Shewatsel, Leh, Ladakh, UT, India - Esta mañana, Su Santidad el Dalái Lama llegó al pabellón del campo de enseñanza de Shewatsel diez minutos antes de las siete para poder realizar los procedimientos necesarios antes de otorgar la iniciación de Avalokiteshvara, la encarnación de la gran compasión.
Dijo a las aproximadamente 70.000 personas reunidas ante él que, ya que Avalokiteshvara (Chenrezig en tibetano) tiene una conexión especial con las personas del Tíbet y de la región del Himalaya, debían recitar su mantra de seis sílabas OM MANI PADME HUNG mientras él realizaba los rituales necesarios para dar la iniciación.
Su Santidad señaló que, aunque pudiera parecer presuntuoso que él mismo lo dijera, podía considerarse que representaba a Avalokiteshvara en sus acciones de cuerpo, palabra y mente. Declaró que todas las principales tradiciones religiosas animan a sus seguidores a apreciar la importancia de la «karuna» o compasión, lo que les lleva a actuar al servicio de los demás en lugar de limitarse a cuidar de sí mismos.
«De hecho —añadió—, si nos dedicamos al bienestar de los demás, cumpliremos incidentalmente nuestros propios objetivos».
En nombre de la congregación, Su Eminencia Thuksé Rinpoché, del linaje Drukpa Kagyu del budismo tibetano, ofreció el mandala habitual a Su Santidad, tras lo cual otros representantes le entregaron pañuelos de seda. Se entonó la Oración de las Tres Prácticas Continuas, seguida de la recitación del Sutra del Corazón.
Su Santidad informó al público de que la iniciación de Avalokiteshvara que iba a otorgar pertenecía a los Tantras de la Acción (Kriya Tantras), que hacen hincapié en una conducta exterior depurada. Les aconsejó que la recibieran con la intención de llevar una vida con sentido, es decir, con la intención de cultivar un corazón cálido y de trabajar por el bienestar de todos los seres sensibles.
Antes de la iniciación propiamente dicha, Su Santidad condujo a los reunidos ante él a través de los pasos para generar la mente que aspira al despertar.
«El objetivo final —les dijo— es el logro de la iluminación, y para alcanzarlo debemos combinar la bodichita, que constituye el aspecto del método del camino, con la comprensión de la vacuidad, que comprende el aspecto de la sabiduría del camino. Debemos tener presentes estos dos aspectos del camino y entrenarnos para cultivar el camino de la iluminación vida tras vida. En mi caso, reflexiono sobre la mente que aspira al despertar o bodichita y en la sabiduría que comprende la vacuidad en cuanto me despierto cada mañana».
Una vez completada la iniciación, Su Santidad aconsejó a todos los que la habían recibido, tanto a los que estaban sentados ante él como a los que habían seguido las instrucciones por internet, que recitaran diez mil veces el mantra de seis sílabas de Avalokiteshvara o al menos varios miles de veces al día, lo que, les aseguró, les aportaría paz mental.
Antes de que los actos llegaran a su fin, Thiksey Rinpoché dirigió una ceremonia de oraciones por la larga vida de Su Santidad. Un gran número de personas que representaban a diversas organizaciones, instituciones y regiones de Ladakh participaron en la procesión para realizar ofrendas a Su Santidad. Además, un grupo de artistas de Ladakh interpretó una hermosa canción como mnuestra de agradecimiento a Su Santidad.
La serie de enseñanzas de tres días concluyó cuando el acharya Stanzin Wangai, presidente de la Asociación de Gompas de Ladakh, y varios otros representantes, ofrecieron un mandala de acción de gracias.
Su Santidad saludó a los miembros del público sentados al norte, al este y al sur del escenario antes de regresar a su residencia en un carro de golf abierto en el que se le veía claramente sonriendo y saludando a las personas con las que se cruzaba.