Thekchen Chöling, Dharamsala, HP, India - Su Santidad el Dalái Lama fue invitado a participar en una discusión esta mañana con los miembros del Foro Einstein, una fundación del estado de Brandenburgo, Alemania, que sirve como un laboratorio abierto de la mente. Ofrece una beca anual a jóvenes pensadores destacados que deseen llevar a cabo un proyecto en un campo diferente al de sus investigaciones anteriores. Los becarios pueden vivir en la casa de verano de Einstein en Caputh con fácil acceso a las universidades e instituciones académicas de Potsdam y Berlín.
La profesora Susan Neiman, Directora del Foro de Einstein, abrió la conversación, diciendo a Su Santidad lo honrados y emocionados que estaban ella y sus colegas de darle la bienvenida hoy. Lamentó no poder invitarlo a la casa de Einstein, pero leyó una cita de Einstein que destacaba su apreciación del potencial de colaboración entre el budismo y la ciencia. Explicó que el Foro de Einstein fue creado hace 27 años para recrear y fomentar el tipo de conversaciones que Einstein solía tener sobre la ciencia y la religión, la política y la justicia social. Agradeció a Shyam Wappuluri, un becario del Foro Einstein de la India, por organizar el evento y a Amber Carpenter, otra becaria, por moderar la conversación.
«Hoy en día, no estamos en contacto directo —comenzó Su Santidad—, pero podemos vernos y hablar entre nosotros a través de Internet. Todas las religiones transmiten un mensaje de compasión y subrayan la importancia de la calidez, la tolerancia, la satisfacción y la autodisciplina. Muchas religiones creen en un Dios creador y en la noción de que como hijos de ese Dios, todos los seres humanos somos hermanos y hermanas. También hay tradiciones no teístas, principalmente en la India, que consideran la bondad amorosa como la más preciosa de las cualidades humanas.
»Los científicos han observado que los seres humanos somos animales sociales con un fuerte sentido de preocupación por nuestra comunidad, porque nuestra propia supervivencia depende del bienestar de la comunidad. Cuidar su bienestar es una de las mejores maneras de satisfacer nuestro propio interés.
»En este contexto, los científicos están prestando más atención a las técnicas para desarrollar la paz mental. Un aspecto clave es entender que son los obstáculos internos, las emociones destructivas como la ira, las que perturban nuestra paz mental. Cuando surge la ira, tu paz interior desaparece. Sin embargo, el antídoto para la ira es la compasión.
»La India ha preservado durante miles de años una tradición de no violencia, de abstenerse de hacer daño, que se apoya en la 'karuna' o compasión y en la preocupación por el bienestar de los demás.
»En la tradición budista no confiamos en la fe para cultivar la compasión y la paz mental, empleamos la razón. Seguimos el consejo del Buda acerca de no aceptar sus palabras al pie de la letra, sino examinarlas y comprobarlas como un orfebre examina el oro. Como resultado, los seguidores de Buda en la India, y más tarde en el Tíbet, valoraron la adopción de un enfoque lógico e investigativo, lo que concuerda con la actitud científica.
»Debido a que enseñó a personas de diferentes disposiciones mentales en diferentes momentos y lugares, tenemos que examinar lo que enseñó y evaluarlo. Los grandes maestros de la Universidad de Nalanda que vinieron después de Nagaryuna establecieron una distinción entre aquellas enseñanzas del Buda que podían ser aceptadas como definitivas y aquellas que requieren interpretación.
»Desde el siglo VIII, cuando el rey tibetano, Trisong Detsen, invitó al Tíbet a un alto erudito de la Universidad de Nalanda, Shantarakshita, también hemos adoptado un enfoque lógico. Además de sus tratados, tradujimos y estudiamos rigurosamente las obras de los grandes lógicos indios Dignaga y Dharmakirti.
»Este entrenamiento lógico es la base sobre la que he podido mantener discusiones con los científicos durante muchos años. Hay puntos de convergencia entre el antiguo pensamiento budista y los descubrimientos de la física cuántica por un lado. Por otro lado, los científicos están comenzando a registrar un interés en el funcionamiento de la mente y las emociones.
»Hoy en día, en este planeta, nos enfrentamos a muchos problemas derivados de la ira, la envidia y el miedo. Hemos empleado nuestra inteligencia para desarrollar armas, incluyendo las armas nucleares, que son una amenaza para la paz. Sin embargo, cada vez más personas apoyan las iniciativas no sólo para eliminar las armas nucleares, sino para lograr una completa desmilitarización mundial. La gente valora y aprecia la perspectiva de la paz mundial, pero nada saldrá de ella a menos que nosotros, como individuos, desarrollemos la paz mental en nuestro interior. Todos pertenecemos a la sociedad humana y tenemos que aprender a contribuir a ella y a vivir juntos».
En sus respuestas a las preguntas de la audiencia, Su Santidad tocó de nuevo la importancia de encontrar la paz interior. Confirmó que el entrenamiento para lograr la paz mental debe ser parte de nuestra educación. Señaló que así como todos observan un código de higiene física, debe haber una práctica correspondiente de higiene emocional. Esto incluiría la comprensión de que la compasión contrarresta activamente la ira y el miedo.
Mencionó a un monje tibetano que conocía, que pasó 18 años en prisiones chinas. Cuando este monje relató que se había encontrado en peligro varias veces durante ese tiempo, Su Santidad pensó que se refería a amenazas a su vida. Sin embargo, el monje aclaró que, en ocasiones, había estado en peligro de perder su sentimiento de compasión por sus carceleros chinos. Su Santidad citó a este monje como alguien con un notable grado de paz mental.
Los científicos han encontrado pruebas que sugieren que la naturaleza humana básica implica ser compasivos. Somos objeto de gentilezas desde el momento en que nacemos. Aprender a mantener la paz mental es un factor clave en nuestra propia habilidad para cultivar la calidez de corazón.
Su Santidad explicó que la naturaleza básica de la mente es pura y que esta pureza, en el budismo, se considera la naturaleza de Buda. Esta pureza es lo que permite que podemos reducir y eliminar las emociones destructivas y purificar la mente. Aclaró que la calidad de nuestras acciones depende de nuestra motivación, no tanto de si la acción en sí es suave o contundente. Si la motivación es positiva y compasiva, la acción que sigue será beneficiosa.
Cuando estamos enojados, el objeto de nuestra ira parece ser absolutamente negativo. Sin embargo, podemos contrarrestarlo reflexionando en que nada existe independientemente tal y como aparece. La experiencia enseña que el enemigo de hoy puede convertirse en el amigo de mañana. La etiqueta «enemigo» es nuestra proyección mental.
Su Santidad observó que cultivar la compasión y comprender la realidad de que nada existe independientemente, como parece, son factores cruciales para reducir y superar nuestras emociones destructivas y por lo tanto para lograr la paz mental. Este enfoque se conoce en términos budistas como la combinación de método y sabiduría.
La comprensión del funcionamiento de la mente y las emociones ha sido parte de las discusiones que Su Santidad ha mantenido con los científicos durante varias décadas. Al mismo tiempo, se han establecido instalaciones para el estudio de la ciencia en los centros monásticos tibetanos de aprendizaje reestablecidos en el sur de la India.
«Hemos aprendido de la ciencia —comentó—, que los relatos en la literatura budista que se refieren a una tierra plana o al sol y la luna como si fueran del mismo tamaño y distancia de la tierra están equivocados. Entre los eruditos budistas, Chandrakirti criticó a los maestros que expresaban tales opiniones y yo me considero su alumno».
Alguien preguntó cómo ve la ciencia el funcionamiento del karma, y Su Santidad dijo primero que «karma» significa acción y que las acciones están sujetas a cambio momentáneo, se dejan atrás. Sin embargo, las acciones físicas, verbales y mentales dejan huellas en la mente que pueden permanecer durante mucho tiempo. Declaró que las huellas acumulativas de las acciones positivas eventualmente maduran en el logro de la Budeidad.
Para aplicar un espíritu curativo a una sociedad dividida, Su Santidad recomendó que se incluyera en la educación general el entrenamiento para lograr la paz mental. Esto implicaría técnicas para superar la ira y el miedo. Observó que la competencia puede ser beneficiosa cuando el objetivo es que todos los participantes tengan éxito, pero cuando involucra a ganadores y perdedores es perjudicial. Reiteró la importancia de reconocer la unidad de la humanidad y que todos tenemos que vivir juntos motivados por un sentido de hermandad.
«El maestro indio Shantideva comentó que nuestro enemigo puede ser nuestro mejor maestro. Ser amable con el enemigo es mostrar una bondad pura, incondicional, mientras que la bondad y el afecto que mostramos a los amigos están generalmente mezclados con el apego. Aunque la práctica de la compasión se describe en los textos religiosos, debe ser adoptada como algo de valor universal.
»El capítulo seis del libro de Shantideva 'Bodhicharyavatara' explica los efectos negativos de la ira y cómo superarla. El capítulo ocho trata de los efectos nocivos de una actitud egocéntrica. El altruismo es crucial para el logro de la felicidad y estos dos capítulos contienen consejos que son útiles tanto si somos budistas como si no.
»Desde que me explicaron este libro, mi forma de pensar ha cambiado. Hoy en día, lo leo siempre que puedo. En combinación con la exposición de Chandrakirti sobre la comprensión de la realidad, ha sido maravillosamente eficaz para ayudarme a transformar mi mente».
Su Santidad estuvo de acuerdo en que una población humana cada vez mayor es un riesgo porque hay límites en la cantidad de alimentos que el planeta puede producir. Además, el calentamiento global plantea una grave amenaza que puede resultar en la drástica disminución de las fuentes de agua antes de que pase mucho tiempo. Subrayó la necesidad de evaluar estos problemas de manera realista desde una perspectiva más amplia. Bromeó acerca de que una forma efectiva de limitar la sobrepoblación sería que más personas se convirtieran en monjes o monjas célibes.
La Profesora Susan Neiman puso fin a la conversación declarando que era un honor para ella, en nombre del Foro de Einstein, agradecer a Su Santidad su participación en el día de hoy. Agradeció a los organizadores y al equipo técnico de la Oficina de Su Santidad el Dalái Lama por asegurar que la conversación pudiera tener lugar. También dio las gracias al equipo de intérpretes que interpretaron simultáneamente la conversación a 13 idiomas.
Su Santidad respondió que era un honor para él interactuar con una institución relacionada con Albert Einstein, un hombre por el que siente un gran respeto y admiración.