientras nos comprometemos en el progreso material y cuidamos del bienestar físico, necesitamos prestar igual atención al desarrollo de la paz mental y así cuidar el aspecto interno de nuestro ser.
2. Junto con la educación, que por lo general sólo se ocupa de los logros académicos, necesitamos desarrollar más altruismo y un sentido de cuidado y responsabilidad por los demás en las mentes de la generación más joven que estudia en diversas instituciones educativas. Esto puede hacerse sin necesidad de involucrar a la religión. Por lo tanto, se podría llamar a esto "ética secular", ya que de hecho consiste en cualidades humanas básicas como la bondad, la compasión, la sinceridad y la honestidad.
3. Este último siglo, en cierto modo, ha sido un siglo de guerra y derramamiento de sangre. Se ha visto un aumento año tras año en el gasto en defensa por parte de la mayoría de los países del mundo. Si queremos cambiar esta tendencia, debemos considerar seriamente el concepto de no violencia, que es una expresión física de compasión. Para que la no violencia sea una realidad, primero debemos trabajar en el desarme interno y luego en el desarme externo. Con desarme interno me refiero a librarnos de todas las emociones negativas que resultan en violencia. El desarme externo también tendrá que hacerse gradualmente, paso a paso. En primer lugar, debemos trabajar en la abolición total de las armas nucleares y avanzar gradualmente hacia la desmilitarización total en todo el mundo. En el proceso de lograrlo, también tenemos que trabajar para detener el comercio de armas, que sigue siendo una práctica muy extendida porque es muy lucrativo. Cuando tomemos todas estas medidas, podremos esperar ver en el próximo milenio, año tras año, una disminución de los gastos militares de las distintas naciones y un trabajo gradual hacia la desmilitarización. Por supuesto, los problemas humanos siempre permanecerán, pero la forma de resolverlos debe ser a través del diálogo y el debate. El próximo siglo debería ser un siglo de diálogo y debate y no un siglo de guerra y derramamiento de sangre.
4. Tenemos que abordar la cuestión de la brecha entre ricos y pobres, tanto a nivel mundial como nacional. Esta desigualdad, con algunos sectores de la comunidad humana en abundancia y otros en el mismo planeta pasando hambre o incluso muriendo de hambre, no sólo es moralmente errónea, sino también prácticamente una fuente de problemas. Igualmente importante es la cuestión de la libertad. Mientras no haya libertad en muchas partes del mundo no puede haber paz real y, en cierto sentido, no puede haber libertad real para el resto del mundo.
5. Por el bien de nuestras generaciones futuras, necesitamos cuidar nuestra tierra y nuestro medio ambiente. Los daños al medio ambiente son a menudo graduales y no son fáciles de percibir, y cuando nos damos cuenta de ello, por lo general es demasiado tarde. Dado que la mayoría de los principales ríos que desembocan en muchas partes del sudeste asiático tienen su origen en la meseta tibetana, no estará fuera de lugar mencionar aquí la importancia crucial de cuidar el medio ambiente en esa zona.
6. Por último, uno de los mayores desafíos actuales es la explosión demográfica. A menos que seamos capaces de abordar esta cuestión con eficacia, nos enfrentaremos al problema de que los recursos naturales son inadecuados para todos los seres humanos de esta tierra.
Tenemos que examinar seriamente estas cuestiones que nos preocupan a todos si queremos mirar hacia el futuro con cierta esperanza.
1 de enero de 2000