Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Hoy, tres grupos tibetanos celebraron una ceremonia de larga vida en honor a Su Santidad el Dalái Lama. Al llegar Su Santidad a la puerta de su residencia en un carrito de golf, Sikyong Penpa Tsering, Jigmé Jungné (en representación de los antiguos miembros del personal de la Administración Central Tibetana), Thubten Tsering (en representación del personal actual y pasado del Men-Tsee-Khang, el Instituto Tibetano de Medicina y Astrología) y Lhakpa Tsering (en representación de la Asociación de Antiguos Guardaespaldas) se acercaron para darle la bienvenida y ofrecerle una kata, un pañuelo de seda blanca.
Unos artistas del Instituto Tibetano de Artes Escénicas (TIPA), con trajes ornamentados, bailaron y cantaron a ambos lados del pasillo mientras Su Santidad se dirigía al pie del Tsuglagkhang, el templo tibetano principal. Como bienvenida, se le ofreció el “chema changphu”, del cual tomó una pizca de tsampa que lanzó al aire y otra qué comió. Mojó un dedo en una taza de té claro, para probarlo, y luego aceptó un sorbo de cuajada. Con una sonrisa, saludó a los simpatizantes que abarrotaban el patio.
Se estima que unas 7.000 personas asistieron a la ceremonia, incluyendo 1.900 participantes de los tres grupos de patrocinadores del evento. El templo estaba decorado con gran lujo: guirnaldas de caléndulas adornaban el arco de la entrada al patio, y los pilares dentro del templo estaban igualmente engalanados. Los pilares alrededor del templo estaban envueltos en telas de colores brillantes que pueden reutilizarse.
Presidiendo la ceremonia y sentado frente a Su Santidad, estaba el profesor Samdhong Rinpoché. A su derecha se encontraban Thamthog Rinpoché, abad del monasterio de Namgyal, Lobsang Dhargyey, actual Lobpön del monasterio de Namgyal, y el antiguo Lobpön. A su izquierda se sentaron Ösel Dorje Rinpoché y tres gueshes del monasterio de Namgyal.
La ceremonia comenzó con el maestro de canto dirigiendo a la congregación en la recitación de la Oración relativa a las tres prácticas continuas y luego Nubes de ambrosía: una oración que invoca la serie de reencarnaciones de Chenrezig, compuesta por Trulshik Rinpoché. Se sirvieron té y arroz dulce.
El núcleo de la ceremonia, basada en Tara Blanca, la Rueda del Cumplimiento de los Deseos que Concede la Longevidad, comenzó con una visualización del Maestro surgiendo en forma de Tara Blanca. Antes de culminar con el ritual hoy, Samdhong Rinpoché había estado dirigiendo la recolección de mantras de longevidad durante los últimos cinco días. Un estribillo de las oraciones decía: Que prolongues la vida de nuestro glorioso y sagrado Maestro por 100 eones.
En un momento dado, Samdhong Rinpoché se acercó al trono y entregó a Su Santidad una flecha de larga vida, la cual fue recibida y bendecida adecuadamente. También se le ofreció un «Tsog» en forma de un gran pastel ritual mientras una procesión de ofrendas recorría el templo. Se invocaron a los protectores y guardianes del Tíbet, como las Cinco hermanas de la longevidad.
Cuando llegó el momento de presentar una ofrenda de mandala para pedir la larga vida de Su Santidad, el representante del antiguo personal de la ATC y el representante de los antiguos guardaespaldas sostuvieron la base del mandala mientras Samdhong Rinpoché ofrecía a Su Santidad representaciones simbólicas del cuerpo, la palabra y la mente de la iluminación; el jarrón de la longevidad; símbolos de las Cinco Familias de Buda; néctar; píldoras de néctar; los siete emblemas reales; los ocho símbolos auspiciosos; y las ocho sustancias auspiciosas.
Después de la recitación de una plegaria por la larga vida de Su Santidad escrita por sus dos Tutores y otra escrita por Jamyang Khyentsé Chökyi Lodrö, Su Santidad se dirigió a la congregación:
«Hoy, mis amigos del Dharma me han hecho esta ofrenda de larga vida. He soñado con Palden Lhamo sentada sobre mis hombros y diciéndome que viviría hasta los cien años o más. Los tibetanos nos encontramos en una situación difícil. Nací en la lejana tierra de Do-Mé, pero he llegado a ser muy conocido. He prestado mis servicios para apoyar la transmisión de las enseñanzas de Buda, tanto en lo que se refiere a las escrituras como a la comprensión. Y llegaré a ser centenario, así que pueden sentirse tranquilos al respecto.
»Mientras estemos vivos, como practicantes del Budadharma, si podemos cultivar la mente que aspira al despertar o bodichita —la aspiración altruista a la iluminación— y la comprensión de la vacuidad, estaremos dándo un sentido a nuestra vida. Como saben, reflexiono sobre la mente que aspira al despertar y sobre la vacuidad todos los días. Esta es la mejor manera de cumplir nuestros objetivos. Esto es lo que complacerá a Palden Lhamo. Cultivar estos dos principios es una ofrenda de práctica: la mejor ofrenda que podemos hacer a los Budas y bodisatvas.
»Hoy en día, en el Tíbet, en China y en otras partes del mundo, cada vez más personas se interesan por estos dos principios. Por lo tanto, les insto a ustedes también a que los tengan presentes todos los días. Se han reunido aquí sinceramente para ofrecerme esta ceremonia, pero cultivar estos dos principios es la verdadera forma de complacerme a mí y a los Budas.
»Hoy es mi cumpleaños según el cómputo tradicional. Es el quinto día del quinto mes del calendario lunar tibetano, que fue el día en que nací».
La ocasión concluyó con la recitación de la Oración por el florecimiento del Dharma, oraciones de auspicio, la oración de las Palabras de la Verdad y la dedicatoria de la Oración de Samantabhadra.
Dirigiéndose una vez más a la congregación, Su Santidad anunció:
«Esta ofrenda de larga vida ha sido realizada por tres grupos: antiguos miembros del personal de la CTA, personal pasado y presente del Men-Tsee-Khang y la Asociación de Antiguos Guardaespaldas. Les doy las gracias a todos».
Con esto, Su Santidad sonrió, saludó a la multitud y abandonó el templo para regresar a su residencia.