Bruselas, Bélgica, 4 de diciembre de 2008
Su Excelencia, Señor Presidente, honorables Miembros del Parlamento, señoras y señores.
Es un gran honor hablar hoy ante ustedes y les doy las gracias por su invitación. Dondequiera que voy, mi principal interés o compromiso es promover los valores humanos, tales como la calidez de corazón, considerando esto como el factor clave para una vida feliz a nivel individual, familiar y comunitario. En nuestros tiempos modernos, parece que no se presta suficiente atención a estos valores internos. Por lo tanto, el promoverlos es mi compromiso número uno.
Mi segundo interés o compromiso es la promoción de la armonía entre las religiones. Aceptamos la necesidad del pluralismo en la política y la democracia, pero a menudo parecemos más dudosos sobre la pluralidad de credos y religiones. A pesar de sus diferentes conceptos y filosofías, todas las grandes tradiciones religiosas sostienen los mismos mensajes de amor, compasión, tolerancia, contentamiento y disciplina personal. Éstas también son similares en el potencial para ayudar a los seres humanos a llevar vidas más felices, es así que estos dos son mis principales intereses y compromisos.
Por supuesto, la cuestión de Tíbet es también de particular interés para mí y tengo una especial responsabilidad para con el pueblo de Tíbet que continua poniendo su esperanza y confianza en mí, durante este período de mayor dificultad en la historia de Tíbet. El bienestar del pueblo tibetano es mi constante motivación y me considero su libre portavoz en el exilio.
La última vez que tuve el privilegio de dirigirme al Parlamento Europeo (PE), el 24 de octubre de 2001, “a pesar de cierto nivel de desarrollo y progreso económico, Tíbet sigue enfrentándose a problemas fundamentales de supervivencia. Las graves violaciones de los derechos humanos se han generalizado en todo Tíbet y, a menudo, son el resultado de las políticas de discriminación racial y cultural. Sin embargo, no son más que los síntomas y consecuencias de un problema más profundo. Las autoridades chinas ven a la cultura y la religión de Tíbet como fuente de amenaza de separación. Por ende, como resultado de políticas deliberadas todo un pueblo junto a su cultura e identidad únicas, enfrentan la amenaza de extinción”.
Desde marzo de este año, los tibetanos de toda clase y en toda la meseta tibetana se manifestaron contra la opresión y las políticas discriminatorias de las autoridades chinas en Tíbet. Con plena consciencia del peligro inminente para sus vidas, los tibetanos de todo Tíbet conocido como Choka-Sum (U-Tsang, Kham y Amdo), jóvenes y viejos, hombres y mujeres, monásticos y laicos, creyentes y no creyentes, incluidos los estudiantes, se unieron para expresar espontánea y valientemente su angustia, insatisfacción y quejas auténticas sobre las políticas del gobierno chino. Me he sentido profundamente triste por la pérdida de vidas, tanto tibetanas como chinas, y de inmediato hice un llamado a las autoridades chinas a la moderación. Dado que las autoridades chinas me han culpado de orquestar los recientes acontecimientos al interior de Tíbet, he solicitado repetidamente que un cuerpo internacional independiente y respetado lleve a cabo una investigación exhaustiva sobre el tema, incluyendo una invitación a Dharamsala, India. Si el gobierno chino no tiene ninguna prueba para sostener tan graves acusaciones, ellos deben revelar esto al mundo.
Lamentablemente, las autoridades chinas han recurrido a métodos brutales para hacer frente a la situación en Tíbet, a pesar de los llamados de muchos líderes mundiales, organizaciones no gubernamentales y personalidades de prestigio internacional a fin de evitar la violencia y mostrar moderación. En el proceso, gran número de tibetanos han sido asesinados, miles heridos y detenidos. La suerte de muchos sigue siendo totalmente desconocida. Incluso, cuando me encuentro aquí ante ustedes, en muchas partes de Tíbet existe una gran presencia de policías armados y militares. En muchas zonas los tibetanos siguen sufriendo bajo un estado de facto de ley marcial. Hay una atmósfera de angustia e intimidación. Los tibetanos en Tíbet viven en un constante estado de temor a ser el próximo a ser detenido. Sin observadores internacionales y periodistas, incluso a los turistas no se les permite estar en muchas partes de Tíbet. Estoy profundamente preocupado por la suerte de los tibetanos. Actualmente, las autoridades chinas tienen la mano completamente libre en Tíbet. Es como si los tibetanos se enfrentaran a una pena de muerte, una sentencia dirigida a eliminar el espíritu del pueblo tibetano.
Muchos miembros honorables del Parlamento Europeo están conscientes de mis constantes esfuerzos por encontrar una solución mutuamente aceptable al problema de Tíbet mediante el diálogo y las negociaciones. En este espíritu, en 1988 en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, presenté una propuesta formal para las negociaciones, la que no requiere la separación y la independencia de Tíbet. Desde entonces, nuestras relaciones con el gobierno chino han tenido muchos giros. Después de una interrupción de casi 10 años, en 2002 se volvió establecer contacto directo con los dirigentes chinos. Se han celebrado extensos debates entre mis enviados y representantes de los dirigentes chinos. En estos encuentros hemos presentado claramente las aspiraciones del pueblo tibetano. La esencia de mi Propuesta de la Vía del Medio es para garantizar una verdadera autonomía para el pueblo tibetano, dentro del ámbito de aplicación de la Constitución de la RPC.
Durante la séptima ronda de conversaciones en Beijing el 1 y 2 de julio de este año, la parte china nos invitó a presentar nuestros puntos de vista sobre la forma de una verdadera autonomía. En consecuencia, el 31 de octubre de 2008 se presentó a los dirigentes chinos el Memorándum sobre una Autonomía Genuina para el Pueblo Tibetano. Este memorándum expone nuestra posición sobre una autonomía genuina y cómo las necesidades básicas de la nacionalidad tibetana de autonomía y auto-gobierno se pueden resolver. Hemos presentado estas sugerencias con el único propósito de hacer un esfuerzo sincero para hacer frente a los problemas reales en Tíbet. Confiamos en que con buena voluntad, las cuestiones planteadas en nuestro memorándum podrían implementarse.
Infortunadamente, la parte china ha rechazado nuestro memorándum en su totalidad, marcando nuestras sugerencias como un intento de “semi-independencia” e “independencia disfrazada” y, por esa razón, inaceptables. Además, la parte china nos acusa de “depuración étnica” porque nuestro memorándum pide el reconocimiento del derecho a las zonas autónomas “a regular la residencia, establecimiento y empleo o actividades económicas de las personas que deseen trasladarse a zonas tibetanas desde otras partes de la RPC”.
En nuestro memorándum dejamos en claro que neutra intención no es expulsar a los no tibetanos. Nuestra preocupación es el movimiento inducido de masas principalmente de la etnia Han, como también de otras nacionalidades, a muchas zonas tibetanas, lo que a su vez margina a la población nativa de Tíbet y amenaza el frágil entorno natural. Los principales cambios demográficos que se derivan de la migración masiva conducen a la asimilación en lugar de la integración del pueblo tibetano en la RPC y, gradualmente, conduce a la extinción de la cultura e identidad del pueblo tibetano.
Los casos de los pueblos de Manchuria, Mongolia Interior y Turkestán Oriental en la RPC son ejemplos claros de las consecuencias devastadoras de una masiva transferencia de población de la etnia dominante Han a las nacionalidades minoritarias. Actualmente, el lenguaje, la escritura y la cultura de las personas manchú se han extinguido. Hoy en Mongolia Interior sólo el 20% de la población está compuesto de mongoles nativos, en una población total de 24 millones.
A pesar de las afirmaciones de lo contrario, por parte de algunos funcionarios chinos de línea dura, a partir de las copias de nuestro memorándum que se ha puesto a vuestra disposición, resulta evidente que hemos abordado sinceramente las preocupaciones del gobierno chino acerca de la soberanía y la integridad territorial de la RPC. El memorándum se explica por sí mismo. Mucho agradecería sus comentarios y sugerencias.
Aprovecho esta oportunidad para hacer un llamado a la Unión Europea y al Parlamento, a hacer uso de sus buenos oficios, sin escatimar esfuerzos, con el fin de persuadir a los dirigentes chinos a resolver el tema de Tíbet mediante negociaciones serias para el bien común de los pueblos tibetano y chino.
Mientras rechazo firmemente el uso de la violencia como un medio en nuestra lucha, sin duda tenemos derecho a explorar todas las demás opciones políticas a nuestra disposición. En el espíritu de la democracia, solicité una reunión especial de los tibetanos en el exilio para discutir el estado del pueblo tibetano y el estado del tema de Tíbet y el curso futuro de nuestro movimiento. La reunión tuvo lugar entre el 17 y 22 de noviembre de 2008 en Dharamsala, India. El fracaso de los dirigentes chinos para responder positivamente a nuestras iniciativas, ha reafirmado la sospecha de muchos tibetanos de que el gobierno chino no tiene interés alguno en hallar una solución mutuamente aceptable. Muchos tibetanos siguen creyendo que el liderazgo chino está empeñado en lograr una asimilación y absorción enérgicas y cabales de Tíbet hacia China. Por lo tanto, exigen la independencia total de Tíbet. A pesar de estos diferentes puntos de vista, los delegados resolvieron por unanimidad en la Reunión Extraordinaria facultarme para decidir el mejor enfoque, en conformidad con la situación imperante y los cambios que se producen en Tíbet, China y el resto del mundo. Voy a estudiar las sugerencias formuladas por unos 600 dirigentes y delegados de comunidades de tibetanos en todo el mundo, incluidos los puntos de vista que hemos reunido a partir de una sección transversal de los tibetanos en Tíbet.
Soy un firme creyente en la democracia. En consecuencia, he alentado a los tibetanos en el exilio para seguir el proceso democrático. Hoy en día, la comunidad de refugiados tibetanos puede ser una de las pocas comunidades de refugiados que han establecido los tres pilares de la democracia: el poder legislativo, el judicial y el ejecutivo. En 2001, dimos otro gran paso en el proceso de democratización al elegir al presidente del Kashag (gabinete) de la Administración Tibetana en exilio, elegido por voto popular.
Siempre he sostenido que en última instancia, el pueblo tibetano debe ser capaz de decidir el futuro de Tíbet. Como Pandit Nehru, el Primer Ministro de la India declaró en el Parlamento de India el 7 de diciembre de 1950: “La última voz en lo que respecta a Tíbet debe ser la voz del pueblo de Tíbet y la de nadie más”.
El tema de Tíbet tiene dimensiones e implicancias que van mucho más allá de la suerte de los seis millones de tibetanos. Tíbet está situado entre la India y China. Por siglos, Tíbet actuó como una zona pacífica de amortiguación que separa los dos países más poblados de la Tierra. Sin embargo, en 1962, sólo unos pocos años después de la llamada “liberación pacífica de Tíbet”, el mundo fue testigo de la primera guerra entre los dos gigantes asiáticos. Esto demuestra claramente la importancia de una solución justa y pacífica de la cuestión de Tíbet para garantizar una confianza y amistad verdaderas y perdurables entre las dos naciones más poderosas de Asia. El problema tibetano está también relacionado con el frágil medio ambiente de Tíbet, el que los científicos han llegado a concluir, tiene un impacto sobre gran parte de Asia y concierne a miles de millones de personas. La meseta tibetana es la fuente de muchos de los ríos más grandes de Asia. Los glaciares de Tíbet son la mayor masa de hielo de la Tierra aparte de los polos. Algunos ambientalistas de hoy se refieren a Tíbet como el Tercer Polo. Y, si la actual tendencia del calentamiento continúa, el río Indus podría secarse dentro de los próximos 15-20 años. Por otra parte, el patrimonio cultural de Tíbet se basa en el principio budista de la compasión y la no violencia. Por lo tanto, no sólo se refiere a los seis millones de tibetanos, sino también a los más de trece millones de personas en todo el Himalayas, Mongolia y las Repúblicas de Kalmykia y Buryat en Rusia, incluido un creciente número de hermanos y hermanas chinos que comparten esta cultura, que tiene el potencial de contribuir a un mundo pacífico y armonioso.
Mi máxima ha sido siempre esperar lo mejor y prepararse para lo peor. Con esto en mente, he asesorado a los tibetanos en el exilio para realizar esfuerzos más rigurosos en la educación de la generación más joven de tibetanos, en el fortalecimiento de nuestras instituciones culturales y religiosas en el exilio con el objetivo de preservar nuestro rico patrimonio cultural; en la expansión y el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la sociedad civil entre la comunidad de refugiados tibetanos. Uno de los principales objetivos de nuestra comunidad en exilio, es preservar nuestro patrimonio cultural allí en donde haya la libertad de hacerlo y ser la voz libre de nuestro pueblo cautivo al interior de Tíbet. Las tareas y desafíos que enfrentamos son enormes. Como una comunidad de refugiados, nuestros recursos naturalmente están limitados. Nosotros los tibetanos, necesitamos también hacer frente a la realidad de que nuestro exilio puede durar mayor tiempo. Por lo tanto, estamos agradecidos a la Unión Europea por la asistencia en nuestros esfuerzos educacionales y culturales.
No tengo duda alguna de que el justo y consecuente compromiso del PE con China tendrá un impacto en el proceso de cambio que ya está teniendo lugar en China. La tendencia mundial es una mayor apertura, libertad, democracia y respeto de los derechos humanos. Tarde o temprano, China tendrá que seguir la tendencia mundial. En este contexto, deseo elogiar al PE por la adjudicación del prestigioso Premio Sakharov al defensor de los derechos humanos en China, Hu Jia. Es una señal importante mientras vemos como china avanza rápidamente. Con su nueva situación, China está en condiciones de desempeñar un importante papel de liderazgo en el escenario mundial. Con el fin de cumplir este papel, creo que es vital que China cuente con apertura, transparencia y el imperio de la ley la libertad de información y pensamiento. No cabe duda de que las actitudes y las políticas de los miembros de la comunidad internacional respecto de China, tendrán un impacto en el curso del cambio que tiene lugar en China, así como en los acontecimientos y desarrollos al interior de la nación.
En contraste con la continua y extremadamente rígida actitud del gobierno chino hacia Tíbet, afortunadamente entre el pueblo chino –especialmente entre los círculos informados y educados de China-, hay una creciente comprensión y simpatía por la difícil situación del pueblo tibetano. Aunque mi fe en los dirigentes chinos con respecto a Tíbet se está volviendo más y más escasa, mi fe en el pueblo chino sigue siendo inquebrantable. Por lo tanto, estoy aconsejando al pueblo tibetano a que realice esfuerzos concertados para llegar al pueblo chino. Intelectuales chinos criticaron abiertamente la dura represión de las manifestaciones tibetanas por el gobierno chino en marzo de este año y pidieron la moderación y el diálogo en la solución de los problemas en Tíbet. Abogados chinos se ofrecieron públicamente para representar a los manifestantes tibetanos detenidos en los juicios. Hoy en día, cada vez hay mayor comprensión, simpatía, apoyo y solidaridad entre nuestros hermanos y hermanas chinos sobre la difícil situación de los tibetanos y de sus legítimas aspiraciones. Esto es muy alentador. Aprovecho esta oportunidad para agradecer a los valientes hermanos y hermanas chinos por su solidaridad.
También doy mi agradecimiento al Parlamento Europeo por mostrar su preocupación y apoyo consistentes a la justa y pacífica lucha tibetana. Su simpatía, apoyo y solidaridad siempre han sido una gran fuente de inspiración y aliento para el pueblo tibetano, tanto dentro como fuera de Tíbet. Quisiera expresar una agradecimiento especial a los miembros del Grupo Inter-Tíbet del PE, que han hecho de la tragedia del pueblo tibetano no sólo un foco de su trabajo político, sino también una causa de sus corazones. Las numerosas resoluciones del PE sobre el tema de Tíbet han contribuido en gran medida a poner en relieve a difícil situación del pueblo tibetano y para elevar la conciencia de este tema entre el público y en los gobiernos aquí en Europa y en todo el mundo.
La consistencia del apoyo del Parlamento de la Unión Europea a Tíbet no ha pasado desapercibida en China. Lamento que esto haya causado algunas tensiones en las relaciones UE-China. Sin embargo, deseo compartir con ustedes mi sincera esperanza y la convicción de que el futuro de Tíbet y China avanzará más allá de la desconfianza; a una relación basada en el respeto mutuo, la confianza y el reconocimiento del interés común – independiente de la actual situación muy sombría en Tíbet y el estancamiento en el proceso de diálogo entre mis enviados y los dirigentes chinos. No me cabe duda de que sus permanentes expresiones de preocupación y apoyo a Tíbet tendrán un impacto positivo en el largo plazo y ayudarán a crear el entorno político necesario para una solución pacífica del tema de Tíbet. Por lo tanto, vuestro apoyo es crítico.
Les doy las gracias por el honor de compartir mis pensamientos con ustedes.
El Dalai Lama