Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Esta mañana Su Santidad el Dalái Lama acudió al Tsuglagkhang, el templo tibetano principal, para sumarse a la recitación de mantras mani (Om mani padme hung). Se trata de un acto que se celebra regularmente durante los primeros días de Saga Dawa, el cuarto mes del calendario tibetano, que conmemora el nacimiento, la iluminación y el fallecimiento de Buda Shakyamuni. Monjes, monjas y miembros laicos de la comunidad tibetana e himalaya local se reúnen en el templo para recitar manis varios millones de veces.
Su Santidad tomó asiento, flanqueado por el Abad y el Lobpön del Monasterio de Namgyal, frente a la estatua de Buda Shakyamuni y la estatua de madera de sándalo de Avalokiteshvara conocida como Kyirong Jowo o Wati Sangpo. Se trata de una de las tres estatuas célebres ante las que el Gran Quinto Dalái Lama realizó un retiro de Avalokiteshvara. Durante el retiro, supuestamente vio al rey Songtsen Gampo salir del corazón de esta estatua de Wati Sangpo.
Tras participar en la recitación del manis, Su Santidad se dirigió brevemente a la congregación:
«Hoy, personas de todas las clases sociales se han reunido aquí para recitar el mantra de seis sílabas de Avalokiteshvara: Om mani padme hung. Es la deidad suprema de la compasión y la deidad patrona del Tíbet. Todos, laicos y monjes, pueden recitar su mantra. Todo el mundo puede hacerlo con facilidad.
»Tengo sueños vívidos del Chenrezig (Avalokiteshvara) de mil brazos. Hay un gran propósito en el hecho de recitar el mantra de seis sílabas, pero lo más importante es que reflexionemos sobre la mente que aspira al despertar o bodichita y tratemos de obtener la visión de la vacuidad. Esto es lo que realmente complacerá a Chenrezig. El mero hecho de repetir como un loro el mantra, recitándolo mecánicamente sin pensar en la bodichita y la vacuidad, no le complacerá.
»Avalokiteshvara tiene la responsabilidad especial de inspirar a las gentes del Tíbet y de las regiones de los Himalayas. Si hacen todo lo posible por cultivar la bodichita y la visión de la vacuidad, a lo largo de un periodo de meses y años verán que su experiencia de ellas se profundiza. Yo mismo cultivo estos principios y descubro que realmente me hacen mucho bien.
«Amigos del Dharma, hagan todo lo posible por meditar en la bodichita y en la comprensión de la vacuidad. Háganlo todas las mañanas nada más levantarse; descubrirán que es realmente beneficioso».
A continuación, Su Santidad leyó la Súplica a Jowo Wati Sangpo, que había escrito a petición del Monasterio de Dzongkar Choede, donde había un templo de Wati Sangpo establecido a petición del Gran Quinto Dalái Lama. Mientras leía la oración, Su Santidad comentó:
«Por supuesto, todas estas deidades iluminadas se encuentran en el mismo nivel de realización, pero Chenrezig tiene una conexión especial con el Tíbet y las regiones de los Himalayas y cuida de la gente que vive allí, como reza esta cuarta estrofa:
»Incluso ahora, si la gente del País de las Nieves
te adora y te reza sólo a ti con fe ferviente,
por favor, considera nuestro insoportable sufrimiento
y líbranos de él con tus manos compasivas".
Su Santidad repitió tres veces el útlimo verso de la oración: «Que un océano de buena voluntad se extienda en todas direcciones».
«Por un lado —observó , los tibetanos vivimos en el exilio, pero por otro, se ha producido un crecimiento sin precedentes en el interés por el budismo en todo el mundo. Esto se debe a las bendiciones de Avalokiteshvara. Está muy claro que los tibetanos y los habitantes de las regiones de los Himalayas son devotos de Avalokiteshvara. Desde que era niño, he recitado su mantra —Om mani padmé hung—, así como: Om a ra pa tsa na dhih, el mantra de Manyushri. He rezado tanto a Manyushri como a Avalokiteshvara para que sus buenas huellas se manifiesten en mí y he buscado constantemente las bendiciones de Avalokiteshvara.
«Hoy os insto a todos, monjes y laicos, a cultivar un buen corazón, a ser amables, creáis o no en la religión, y a evitar los pensamientos maliciosos y la codicia. Podéis hacerlo; es algo relevante para todos y cada uno de nosotros.
»Cuanto más reflexionemos sobre la mente que aspira al despertar o bodichita y más cultivemos la comprensión de la vacuidad, más alegre será la expresión del rostro de Wati Sangpo. Por otro lado, aunque visualicemos magníficas deidades iracundas con tres caras y seis manos, no hay garantía de que hagamos más feliz a Wati Sangpo. Lo que le hará feliz es que hagan todo lo posible por cultivar la mente que aspira al despertar y la comprensión de la vacuidad. Si tienen un corazón bondadoso y ayudan a los demás, sin duda inducirán a Wati Sangpo a mostrarles su rostro más alegre.
»Desde que recibí el título de “Dalái Lama” intento cumplir los deseos y aspiraciones de Wati Sangpo. Todos tenemos conexiones con él que continúan de vida en vida. Por eso cultivo la bodichita y la sabiduría que comprende la vacuidad y se las enseño también a mis amigos del Dharma. Es más, aconsejo a la gente de todo el mundo, aunque no tengan fe religiosa, que sean amables y compasivos. Hay muchas personas que, aunque antes no tenían ningún interés en el budismo, ahora generan una actitud altruista y meditan sobre la compasión. Éstas son bendiciones de Avalokiteshvara y seguiré sirviéndole lo mejor que pueda.
«El budismo no es una cuestión de mera fe, sus enseñanzas nos invitan a la reflexión, lo cual es muy importante. Por ello, ruego a Wati Sangpo que nos bendiga a todos, tibetanos y otros seres humanos, los que buscamos la paz mental. Hay varios miles de millones de personas en este mundo que, sean religiosas o no, intentan ser cordiales en sus relaciones con los demás. Pido a Wati Sangpo que las recuerde y las bendiga a todas.
»Eso es todo. Tashi delek!»