Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Después de que Su Santidad el Dalái Lama llegara al Tsuglagkhang esta mañana, se inició la segunda sesión de enseñanzas para jóvenes tibetanos con la recitación de una estrofa de admiración por Su Santidad y sus logros.
A continuación, los miembros del Curso de Introducción al Budismo, mujeres y hombres adultos, se enzarzaron en una enérgica demostración de sus habilidades para el debate. Conversaron sobre puntos de la gramática tibetana, tal y como se recoge en el tratado de Thönmi Sambhota conocido como Sum-chu-pa.
A continuación, Su Santidad se dirigió a los presentes:
«Hoy, aunque estemos en el exilio, ya seamos jóvenes o mayores, nos interesamos por la educación. Los estudiantes maduros que acaban de debatir ante nosotros han demostrado su entusiasmo por la educación. En los centros monásticos de aprendizaje como Sera, Ganden y Drepung, los monjes llevan mucho tiempo estudiando y debatiendo siguiendo el modelo de Nalanda. Ahora los laicos también se interesan por este enfoque. Todo ello contribuye a mantener vivas nuestras tradiciones. Los niños y niñas también están aprendiendo a debatir en la escuela. Parece que todos estamos implicados.
»Hay un número creciente de chinos interesados en aprender más sobre el budismo tibetano. Deberíamos pensar en cómo podemos ayudarles. Un punto clave a tener en cuenta es que nuestra tradición no sólo se basa en oraciones y rituales, sino que implica un estudio y debate rigurosos. Compartir estas habilidades es la forma en que podemos ayudar a los chinos interesados a mantener el Dharma del Buda mediante el estudio y la práctica.
»También hay personas en otras partes del mundo donde antes el budismo era poco conocido que ahora se interesan por el conocimiento de nuestras tradiciones sobre el funcionamiento de la mente y las emociones, entre otras cosas. Creo que tenemos la responsabilidad de contribuir al bien del mundo compartiendo lo que sabemos. Aprecio el ejemplo de debate que hemos visto hoy.
»Entre las comunidades de refugiados del mundo, los tibetanos somos de los que más éxito hemos tenido a la hora de mantener vivas nuestras tradiciones espirituales y nuestra cultura. Debemos seguir esforzándonos en este sentido».
Mientras la multitud disfrutaba de té y pan, Su Santidad comentó que a pesar de su edad no ha perdido ni un solo diente. También mencionó un sueño vívido que había tenido de Palden Lhamo sentado sobre sus hombros en el que le predecía que viviría hasta los 110 años. La congregación aplaudió.
«Lo más importante —aseguró Su Santidad—, es el fuerte vínculo espiritual que nos une. Rezo por todos desde el mismo momento en que me despierto. Rezo para que todos se sientan a gusto».
Retomando una vez más la Llave del Camino Medio, Su Santidad habló sobre la vacuidad del cuerpo y la mente. El cuerpo, dijo, es un compuesto de diferentes partes sobre la base de las cuales etiquetamos «cuerpo». El mundo también es un compuesto de diferentes fenómenos y factores que lo componen, ninguno de los cuales es en sí el mundo. Las cosas se designan de forma dependiente sobre la base de sus partes.
Una persona se designa sobre la base de su cuerpo y su mente. Sin ellos no hay persona. Todos tenemos la conciencia de «yo soy»; la noción de un yo independiente del cuerpo y la mente; pero no existe tal yo. Para apreciar esto, es importante comprender las enseñanzas de los tratados clásicos.
«Examínense desde la coronilla de la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies —aconsejó Su Santidad—. Pregúntense: “¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿Dónde está la persona que creo que soy?” Por supuesto, cuando intenten diseccionar las diferentes partes de su cuerpo y de su mente, no encontrarán una persona entre ellas, pero eso no significa que la persona no exista.
»La persona sólo existe mediante una designación basada o fundada en sus partes. Es importante darse cuenta de que sólo cuando percibimos el cuerpo y la mente podemos designar a una persona. Cualquier cosa que aparezca a nuestra mente parece tener una entidad fija y sólida, una existencia esencial en sí misma y por sí misma, pero no es así.
»Cuando medito en la vacuidad, cosa que hago todos los días, reconozco que se afloja la noción errónea de mí mismo como una entidad independiente.
»Estamos todos felizmente reunidos aquí y me gustaría dirigir la ceremonia para otorgar los votos de bodisatva. Tener un corazón cálido es una fuente de felicidad. Implica estar decididos a ayudar a otros seres sensibles. Aporta paz mental, lo que también es bueno para nuestro bienestar físico.
»Hoy soy como un portavoz de los Budas y bodisatvas. Imagínenlos en el espacio que tienen ante ustedes. Recuerden que han nacido en un lugar donde el Budadharma está vivo y resuelvan que generarán una actitud cordial hacia todos los seres sensibles. Sean un ejemplo para los demás.
»En cuanto me despierto por la mañana, pienso en cómo puedo cumplir los objetivos de los demás y los míos propios. Genero la mente que aspira al despertar o bodichita.
»Ahora, recitaré las estrofas pertinentes, ustedes por favor repítanlas después de mí:
»Voy por refugio a las tres joyas.
Confieso todas mis faltas.
Me regocijo en la virtud de los seres.
Sostendré la iluminación de Buda en mi mente.
»Hacia el Buda, Dharma y Sangha,
voy por refugio hasta la iluminación.
Para lograr el bien propio y ajeno,
generaré bodichita.
»Tras generar la suprema bodichita,
tomo a todos los seres como mis invitados.
Que, entregándome a las mejores prácticas de los bodisatvas,
pueda iluminarme para beneficiar a los seres.
»Como ya he dicho, reflexiono diariamente sobre la bodichita. Ésta es la mejor medicina para todas las dolencias. Amigos del Dharma, manténgan la bodichita en sus corazones.
Varios altos cargos del TCV ofrecieron un mandala de agradecimiento y la sesión concluyó con la recitación de las Palabras de la verdad.