Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Una vez más, esta mañana, Su Santidad el Dalái Lama entró en la sala sonriendo. Saludó a las personas que reconoció en las pantallas frente a él y se sentó. Sin perder un minuto, reanudó su explicación del «Ingreso al Camino Medio» de Chandrakirti.
«Como ya he dicho, Chandrakirti fue un gran filósofo y un gran practicante. Al igual que Nagaryuna, ya no está con nosotros, ya que los seres humanos viven, como mucho, unos cien años. Sin embargo, sus escritos han sobrevivido durante más de mil años. Y entre estos trabajos, el Ingreso al Camino Medio es particularmente importante.
»A menudo señalo que este país, la India, ha producido un gran número de pensadores y filósofos. Están ejemplificados por los maravillosos Diecisiete Maestros de Nalanda, cada uno de los cuales era muy perspicaz. Los escritos de estos maestros indios pueden ser examinados desde un punto de vista secular y académico y combinados con una perspectiva científica moderna. Lo que escribieron es relevante ahora en el siglo XXI porque discuten la mente y las emociones humanas y cómo cultivar la paz mental. Cada uno de estos temas puede ser examinado de una manera académica.
»Mi conocimiento ya no es tan fresco como el de un joven erudito, pero he tenido la oportunidad de conocer y hablar con científicos, eruditos y líderes, lo cual me ha sido útil. Me atrae la ciencia moderna y he fomentado su estudio en nuestros monasterios. De hecho, el Monasterio de Drepung Loseling ha establecido sus propios laboratorios y la ciencia se ha añadido al plan de estudios.
»Como he dicho antes, el antiguo conocimiento indio sigue siendo relevante hoy en día porque los problemas de hoy surgen de las emociones nocivas, y las soluciones no pueden encontrarse a través de la oración sino a través del análisis.
»Hemos discutido la importancia de entender la vacuidad, que pertenece a la sección de la sabiduría. Ahora el texto se refiere a las prácticas que forman parte de la sección del método: generosidad, ética, paciencia y demás. (Cap. 1, est. 9) Debemos dar a los pobres y a los que se enfrentan a dificultades, al igual que lo hacen las organizaciones que forman parte de la ONU. La generosidad atrae amistad.
»En el mundo actual hay una enorme brecha entre ricos y pobres. Y sin embargo, nuestros hermanos y hermanas pobres son tan parte de la comunidad como nosotros. Por lo tanto, es en el interés de los ricos ayudar a los pobres. Ver a la gente viviendo en la pobreza estimula no sólo la compasión, sino también la voluntad de ayudar de una manera práctica.
»El segundo capítulo trata de la ética y la autodisciplina. La generosidad no debe implicar explotación. Para practicar bien la generosidad, debe motivarnos la preocupación por el bienestar de los demás, no por nuestra propia reputación. Hay una diferencia entre la generosidad de corazón y una transacción comercial. Observar la ética es beneficioso en esta vida, pero también es la base para que la próxima vida sea buena.
»El tercer capítulo trata de la paciencia. Si alguien nos hace daño, enfadarnos con esa persona no elimina el daño ya hecho ni nos aporta ninguna otra compensación. Es mejor perdonar y dejar de lado los malos sentimientos. Cuando estamos enfadados la expresión de nuestra cara se afea, y a nadie le gusta ver una cara enfadada. Nuestra capacidad de hacer buenos juicios se deteriora. Es como si la ira nos volviera ciegos. La ira es el principal destructor de nuestra paz mental. Incluso perjudica nuestra salud física.
»Si alguien te critica y tú sólo sonríes, eso hace que se detengan. La paciencia crea un karma positivo que tendrá buenos efectos en la próxima vida. Tiene beneficios prácticos en la vida ordinaria.
»Chandrakirti señala que la generosidad, la ética y la paciencia pertenecen a las prácticas del lado del método que dan origen al cuerpo del Buda. (Cap. 3, est.12)
»En el capítulo cuatro observa que la práctica del desarrollo mental no es fácil, por lo que requiere determinación y un esfuerzo incansable. El capítulo cinco se refiere a la concentración en un solo punto.
»El capítulo seis toca la responsabilidad especial que tiene el que puede ver de guiar a los ciegos. Todos somos seres humanos con el deseo y el derecho de vivir una vida feliz. Para ayudar a aquellos aquejados de la ceguera de la ignorancia, tenemos que utilizar el conocimiento. Generalmente pensamos que la fuente de la felicidad está fuera de nosotros, cuando en realidad viene de dentro. Necesitamos saber cómo desarrollar la paz interior».
A continuación, Chandrakirti se compromete a explicar la tradición de Nagaryuna, tal y como aparece en sus tratados. Muchos maestros indios trataron de entender la realidad última a través de la investigación. Esto dio lugar a cuatro escuelas de pensamiento budista: La Escuela de la Gran Exposición (Vaibashika), la Escuela de Sutra (Sautantrika), la Escuela de la Mente Solo (Chittamatra) y la Escuela del Camino Medio (Madhyamika).
La Escuela Consecucionista del Camino Medio a la que pertenece Chandrakirti afirma que las cosas existen simplemente por designación. Su Santidad comentó que los maestros indios como él usaban su inteligencia humana al máximo. Chandrakirti afirmó que Asanga y Vasubandhu no entendieron completamente la exposición de Nagaryuna. Él afirmó que las cosas surgen de manera dependiente. Surgen en dependencia de otros factores. No existen por sí mismas.
«Los científicos de hoy en día pueden explicar cosas que son físicamente evidentes —observó Su Santidad—, pero no tienen mucho que decir sobre la mente y otros fenómenos ocultos. Del mismo modo, la psicología moderna es bastante rudimentaria, mientras que los antiguos investigadores indios aprendieron mucho sobre el funcionamiento de la mente.
»La Tradición de Nalanda ha decaído en su tierra de origen, pero el conocimiento que conlleva se ha mantenido vivo a lo largo de los siglos gracias a los tibetanos y, en cierta medida, a los mongoles.
»El texto aquí se refiere a aquellos que, debido a disposiciones pasadas, sienten una oleada de alegría cuando oyen explicar la vacuidad. Sus cabellos se ponen de punta, lo que es una señal de interés. Son los recipientes perfectos para esta enseñanza. La séptima estrofa (Cap. 6, est. 7) termina diciendo: "Todos los que aspiran a esto, oren y escuchen este camino"».
A continuación, Su Santidad invitó a la audiencia virtual a hacer preguntas y la moderadora de hoy, la Dra. Anita Dudhane, preguntó qué puede certificar la existencia de los objetos convencionales. Su Santidad reconoció que era un punto importante, que toca la demarcación entre lo que existe y lo que no existe. Los consecuencialistas afirman que bajo un análisis séptuple no se encuentra nada. Si se busca la verdadera identidad de algo, nada puede ser precisado. Y sin embargo las cosas existen por medio de la convención mundana.
Su Santidad citó el primer verso del capítulo 22 de la Sabiduría Fundamental del Camino Medio de Nagaryuna:
No es los agregados ni distinto de los agregados. Los agregados no están en él ni él está en ellos. El Tathågata no posee los agregados. ¿Qué es el Tathågata?
Mencionó que a menudo lo reelabora para referirse a sí mismo y reflexiona sobre ello en consecuencia:
No soy los agregados, ni diferente de los agregados, Los agregados no están en mí, ni yo en los agregados. No poseo los agregados. ¿Qué soy?
Las cosas son funcionales tienen la capacidad de beneficiar o dañar, aunque no podamos encontrar su identidad. No tienen existencia en sí mismas cuando las analizamos, pero concluimos que existen por convención. Su Santidad señaló que Lama Tsongkhapa declaró que este es el punto más difícil en la visión del Camino Medio, la existencia objetiva queda refutada; sólo queda la mera designación. De lo contrario, se producen cuatro falacias lógicas.
Una profesora adjunta del NIT en Gangtok quiso saber cómo es que las obstrucciones cognitivas nos impiden ver todos los fenómenos simultáneamente. Su Santidad respondió que las dos verdades son distintas. Entender el surgimiento dependiente implica reconocer que este no niega la existencia convencional ya que las cosas existen en dependencia de otros factores. La forma y la vacuidad son de la misma naturaleza pero son conceptualmente distintas. Hasta que se alcanza la Budeidad, las cosas parecen tener una existencia objetiva. Incluso un bodisatva de la décima tierra, cuando emerge de la absorción meditativa, sigue viendo esa apariencia debido a las obstrucciones cognitivas.
Un estudiante de Gangtok preguntó si el surgimiento dependiente es también una mera imputación mental. Su Santidad respondió que cuando se busca la identidad de las cosas no se encuentra, pero sobre la base de la experiencia no se puede negar su existencia. ¿Cómo existen? Por medio de una convención mundana. No tienes que probar su existencia objetiva, aunque la Escuela Autónoma del Camino Medio (Svantantrika Madhyamaka) afirma tal existencia y la Escuela de Mente Única, aunque rechaza la existencia externa, todavía afirma que la mente tiene alguna existencia verdadera. Sólo después de haber eliminado el objeto de negación, se puede comprender la visión consecuencialista de que los fenómenos existen nominalmente por designación.
Respondiendo a una pregunta sobre el todo y las partes, Su Santidad declaró que los fenómenos externos están compuestos por partes e incluso la conciencia esta constituida por momentos. Mencionó fenómenos compuestos y no compuestos, añadiendo que la mente se describe en términos de 51 factores mentales.
«Todo lo que existe —añadió—, existe en términos de un todo y sus partes". Son mutuamente dependientes, así como la causa y el efecto son mutuamente dependientes. Sin un efecto no hay causa».
Una pregunta sobre la meditación semejante al espacio y la semejante a una ilusión llevó a Su Santidad a señalar que durante la primera experiencia no hay apariencia de objetos, sólo vacuidad. Cuando emerges de tal meditación, puedes ver las cosas como ilusiones. Sin embargo, la vacuidad sólo puede ser postulada en relación a un objeto.
Sugirió tomar el ejemplo de una persona, pensando: «No existo como aparezco en mi mente, pero no soy inexistente. Este es mi cuerpo, pero no soy yo. Los pensamientos de mi mente son parte de mi mente, pero no soy yo». Cuando veo que no existo dentro de este complejo de cuerpo y mente, comentó, a veces siento el inconveniente de tocar mi propia mano. Cuando haces este tipo de análisis crítico, no te encuentras a ti mismo, pero puedes decir 'Yo sí existo. Me muevo, hago cosas'. Así que convencionalmente no se puede negar tu existencia, mientras que no puedes afirmar que existes debido a esta o aquella cualidad de tu cuerpo. Cuando buscas tu identidad, no puedes encontrarla. Sin hacer un análisis crítico de cómo existen las cosas, en lo mundano, nos conformamos con la convención: «Yo existo».
Una última pregunta vino de un estudiante de Ladakh que preguntó cómo resolver los problemas fronterizos y la pandemia de Covid con compasión y amor. Su Santidad se rió y declaró que la compasión y el amor no pueden disipar la amenaza de la pandemia. Sin embargo, dijo, eso no significa que debamos desmoralizarnos o desalentarnos, porque hacerlo podría debilitar nuestro sistema inmunológico. Señaló que incluso el Buda Shakyamuni tomaba medicamentos cuando los necesitaba.
«Cuanto más tranquilo estés —aconsejó Su Santidad—, menos ansioso te sentirás. La Bodichita te dará coraje y la determinación de trabajar por los demás».