Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Al recibir la noticia de que Tengboché Rinpoché, Ngawang Tenzin Zangpo, había fallecido recientemente en el bazar de Namché a la edad de 86 años, Su Santidad el Dalái Lama escribió a la sangha del monasterio de Tengboché para expresar sus condolencias.
Dirigiéndose a ellos como queridos hermanos y hermanas sherpa les dijo que recordaba que Rinpoché venía a verlo cuando visitaba Sikkim. Señaló que la humildad de Rinpoché y su genuina dedicación al servicio de los demás era un ejemplo de cómo vivir una vida significativa.
«Aunque siguió principalmente la tradición Ñingma, durante los años en que estudió en el Tíbet, en su juventud, Tengboché Rinpoché recibió enseñanzas de Lamas pertenecientes a todas las tradiciones. Después de regresar a Tengboché en 1957, y de asumir el papel de abad, animó a los monjes a su cargo no sólo a estudiar y practicar, sino a comprometerse con la comunidad local.
»Igualmente encomiables fueron las iniciativas de Rinpoché de plantar árboles en el valle del Khumbu y su constante consejo a los residentes de la región de cuidar el medio ambiente. Tengo entendido que hace más de quince años advirtió que la sobreexplotación de los recursos de la naturaleza ponía en peligro el suministro de agua local. A lo largo de los años, varios montañeros que participaron en expediciones al Monte Everest me han dicho lo mucho que valoraban los consejos de Tengboché Rinpoché cuando lo visitaron en su camino a la cima. Me complace saber que cuando el Monasterio de Tengboché se quemó en 1989, muchos de ellos prestaron su apoyo a los esfuerzos de Rinpoché para reconstruir los edificios».
Su Santidad concluyó su carta con el consejo de que aunque Rinpoché ya no está con nosotros, el mejor homenaje que podemos rendirle es cultivar la tranquila y constante calidez de corazón que él ejemplificó tan vívidamente.