Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - La intensa lluvia que había caído durante gran parte de la noche amainó cuando el coche de Su Santidad el Dalái Lama lo condujo esta mañana a la puerta de su residencia. Fue recibido y saludado por los miembros del consejo de la Fundación para la preservación de la tradición Mahayana (FPMT), que a continuación lo escoltaron hasta el Tsuglagkhang. En el centro del patio del templo había una alfombra roja salpicada de pétalos de flores. En lo alto del pasillo, Su Santidad fue recibido por monjes y monjas que le ofrecían ramos de flores. Como es su costumbre, se detuvo varias veces en el camino para saludar a los miembros del público.
Al entrar en el templo, Su Santidad saludó a Sikyong Penpa Tsering, al Portavoz Khenpo Sonam Temphel y al Comisario Jefe de Justicia (en funciones) Karma Dadul, invitados para la ocasión. Frente a Su Santidad, tras tomar asiento, se encontraban Thamthog Rinpoché, abad del monasterio de Namgyal, el abad del monasterio de Kopan, geshe Chonyi, el recién nombrado lobpön del monasterio de Namgyal, Lobsang Dhargyey y Yangsi Rinpoché. Detrás de ellos, el maestro de canto de Kopan, Gueshe Losang Sherab, dirigió los actos.
Trescientos cincuenta miembros de la FPMT, 150 de ellos procedentes del extranjero, participaron en las ceremonias de hoy. Esta ofrenda de larga vida se basó en el ritual de la ofrenda al Maestro espiritual conocido como Dicha y vacuidad indivisibles: el ritual del camino profundo de Lama Chöpa. Se sirvió té y arroz dulce ceremonial y durante una pausa en el ritual para hacer ofrendas de los mismos, Su Santidad se dirigió a la asamblea.
«Hoy ofrecéis oraciones por mi larga vida. En este mundo, las personas que tienen fe en las enseñanzas de Buda, en particular los habitantes de la región del Himalaya que sienten una conexión especial con Avalokiteshvara, también consideran que tienen un vínculo conmigo. Si soy capaz de vivir mucho tiempo, ello supondrá la ventaja de que podré continuar sirviendo a las enseñanzas y a los seres sensibles.
»El budismo se originó en la India, pero con el tiempo las circunstancias cambiaron. A su debido tiempo, la enseñanza de Buda se extendió al Tíbet y las circunstancias también cambiaron allí. Aunque las tradiciones budistas no eran muy conocidas en Occidente, en la actualidad existe allí un interés creciente por ellas.
»Estoy decidido a trabajar por el florecimiento de las enseñanzas de Buda y por el bienestar de todos los seres sensibles, como escribió Lama Tsongkhapa en una estrofa al final de su Gran tratado sobre las etapas del camino hacia la iluminación:
Donde no hayan llegado las enseñanzas más preciosas
o allí donde, tras llegar, hayan declinado,
que con gran compasión y una mente fervorosa,
revele este tesoro de felicidad y ayuda.
»Así pues, si estas oraciones de hoy son efectivas, todos se beneficiarán. El Tíbet y las tierras vecinas de la región del Himalaya tienen una larga conexión con los Dalái Lamas. Estoy decidido a trabajar en beneficio de las personas que viven en estos lugares, pero además ahora hay científicos en todo el mundo interesados en las enseñanzas de Buda sobre el funcionamiento de la mente y las emociones. A mí también me gustaría ayudarlos en todo lo que pueda.
»Por estos propósitos, apoyado por sus oraciones y dedicación, creo que podré vivir otros veinte años más o menos. Tengo mucho interés en que la gente, sobre todo la que no tiene ninguna adscripción religiosa ni interés en los asuntos espirituales, conozca la importancia de cultivar el amor y la compasión y de alcanzar la paz mental.
»Sin embargo, también es bueno recordar lo que dice el Arhat Sagala en las escrituras Vinaya: “No se contenten con vestir túnicas monásticas. Estudien el contenido de las Tres Cestas y pongan en práctica los Tres Entrenamientos en ética, concentración meditativa y sabiduría. Practiquen las enseñanzas con entusiasmo”».
Su Santidad observó que la situación en el Tíbet sigue siendo tensa, pero en Mongolia se está reavivando el budismo. Repitió la aspiración de Lama Tsongkhapa: «Que yo, movido por una gran compasión, dilucide claramente este tesoro de excelente beneficio y felicidad para todos». Animó a quienes le escuchaban a hacer todo lo posible por practicar el Dharma en beneficio de todos los seres sensibles. Reiteró la importancia de la práctica, señalando que quienes enseñan sin el apoyo de la práctica personal rara vez son eficaces. Servir al Dharma y a los seres sensibles debe estar arraigado en el estudio y la práctica.
«Estas oraciones de larga vida —prosiguió Su Santidad—, las ofrece hoy la FPMT, una organización con muchos centros en todo el mundo que ha estado dirigida durante bastante tiempo por el difunto Zopa Rinpoché. Rinpoché, una persona muy digna de confianza, ha fallecido recientemente y rezo para que su reencarnación pueda servir al Dharma y a los seres sensibles en su próxima vida.
»Si todos practicamos, el budismo no desaparecerá pronto, sino que sobrevivirá varios siglos más. Seguimos a grandes y eruditos maestros como Nagaryuna, que defendieron las enseñanzas de Buda no basándose únicamente en la fe, sino apoyándose en la razón. Esta es una cualidad única de la tradición de Nalanda. Examinamos las palabras de la enseñanza a la luz de la razón y las aceptamos en consecuencia.
»Lama Zopa Rinpoché hizo realmente todo lo que pudo. Trabajó inmensamente por la enseñanza y para beneficiar a los seres sensibles. Espero que su reencarnación sea también un custodio adecuado del Dharma y rezo para que así sea. Ustedes deberían hacer lo mismo».
La ceremonia continuó con una ofrenda «tsog». Los miembros del consejo de la FPMT participaron en la ofrenda de un mandala, así como de las tres representaciones de la iluminación, presentando una estatua de Buda, una escritura y un objeto relicario a Su Santidad. Además, hubo ofrendas de un bastón de monje, símbolo de los 37 factores de la iluminación, túnicas monásticas y otros pertrechos de un monje, los siete emblemas reales, los ocho símbolos auspiciosos y las ocho sustancias auspiciosas. Mientras tanto, una procesión de miembros de la FPMT, monjes y laicos, recorrió el templo portando ofrendas.
La ceremonia concluyó con oraciones dedicatorias, una Oración por el florecimiento de las enseñanzas de Ye Tsongkhapa, una oración titulada: Canción melodiosa de la verdad del sabio: Una oración para la difusión no sectaria de las Enseñanzas del Buda,y, por último, La Oración de las Palabras de la Verdad.
Al salir del templo, Su Santidad se esforzó por prestar atención a tantos miembros de la multitud como pudo. Saludó a los que estaban más lejos. Abajo, en el patio del templo, subió a un coche que lo condujo lentamente de regreso a su residencia, sonriendo y saludando mientras avanzaba.