Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Esta mañana, un grupo de monjes budistas tailandeses recitó el Mangala Sutta en pali mientras Su Santidad el Dalái Lama tomaba asiento en el trono del Tsuglagkhang, el principal templo tibetano de Dharamsala. A continuación se cantó el Sutra del corazón en chino, incluida la oración que los chinos recitan al final y que resume la práctica del Dharma:
Que los tres venenos sean eliminados.
Que la claridad de la sabiduría brille.
Que no nos enfrentemos a obstáculos internos o externos,
y que podamos entrenarnos en el sendero del bodisatva.
Su Santidad comenzó recitando la última estrofa de homenaje de la Sabiduría Fundamental del Camino Medio de Nagaryuna:
Me postro ante Gautama,
quien movido por la compasión,
enseñó la sagrada doctrina
para que abandonemos toda teoría.
«Puesto que sufrimos a causa de la ignorancia —explicó—, tenemos que eliminar todos los puntos de vista distorsionados y desarrollar el punto de vista correcto. Para ello, debemos estudiar, reflexionar sobre lo que hemos aprendido y meditar sobre lo que hemos comprendido.
»Cuando oí hablar por primera vez de la vacuidad, me pareció que era una teoría verdadera, pero sólo después de haber estudiado La sabiduría fundamental, el Ingreso al camino medio y su Autocomentario y de haber reflexionado profundamente sobre ella, adquirí una convicción real.
»Si pensamos detenidamente, veremos que los fenómenos no existen por sí mismos. Como han observado los físicos cuánticos, las cosas no existen como parecen. No tienen ninguna existencia objetiva.
»Memoricé el Ornamento para la Realización Clara y el Ingreso al camino Medio cuando era un niño. El Ornamento trata sobre todo de los caminos y tierras del bodisatva, el aspecto del método del camino. El Ingreso al camino Medio revela la sabiduría que comprende la vacuidad. Los puntos de vista distorsionados no se disipan recitando mantras, sino desarrollando comprensión. Hay diferentes conjuntos de razonamientos utilizados para refutar la existencia objetiva de los fenómenos: el razonamiento conocido como Esquirlas de Diamante, el razonamiento que refuta los efectos existentes o inexistentes, el razonamiento que refuta las cuatro permutaciones del surgimiento, el razonamiento que refuta la existencia como singular o plural y el gran razonamiento del surgimiento dependiente.
»La estrofa que he recitado al principio es poderosa porque deja claro que el Buda enseñó para ayudar a los seres a eliminar sus puntos de vista distorsionados. Cuando reflexiono sobre la vacuidad, me centro en tres versos del capítulo seis del Ingreso al camino medio que muestran las consecuencias absurdas que se derivan de la teoría de que los fenómenos existen objetivamente».
Su Santidad señaló que el Buda realizó seis años de práctica austera y descubrió que la concentración unipuntual por sí sola no derrotaba los puntos de vista distorsionados. Más tarde, maestros como Nagaryuna examinaron sus enseñanzas a la luz de la lógica y el razonamiento. Dejaron claro que los fenómenos no existen tal y como aparecen. De sus descubrimientos surgió la tradición de Nalanda, que sobrevive en la actualidad.
«Como seres humanos —señaló Su Santidad—, tenemos la oportunidad de estudiar el Dharma, de comprenderlo y experimentarlo. Cuando era joven, memoricé textos importantes, escuché las explicaciones de mis tutores sobre ellos y reflexioné profundamente sobre su contenido. En el exilio, pude reflexionar realmente sobre lo que había aprendido, así que, desde ese punto de vista, venir al exilio fue como una bendición. Es a través del estudio, la reflexión y la meditación como se produce la transformación.
»Puede que no pretenda haber adquirido una experiencia genuina, pero estoy seguro de que mis esfuerzos me han aportado paz mental. Estoy bastante relajado. La clave es abordar nuestras emociones, examinando cómo, por ejemplo, surge la ira y cómo se puede someter. Lo importante no es tanto preocuparse por la próxima vida o por alcanzar la omnisciencia, sino que se trata de aprender a manejar las emociones negativas aquí y ahora.
»Apoyándonos en la enseñanza de Buda de que nada tiene una existencia objetiva y en la mente altruista que aspira al despertar, podemos provocar un cambio en nuestro interior. Podemos aprender a no dañar a los demás sino a ayudarlos; podemos aprender a tener un corazón cálido».
Su Santidad se habló sobre el Ingreso al camino Medio y su Autocomentario. Señaló que su autor, Chandrakirti, era un destacado discípulo de Nagaryuna. Mencionó que había recibido la transmisión del texto raíz de su abad, Ling Rinpoché, y la transmisión del autocomentario de Sakya Khenpo Kunga Wangchuk.
Observó que, al principio de su tratado, Chandrakirti rinde homenaje a la gran compasión, aludiendo al hecho de que los Budas se iluminan mediante una combinación de la mente del despertar o bodichita (que está arraigada en la compasión) y una visión de la vacuidad.
Su Santidad declaró que la compasión, el amor y el afecto son importantes porque la vida es mucho mejor si cultivamos estas cualidades. Los cuidados de nuestra madre nada más nacer nos dan una lección temprana sobre estas cuestiones, pero parece que perdemos el interés por ellas cuando vamos a la escuela porque allí se les presta poca atención. Mencionó sus planes de conversar con los pedagogos sobre las formas de restaurar la admiración por el amor y la compasión en el sistema educativo.
Recordando que Mahatma Gandhi dio a conocer el antiguo principio de ahimsa, el principio de no violencia, de no hacer daño, Su Santidad reveló que hoy el mundo necesita además aprender sobre la compasión.
Su Santidad comenzó a leer desde la estrofa doce del primer capítulo que destaca la generosidad. Leyó hasta el final del capítulo y señaló que los bodisatvas se dedican por completo al bienestar de los demás. Siguió leyendo hasta la cuarta estrofa del segundo capítulo y anunció que quería explicar la práctica del yoga omnicomprensivo.
«Si sólo piensas en ti mismo —sugirió—, sólo te preocupa una persona. Esta es una perspectiva estrecha en el contexto de que todos los demás seres sensibles son iguales a nosotros en su deseo de evitar el sufrimiento y encontrar la felicidad. Un enfoque más sabio del egoísmo es tener en cuenta a los demás seres, pensar en no hacer daño a los demás y en ayudarlos en la medida de lo posible.
»A continuación, podemos reflexionar sobre cómo los fenómenos están vacíos de existencia intrínseca, de existencia independiente. Chandrakirti describe esta comprensión de la siguiente manera:
Así, mediante la claridad de la luz de la inteligencia, ve,
tan claro como una avellana en la palma de la mano,
que los tres mundos son innacidos de forma primordial
y, en virtud de la realidad convencional, va a la cesación. 6.224
»Continúa narrando cómo el bodisatva, como un rey de los cisnes que se adelanta a otros cisnes consumados, con las alas blancas de la verdad convencionales y la últimas desplegadas, impulsado por los poderosos vientos de la virtud, navega hacia la excelente orilla lejana, las cualidades oceánicas de los conquistadores.
»Si analizamos quiénes somos, veremos que mi cuerpo no soy yo. Mi mente no es yo, y sin embargo tenemos un fuerte sentido de apreciación de nosotros mismos, de este «yo». Pensemos que, tanto si vamos a algún sitio como si simplemente descansamos, no podemos señalar un yo en relación con nuestro cuerpo o mente. En consecuencia, podemos llegar a la conclusión de que la idea de un yo está meramente designada sobre la base del conjunto de agregados psicofísicos».
Su Santidad aconsejó a sus oyentes que imaginaran la mente que aspira al despertar o bodichita como un disco lunar en su corazón y la comprensión de la ausencia de existencia independiente como un vajra blanco de pie sobre el disco de luna. Les recomendó que recitaran Om Sarva Yoga Chitta Utpadaya mi tres veces.
Su Santidad confesó que ha visto un cambio en sí mismo como resultado de pensar en la bodichita y la vacuidad cada día a primera hora de la mañana al despertar. Instó a sus oyentes a hacer lo mismo, a ser felices y a compartir su experiencia con los demás.