Malmö, Suecia - Ayer, Su Santidad el Dalái Lama voló directamente desde Delhi a Suecia. El tiempo a la llegada al aeropuerto de Malmö era ventoso y húmedo. Sin embargo, Birthe Müller y Ann Svensén, presidenta y secretaria general de IM respectivamente, dieron a Su Santidad una cálida bienvenida antes de entrar en la ciudad.
IM es una organización de desarrollo que lucha y expone la pobreza y la exclusión. Fue fundada en 1938 por Britta Holmström y actualmente trabaja en trece países de todo el mundo, centrándose en el derecho a la educación, la buena salud y la capacidad de mantener una vida digna.
Durante una breve reunión con miembros de los medios de comunicación esta mañana, Su Santidad fue presentado por Ann Svensén, quien señaló que este año se cumple el 80º aniversario de la fundación de IM, pero también 50 años de su asociación con tibetanos. Mencionó el lanzamiento por parte de IM en 2016 del Metal Humanium, un metal hecho de armas ilegales recicladas. «Estamos muy contentos de tenerlo aquí —dijo—, y esperamos oír lo que tiene que decir».
«En primer lugar, nuestras relaciones no son políticas, ni están relacionadas con el dinero —comenzó Su Santidad—. Nuestras relaciones comenzaron de tal manera que cuando los seres humanos se encuentran en dificultades, otros acuden en su ayuda. Como dicen los científicos, la naturaleza humana básica es compasiva y la MI es una organización que pone la compasión en acción. Cuando los tibetanos llegamos por primera vez al exilio, el futuro parecía oscuro, pero muchas personas y organizaciones nos ofrecieron su ayuda.
»Uno de mis objetivos es crear un mundo mejor alentando a la humanidad a ser más compasiva. A nivel mental podemos generar compasión, pero si a nivel físico limitamos la disponibilidad de armas, esto será eficaz para reducir la violencia y el daño. Por lo tanto, nuestro objetivo debe ser un mundo desmilitarizado. Si adoptamos esta visión y hacemos un esfuerzo a principios del siglo XXI, podemos hacer que esta sea una era más feliz que la anterior, sin guerras ni muertes. Seguirán surgiendo problemas, pero tenemos que abordarlos de forma diferente. Debemos dialogar para resolverlos en lugar de recurrir al uso de la fuerza».
La primera persona que hizo una pregunta a Su Santidad pidió su consejo tras el reciente resultado polarizado de las elecciones en Suecia. Su Santidad respondió que para dar ese consejo tendría que estudiar más a fondo la situación, cosa que no había podido hacer. Esperaba que la impresión de Suecia como un país próspero y pacífico, donde la brecha entre ricos y pobres es relativamente pequeña, siguiera prevaleciendo.
«No admiro a Estados Unidos por sus armas nucleares, sino por su defensa de la democracia y la libertad, espero que aquí en Suecia puedan mantener vivos estos valores.
»Recientemente, un gran número de refugiados, muchos de ellos de Oriente Medio, han huido a Europa temiendo por sus vidas. Se les ha dado refugio y apoyo, pero la solución a largo plazo debe incluir la capacitación y la educación, en particular para sus hijos, de manera que puedan regresar para reconstruir sus propios países cuando se haya restablecido la paz».
Cuando le preguntaron sobre el odio que se dispersa a través de los medios sociales, Su Santidad comentó: «Todos somos iguales en tanto que seres humanos y estoy tratando de educar a la gente para que comprenda que la fuente última de felicidad es un corazón cálido y una mente tranquila. Necesitamos prestar más atención a la paz mental».
Otro interrogador quería saber si Su Santidad estaba decepcionado por el hecho de que menos Presidentes y Primeros Ministros estuvieran dispuestos a reunirse con él a medida que China ha ido creciendo como potencia económica. Respondió que, por un lado, no está decepcionado porque su principal interés es conocer a la gente corriente y, por otro, desde 2001, cuando los tibetanos lograron por primera vez un liderazgo electo, se ha retirado de la responsabilidad política. Además, ha puesto fin a la tradición de que los Dalái Lamas sirvan como líderes políticos y espirituales.
Cuando alguien le preguntó si se preocupa por el cambio climático, Su Santidad respondió que ha observado la disminución de las nevadas en el lugar donde vive. Desafiado a decir lo que podemos hacer, señaló que en un momento dado el río que atraviesa Estocolmo ya no soportaba a ningún pez debido a la contaminación de las fábricas. Señaló que podemos marcar la diferencia si cambiamos nuestro comportamiento. Una vez que las fábricas dejaron de contaminar el río, los peces regresaron. Afirmó que es esencial trabajar juntos, como se estipula en el acuerdo de París.
Su Santidad coincidió con otro interrogador en que la reducción de la fabricación y venta de armas es crucial para la paz mundial. Expresó la esperanza de que los Premios Nobel de la Paz le den su apoyo. Sin embargo, recordó una resolución adoptada en Roma hace varios años por otros premios Nobel de la Paz para eliminar las armas nucleares y su propia sugerencia de que se fijara un calendario que fuera respetado por los países poseedores de esas armas, pero no ocurrió nada al respecto. Su Santidad mencionó que ha pedido al Presidente Obama y al Laureado de la Paz de la India, Kailash Satyarthi, que se hagan cargo de la causa.
En un auditorio conocido como Malmö Live, Su Santidad fue recibido y presentado a una audiencia de 1200 personas por Kattis Ahlstrom, periodista y presentadora de televisión sueca. Ella lo invitó primero a escuchar canciones interpretadas suavemente por Lisa Ekdal y con gran entusiasmo por Rickard Soderberg, que Su Santidad disfrutó. Antes de comenzar su charla, Su Santidad pidió más luz sobre el público para poder ver las caras de las personas con las que hablaba.
«Hermanos y hermanas, todos somos humanos por igual. Que seamos suecos o tibetanos tiene un valor secundario. Somos física, mental y emocionalmente iguales. Todos queremos vivir una vida feliz y, sin embargo, muchos de los problemas a los que nos enfrentamos, el acoso, el engaño y la pobreza, son obra de seres humanos. Al mismo tiempo, como animales sociales, dependemos de la comunidad para sobrevivir. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de resolver estos problemas y tenemos que trabajar para asegurar el bienestar de los demás.
»Necesitamos amigos y la amistad se basa en la confianza, que se produce cuando te preocupas por el bienestar de los demás. Incluso desde el punto de vista del interés propio, debemos desarrollar una mayor preocupación por los demás.
»En el curso de conversaciones serias con científicos durante los últimos 40 años sobre cosmología, física, neurobiología y psicología, he visto experimentos con bebés pre-verbales. Se les muestran dibujos animados que ilustran primero a alguien que ayuda a otra persona y luego a alguien que obstruye sus esfuerzos. Los bebés muestran una clara aprobación del comportamiento útil y se disgustan cuando ven que alguien es dañino u obstructivo. De esto se concluye que la naturaleza humana básica es compasiva.
»La calidez de la compasión disipa toda sospecha e infunde esa confianza que te permite comportarte con honestidad y veracidad. Cada uno de los 7.000 millones de seres humanos ha debido su nacimiento a una madre y luego ha dependido de su bondad para sobrevivir. En mi caso, mi primera maestra de compasión fue mi madre.
«Siempre me veo como un ser humano más, no como alguien especial o como el decimocuarto Dalái Lama. A quienquiera que conozca, lo saludo con una sonrisa. En mi práctica diaria pienso en todos los seres como seres queridos para mí, y por eso comienzo mis charlas diciendo: “Hermanos y hermanas...”. Enfatizar las diferencias de nacionalidad, raza o religión entre nosotros, sólo conduce a problemas, cuando somos fundamentalmente todos iguales.
»También recalco la importancia de la armonía interreligiosa. La lucha y la matanza que vemos hoy en día en nombre de la religión es inconcebible. En la India, a pesar de su gran diversidad, vemos que la armonía religiosa prospera.
»Podemos mirar nuestra propia experiencia. Las familias cuyos miembros se aman y confían unos en otros son felices, incluso si no tienen dinero. Las familias cuyos miembros sospechan unos de otros son infelices aunque sean ricos. He notado que las mujeres jóvenes gastan tiempo y dinero en cosméticos para mejorar su apariencia, pero no importa cuán bien maquilladas estén, si su cara está enojada nadie la encontrará atractiva.
»En nuestros primeros días en el exilio conocí bien a un oficial monje tibetano que había dejado los hábitos y se había casado. Una vez me burlé de su nueva esposa y me dijo que su rostro podría no ser especial, pero que su belleza interior era notable. Me quedé sin nada que decir, pero aprendí que la belleza interior, la calidez de corazón, es la verdadera clave para un matrimonio sano».
Kattis Ahlstrom leyó en voz alta las preguntas presentadas por los miembros de la audiencia a Su Santidad. La primera se refería a los refugiados que llegan a Europa y Su Santidad reiteró lo que había dicho antes a los miembros de los medios de comunicación de que es bueno ofrecer ayuda a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, la mayoría de los refugiados quieren regresar a los países de los que han huido. Lo importante es restaurar la paz allí y darles, especialmente a los jóvenes, formación para poder reconstruir sus países, pero también ser realistas sobre la ayuda que se puede dar.
«Los refugiados tibetanos llevamos 60 años en el exilio, pero nuestra ambición es regresar y restaurar nuestro país. En el exilio en la India hemos trabajado para educar a nuestros hijos y mantener viva nuestra lengua, identidad y cultura con la esperanza de restaurarlos en nuestra patria cuando las condiciones lo permitan».
Alguien le preguntó cómo tratar el odio en la sociedad, como respuesta, Su Santidad señaló que los seres humanos, con su lenguaje sofisticado y su maravillosa inteligencia, son los únicos que participan en la guerra, que consiste en violencia a gran escala.
Los depredadores como los leones y los tigres sólo atacan a otras criaturas cuando tienen hambre. Si, como ocurre en los zoológicos, están bien alimentados, no son una amenaza para los demás animales.
Su Santidad señaló que una de las insuficiencias de la educación moderna es su incapacidad para enseñar cómo lograr la paz mental. Ya que enseñamos sobre higiene física para preservar la salud física, aprender a enfrentar nuestras emociones negativas implementando una higiene emocional ayudaría a los estudiantes a estar mentalmente en forma y a establecer la paz interior. Dijo que el sistema educativo debería asumir la responsabilidad de inculcar valores internos y principios morales de una manera secular. Añadió que cree que la India tiene un gran potencial para combinar la educación moderna con la antigua comprensión india del funcionamiento de la mente y las emociones.
Respondiendo a una pregunta sobre el optimismo, Su Santidad declaró que si los esfuerzos para crear un mundo mejor y más pacífico se iniciaran ahora con la educación y el entrenamiento de la próxima generación, se podría ver un cambio real en unos 30 años. Con respecto al Tíbet, mencionó que no está buscando la independencia, aunque en el pasado era uno de los tres imperios independientes: China, Mongolia y el Tíbet. Los tibetanos podrían beneficiarse de permanecer en la República Popular China si las autoridades chinas respetaran la identidad, la cultura y el idioma tibetanos, tal como se especifica en la Constitución china.
Birthe Müller agradeció a Su Santidad por venir, le hizo un regalo y lo invitó a saludar a sus nietos que estaban mirando desde el entresuelo.
Su Santidad se unió a los partidarios de IM para almorzar. Ann Svensén volvió a hablar sobre el metal humanium y las cosas hermosas —brazaletes y otros adornos, relojes, peonzas y otros juguetes— que se han creado a partir de él. También mencionó el símbolo de la no violencia, una pistola con un cañón atado en un nudo que se fabricará en varios tamaños de metal humanium. Ella dio la bienvenida a Su Santidad y a todos los invitados.
En sus observaciones finales, Su Santidad dio las gracias a sus anfitriones por el almuerzo. «Los alimentos generan energía física —señaló—, pero la energía física sin la guía de la paz interior puede ser peligrosa. Dado que el desarme externo debe ir acompañado de un desarme interno, realmente aprecio los esfuerzos que esta organización, IM, está realizando para lograr la paz en el mundo».
Después de posar para fotografías con amigos y partidarios de IM, Su Santidad se retiró por el día. Mañana se dirigirá a los estudiantes de la Universidad de Malmö.