Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Esta mañana Su Santidad el Dalái Lama caminó desde su puerta para tomar asiento en la veranda bajo el Tsuglagkhang, el templo tibetano principal. 353 artistas, miembros de grupos de ópera de varios asentamientos tibetanos, que habían participado en el reciente Festival de Ópera de Sho-tön, estaban reunidos en el patio del templo para recibirlo.
Un cantante principal de cada grupo se acercó al micrófono para cantar a Su Santidad, mientras los miembros del grupo se sumaban desde donde estaban sentados. El primero fue un representante del grupo de ópera del asentamiento tibetano de Bhandra, que comenzó cantando los dos primeros versos de la oración en una sola estrofa por la larga vida de Su Santidad:
En la tierra rodeada de montañas nevadas, usted es la fuente de todo bien y felicidad
Un intérprete de la escuela Chauntra TCV retomó la canción cantando los dos últimos versos de la misma estrofa.
Tenzin Gyatso, Señor Chenrezig que viva hasta que el ciclo de la existencia llegue a su fin.
Un cantante del grupo Mainpat dirigió una oración de buenos augurios para el Tíbet, y luego otro de Byllakupe entonó una oración de buena fortuna que hacía referencia a los enebros cuyas hojas se queman como incienso. A continuación cantó un grupo de Mundgod. Un grupo de Odisha cantó sobre las ofrendas a las Tres Joyas.
El grupo del TCV Superior cantó: «Que Vuestra Santidad tenga una larga vida...» Intérpretes de Kollegal cantaron: «Usted dilucida el camino combinado de la vacuidad y la compasión...» de una oración que Su Santidad escribió a petición de Dilgo Khyentsé Rinpoché. Cantantes de ópera de Nepal cantaron para Su Santidad. Una compañía de Kalimpong cantó:
Que el omnisciente se siente en el trono de oro y que la paz prevalezca en la tierra
Por último, artistas de TIPA cantaron estrofas de la ópera Príncipe de Fe Firme. A continuación, los artistas desfilaron ante Su Santidad para recibir sus bendiciones.
Dirigiéndose a la multitud, Su Santidad recordó que el Festival de Ópera de Sho-tön solía ser una de sus fiestas favoritas cuando vivía en Lhasa.
«Siempre me entusiasmaba la perspectiva —les dijo—. El festival se celebraba durante cuatro días y yo estaba encantado. Actuaban cuatro grupos diferentes. Recuerdo que los miembros del Gyang-kar-wa cantaban con especial dulzura. Yo no sé cantar, pero solía mover la cabeza al ritmo de la música. Así que me ha hecho feliz escucharos cantar a todos aquí esta mañana.
»Desde que llegamos al exilio como refugiados, nos hemos esforzado por preservar nuestro patrimonio cultural. En Tíbet hay tantas restricciones que a nuestros compatriotas les resulta difícil hacerlo. Sin embargo, durante más de mil años hemos mantenido vivas nuestras tradiciones.
»Me gustaría que los tibetanos de Tíbet supieran que, a la larga, la verdad prevalecerá. Mientras tanto, los que vivimos en países libres hacemos todo lo posible por preservar y promover nuestra cultura en sus múltiples aspectos.
»Me alegra saber que este Sho-tön se ha celebrado aquí, en Dharamshala, y os doy las gracias por vuestras animadas actuaciones.
»Ahora tengo casi 90 años, pero confío plenamente en que, como dice la oración: “Que vivas cien años...”, pueda vivir hasta los 110. Los tibetanos de Tíbet y de otros lugares confían en mí, por lo que creen que debo vivir hasta los 110 años más o menos.
»Los tibetanos en el Tíbet, así como los que estamos en el exilio, incluidos muchos de nosotros en la India, debemos permanecer impávidos ante los problemas a los que nos enfrentamos. Debemos mantener nuestra determinación y resistencia. Contamos con el apoyo del pueblo de las regiones de los Himalayas. Yo también estoy decidido a servir lo mejor que pueda».
Dirigiéndose a las 175 mujeres que habían participado en la reunión de la Asociación de Mujeres Tibetanas (TWA), Su Santidad mencionó que, a veces, las mujeres pueden verse infravaloradas.
«Sin embargo —declaró—, las mujeres son una fuente de nuestra supervivencia. Las mujeres tibetanas en el exilio han sido fuertes. De hecho, cuando se trata de preservar nuestra cultura del amor y la compasión, las mujeres en particular han desempeñado un papel fuerte y valiente.
»Los chinos comunistas han intentado acabar con nuestra cultura y nuestras tradiciones, pero han fracasado. Hemos mantenido vivas nuestras tradiciones, incluida la de la ópera. Como he dicho, el cambio llegará a China, pero nuestro coraje y determinación no flaquearán. He hecho todo lo que he podido hasta ahora y seguiré haciéndolo en las próximas décadas. Eso es todo. Gracias.
Los miembros del grupo TWA posaron para una fotografía con Su Santidad, seguidos por cada uno de los diversos grupos de ópera. A continuación, cuando Su Santidad se marchó a su residencia en un carro de golf, los artistas celebraron alegremente su audiencia con él cantando y bailando en el patio del templo.