Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Esta mañana, 1.500 tibetanos que representaban a cinco grupos: Jöl-Kong-Gyel-sum, Yamdrok, Ngari y Chang-ri, así como Sera-jé Gueshe Dölden Gyatso, se congregaron en el Tsuglagkhang, el Templo Tibetano Principal, para ofrecer oraciones por la larga vida de Su Santidad el Dalái Lama.
Mientras se hacían sonar los cuernos en señal de bienvenida, Su Santidad caminó desde la puerta hasta su residencia a través del patio del templo. En esta ocasión llevaba su sombrero de pandita. Sonreía mientras saludaba a los miembros del público y a los bailarines que se habían reunido para saludarlo. Guirnaldas de flores adornaban los pilares del templo.
El venerable Samdhong Rinpoché, sentado directamente frente a Su Santidad en el cuerpo del templo, dirigió una ceremonia basada en oraciones a Tara Blanca, la Rueda de los Deseos. Fue acompañado por el maestro de canto y los monjes del monasterio de Namgyal. Las oraciones incluyeron «Nubes de bendiciones de ambrosía» de Trulshik Rinpoché, que repasa las cualidades de la línea de encarnaciones de Avalokiteshvara que incluye a los Dalái Lama.
Ochocientas personas que llevaban ofrendas a Su Santidad participaron en procesiones que recorrían el templo para pasar frente a él.
Cuando llegó el momento de ofrecer el mandala, como se hace tradicionalmente, se recordó a los dioses y diosas lo mucho que ha hecho Su Santidad. Ven Samdhong Rinpoché se puso de pie ante Su Santidad y recitó un elogio y una petición durante los cuales resumió los logros del linaje de los Dalái Lama y del Ganden Phodrang y su contribución al Tíbet. Sugirió que los logros de Su Santidad el Dalái Lama superan a los del quinto, séptimo y decimotercer Dalái Lama juntos.
«Ha estado aquí entre nosotros para servir al Dharma y a toda la humanidad —dijo—. Nos ha enseñado el valor de la ahimsa, la no violencia, y de la karuna, la compasión, la armonía interreligiosa y el espíritu de unidad de la humanidad, a tener en cuenta que todos queremos ser felices y nadie quiere sufrir.
»Usted nos ha animado a todos a comprender que los conflictos y las disputas deben resolverse mediante el diálogo y los medios diplomáticos. Usted ha aportado beneficios al Tíbet fortaleciendo la identidad tibetana, introduciendo la democracia y mejorando la educación en las escuelas y los monasterios. Para resolver la cuestión del Tíbet, usted ha introducido el Planteamiento del Camino Medio.
»Estas son algunas de las formas en que usted ha contribuido al bienestar del Tíbet y de la humanidad en general. Son cosas que todo el mundo puede ver y que han sido reconocidas cuando se le concedió el Premio Nobel de la Paz, la Medalla de Oro del Congreso, el Premio Templeton, etc. Por favor, viva mucho tiempo para poder seguir beneficiando no sólo a los tibetanos sino a toda la humanidad».
Se recitó una oración por la larga vida de Su Santidad compuesta por sus tutores, Ling Rinpoché y Trijang Rinpoché. Le siguió otra oración de Jamyang Khyentsé Chökyi Lodro que repasa las cualidades de Su Santidad en relación con las distintas tradiciones espirituales del Tíbet.
«Hemos cfinalizado la Ofrenda de larga vida de Tara Blanca —dijo Su Santidad a la congregación—. Todos tenemos una fuerte conexión kármica debido a las oraciones que hemos hecho en el pasado. Por ello, también tengo una conexión especial con las personas del Tíbet. Aunque los asuntos del Tíbet han sufrido altibajos a lo largo de los años, creo que he conseguido contribuir a la causa.
»Ahora tengo ochenta años, pero estoy decidido a que, incluso cuando tenga noventa o pase de los cien, me seguiré esforzando por trabajar por el Tíbet. Gozo de buena salud y tengo el cerebro despejado, así que tengo la intención de vivir al menos los próximos veinte años. El sol volverá a brillar en el Tíbet. La libertad se recuperará.
»Muchas personas en China están prestando atención a la importancia del Tíbet. Gentes de todo el mundo, incluidos científicos, se están interesando por las tradiciones tibetanas. La justa causa del Tíbet persistirá y la cultura tibetana contribuirá al bienestar del mundo.
»Me he retirado de las responsabilidades políticas y sigo siendo un invitado del Gobierno de la India aquí, en el valle de Kangra, un lugar elegido para mí por el pandita Nehru. Tenemos un Parlamento tibetano y un presidente electo capaz de ocuparse de los asuntos políticos. He trabajado todo lo que he podido y ahora este viejo monje puede dedicar más tiempo a promover los valores humanos.
»En mi práctica diaria me centro en la bodichita y en la vacuidad. Genero bodichita cada día para cumplir el propósito de los demás y el mío propio. Tengo un vínculo especial con Avalokiteshvara, pero también siento que puedo haber estudiado con el gran maestro Chandrakirti. Del capítulo seis de su tratado Ingreso al camino medio, reflexiono cada día sobre los versos 34-38.
»Las personas del Tíbet y el Budadharma del Tíbet están constantemente en mis pensamientos y lo menos que puedo hacer es rezar por ellos, aunque hoy he podido contar con Samdhong Rinpoché para que dirija las oraciones.
»Ustedes, los tibetanos, deben hacer todo lo posible. Los peores tiempos han pasado y ahora tenemos que mirar hacia adelante con esperanza. Eso es todo: gracias».
Se recitaron varias oraciones finales que culminaron con las Palabras de la Verdad que Su Santidad compuso aquí en Dharamsala a finales de 1960 y que concluyen:
De esta manera, el protector Avalokiteshvara hizo grandes plegarias frente a Budas y Bodisatvas para abrazar completamente la Tierra de las Nieves. Que se cumplan rápidamente los buenos resultados de estas plegarias.
Por la profunda interdependencia de la vacuidad y de las formas relativas, junto con la fuerza de la gran compasión, las Tres Joyas y sus palabras de verdad, y a través del poder y la infalible ley de las acciones y sus frutos, que nuestra oración verdadera se haga realidad pronto y sin obstrucciones.