Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Tras el anuncio de ayer de los ganadores del Premio Nobel de la Paz de este año, Su Santidad el Dalái Lama ha hecho público un mensaje en el que expresa su sincera felicitación al Sr. Ales Bialiatski, de Bielorrusia; a Memorial, un grupo de defensa de los derechos humanos de Rusia; y al Centro para las Libertades Civiles, también un grupo de defensa de los derechos humanos de Ucrania.
«Cada uno de ellos —escribió— reconoce que todos los seres humanos tienen derecho a no tener que padecer de sufrimiento y de miedo y que los derechos humanos son inclusivos, interdependientes y universales.
»Al reconocer su contribución, el Comité Nobel ha arrojado una clara luz sobre la importancia de la sociedad civil en la promoción de los valores humanos fundamentales de la paz, la libertad y la democracia.
»De los muchos problemas a los que nos enfrentamos hoy —continuó Su Santidad—, algunos son calamidades naturales y deben ser aceptados y afrontados con ecuanimidad. Otros son de nuestra propia cosecha, creados por malentendidos, y pueden ser corregidos. Entre estos problemas están los que surgen de un conflicto de ideología, político o religioso, cuando las personas luchan entre sí por fines mezquinos, perdiendo de vista la humanidad básica que nos une a todos como una única familia humana.
»Hoy en día, los valores de la democracia, la sociedad abierta, el respeto a los derechos humanos y la igualdad están siendo reconocidos como valores universales. Existe una íntima conexión entre los valores democráticos y los valores fundamentales de la bondad humana. Donde hay democracia hay una mayor posibilidad de que los ciudadanos expresen sus cualidades humanas básicas. Donde prevalecen estas cualidades humanas básicas, también hay un mayor margen para fortalecer la democracia. Lo más importante de todo es que la democracia es también la base más eficaz para garantizar la paz mundial.
»En todo el mundo, nuestra rica diversidad de culturas y religiones debería ayudar a fortalecer los derechos humanos fundamentales en todas las comunidades. En esta diversidad subyacen principios humanos básicos que nos unen a todos en la unidad de la humanidad. La cuestión de los derechos humanos tiene una importancia tan fundamental que no debería haber diferencias de opinión al respecto. Todos tenemos necesidades y preocupaciones humanas comunes. Todos buscamos la felicidad y tratamos de evitar el sufrimiento, independientemente de nuestra raza, religión, género o estatus social».
El mensaje de Su Santidad concluyó:
«Doy la bienvenida a los tres galardonados con el Premio Nobel de la Paz de este año a la hermandad de los Premios Nobel de la Paz. Tengo la esperanza de que este premio sirva de inspiración para todos, recordándonos que abordar los problemas mediante el diálogo y con humanidad llevará a todas las partes a una solución feliz y mutuamente beneficiosa».