En una reunión celebrada esta mañana con miembros del Grupo Parlamentario Lituano para el Tíbet y partidarios del Tíbet, Su Santidad el Dalái Lama les dijo:
«Hemos pasado por un período difícil con numerosas violaciones de los derechos humanos en el Tíbet, pero mi principal preocupación es la preservación del patrimonio cultural único del Tíbet, que está arraigado en la antigua comprensión india del funcionamiento de la mente, sobre la base de la cual podemos lograr la paz mental y hacer frente a nuestras emociones destructivas. Esto es algo muy relevante hoy en día.
»Agradecemos el apoyo de amigos como ustedes. El espíritu del pueblo tibetano sigue siendo fuerte y, cuando ustedes muestran su preocupación, esto no solo les infunde valor, sino que también envía un mensaje claro a los partidarios de la línea dura china en el sentido de que la cuestión tibetana debe tratarse de forma realista. Por lo tanto, me gustaría darles las gracias en nombre de los seis millones de tibetanos».
Respondiendo a una pregunta sobre diferentes tipos de mapas, Su Santidad comentó:
«Las fronteras políticas son la creación de burócratas, que pueden o no reflejar las fronteras culturales. Históricamente, el imperio chino se caracterizó por el poder político, el imperio mongol por su destreza militar y el imperio tibetano por su fuerza espiritual. Hubo un breve período en el que Mongolia dominó el Tíbet y China por medios militares. Por otra parte, la preocupación del Tíbet por los asuntos espirituales hizo que su influencia se extendiera a lo que hoy es Kirguistán, Afganistán e Irán en el oeste, a gran parte de China en el este, a Mongolia en el norte y a la región del Himalaya y a la frontera con Birmania en el sur. Por lo tanto, un mapa que refleje la extensión de la cultura budista tibetana sería mucho más grande que un mapa político del Tíbet».
Mientras posaba para fotografías con personas con banderas tibetanas, Su Santidad les contó una historia.
«Cuando estuve en Beijing en 1954-55 me reuní con el Presidente Mao varias veces. Desarrollamos una estrecha relación, él fue muy amable conmigo, casi como un padre para con su hijo. En una ocasión preguntó si los tibetanos teníamos una bandera nacional. Respondí algo vacilante: “Sí”. Él lo aprobó y me dijo que esta debería ondear junto a la bandera roja. Así que si alguien le critica por mostrar esta bandera, puede decirles que el propio Presidente Mao dio permiso al Dalái Lama para exhibirla».
Al reunirse con el Prof. Vytautas Landsbergis, que se convirtió en Presidente de Lituania cuando ésta alcanzó la independencia tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, Su Santidad recordó: «Qué feliz me sentí cuando usted me invitó a venir aquí en 1991. Me conmovió e impresionó la alegría, el entusiasmo y la determinación de la gente. Fue un honor estar aquí entre ustedes».
En la Arena de Siemens, el alcalde de Vilnius, Remigijus Šimašius, presentó a Su Santidad a una multitud de más de 2.500 personas. Al entregar al alcalde un pañuelo blanco tradicional, Su Santidad le explicó lo que significaba.
«El color blanco representa la calidez, la sinceridad y la honestidad. La suave textura del pañuelo representa una conducta no violenta: intentar ayudar a los demás siempre que se pueda y abstenerse de hacerles daño. Al final aquí, escrito en tibetano, dice: "Que quien reciba esto sea feliz día y noche". Este tipo de regalo fue ofrecido por primera vez en la India y ha sido adoptado en el Tíbet. Ya que la seda de la que está hecho el pañuelo es originaria de China, el regalo refleja un sentido de armonía entre India, Tíbet y China».
Dirigiéndose a la multitud como hermanos y hermanas, Su Santidad continuó: «Si realmente pensáramos en el resto de la humanidad como nuestros hermanos y hermanas, no habría lugar para intimidarnos y engañarnos unos a otros. Pensar en nosotros mismos como algo especial sólo conduce a la soledad, porque la realidad es que el futuro de cada ser humano depende de otros seres humanos. Por supuesto que es natural querer cuidar de tus propios intereses, pero tienes que hacerlo de una manera sabia y no tonta. Esto significa tener en cuenta a los demás y tener en cuenta sus preocupaciones, así como las tuyas propias. Si la gente a tu alrededor es feliz, obviamente tú también lo serás».
Cuando un miembro de la audiencia preguntó cómo reconciliar los métodos de enseñanza tradicionales y modernos, Su Santidad sugirió que, para empezar, es importante que los padres muestren a sus hijos el máximo afecto. En las escuelas es la responsabilidad del maestro tomar un interés afectuoso por el bienestar de sus estudiantes, así como proporcionarles instrucción. Por ejemplo, podría explicar cómo la ira perturba nuestra paz mental, mientras que la compasión tranquiliza la mente y fomenta la buena salud.
«Mi primera maestra de compasión fue mi madre. Como parte de mi entrenamiento budista leí mucho sobre las cualidades del altruismo, pero ella fue la primera persona en demostrarlo en la práctica».
Al final de su charla, Su Santidad agradeció a la audiencia por su interés y por permanecer despierta. Les instó a pensar en lo que había dicho.
«No importa el trabajo que hagan, si cada uno hace el esfuerzo, podemos crear un mundo más pacífico. También creo que las naciones más pequeñas, como los Estados bálticos, son a veces más libres para ser creativas y tomar la iniciativa en este proceso en los asuntos internacionales».
Mañana, Su Santidad viajará a Riga, Letonia, donde enseñará la obra de Tsongkhapa: Alabanza al Surgimiento Dependiente y el Sutra del Cortador de Diamantes, además de dar una iniciación de permiso de Manyushri.