En su discurso en Dharamsala a una gran reunión de seguidores del Tíbet el 27 de marzo de 2006, el Dalái Lama advierte de los peligros extremos a los que se enfrenta la supervivencia de la identidad tibetana, al tiempo que hace hincapié en que la educación moderna es indispensable para mantener la cultura y la etnia budista tibetana en estas circunstancias tan difíciles de la historia del Tíbet.
Siempre digo que las amplias masas de tibetanos en el Tíbet son los verdaderos amos del destino tibetano, y que los cerca de ciento cincuenta mil tibetanos que estamos en el exilio sólo los representamos aquí para lograr justicia para la causa tibetana, actuando como sus portavoces libres y sus representantes simbólicos.
Hasta ahora, las población tibetana en el Tíbet han permanecido en un estado de angustia como resultado de la privación de sus libertades. Sin embargo, incluso ante las amenazas que pesan sobre sus vidas, se han mantenido firmes, en todos los aspectos, en defender la causa superior de su origen étnico y la fe común en sus perspectivas futuras, teniendo presentes sus derechos como pueblo. Por estas razones tenemos una audiencia en el escenario mundial a la que podemos hablar sobre la tragedia y el bienestar del Tíbet, y lo que decimos es recibido con respeto como cierto. El principal activo de nuestra credibilidad en el escenario mundial es el pueblo del Tíbet, su dedicación a la causa común, su valor infatigable y su postura firme. Es por ello que la verdad de nuestra posición está demostrada. Por lo tanto, debemos dar las gracias al pueblo del Tíbet por su dedicación genuina a la causa común y su compromiso inquebrantable con la fe común que los une a nosotros. Con regularidad doy las gracias a la población del Tíbet a través de los que vienen aquí y sentí el impulso de decirlo de nuevo hoy.
En el futuro, también, la cuestión de si en este mundo un pueblo único llamado "los habitantes de la Tierra de las Nieves del Tíbet", y la profunda cultura y religión conectada con ellos, sobrevivirá y prosperará depende principalmente de la gente que vive en el Tíbet. Pensando desde el extremo opuesto, no es imposible que la situación del pueblo tibetano en el Tíbet dé un giro trágico y la etnia tibetana se convierta en una minoría en su propio país. En tal situación, si los tibetanos no defienden la aspiración común de la raza tibetana, será extremadamente difícil para nosotros en el exilio poder mantener la identidad étnica tibetana y llevar a cabo acciones como mantener, defender y difundir la religión y la cultura tibetanas más allá de algunas generaciones. Las cosas estarán bien durante mi generación en el exilio. Después de eso, habrá otra generación. Es posible que la situación esté bastante bien durante su tiempo. Pero es imposible decir si más allá de esa generación la situación será buena o mala. Peligros extremos nos acechan en nuestro futuro. Lo esencial es que las personas que viven en el Tíbet son extremadamente importantes. En vista de ello, lo más importante es que todos actúen con diligencia, sin ninguna pérdida de determinación.
Una de las principales formas de ser diligente es prestar especial atención a la búsqueda del conocimiento. El mundo está experimentando una enorme transformación hoy en día. Incluso en los países gobernados por el comunismo, el conocimiento se considera importante. Antes, durante la Revolución Cultural, era como si el conocimiento hubiera perdido todo respeto y valor. Pero hoy, en el caso de China, la situación no es nada parecida a la de los años sesenta. También han surgido informes de que incluso Corea del Norte, por ejemplo, se ha visto obligada a dar importancia al valor del conocimiento moderno. Por lo tanto, cuando digo que debemos esforzarnos sin desanimarnos, lo esencial es que debemos hacer especial hincapié en la educación.
Nuestra lucha por la libertad se basa en la no violencia. Seguir el camino de la no violencia es el capital empresarial y el orgullo de nuestra campaña. Si no tenemos la verdad de nuestro lado, no tendremos otra alternativa que seguir sufriendo. Tener la verdad de nuestro lado nos da el ventaja de poder ser transparentes sobre todo y de hablar con razón en un intercambio cara a cara. Es sobre la base del conocimiento que la verdad debe ser reivindicada por medios no violentos. No hay manera de que esta tarea pueda llevarse a cabo con un simple acto de juramento solemne.
En el ámbito del conocimiento moderno, los tibetanos se han quedado muy rezagados. No se sintió el imperativo para ello desde el principio y tampoco se estableció deliberadamente un sistema para lograrlo. Su Santidad el decimotercer Dalái Lama visitó China en 1907, 1908, etc., y la India durante el período de 1910-1911 y fue testigo de muchas facetas del mundo exterior. Como resultado, de 1915 a 1920, tuvo comienzos tan sólidos como el envío de algunos estudiantes tibetanos a países como Inglaterra con planes para que estudiaran inglés y adquirieran habilidades y conocimientos mecánicos modernos. Sin embargo, no logró continuar con estos proyectos. Estos son asuntos de extremo arrepentimiento. De todos modos, aunque el 13º Dalái Lama tenía una visión amplia de las reformas, había muchos elementos y obstáculos internos y externos que hicieron que sus esfuerzos fueran infructuosos.
En 1960, el año siguiente a nuestra llegada al exilio en la India en abril de 1959, pudimos establecer rápidamente nuestra primera escuela en Mussoorie. Se hizo un esfuerzo considerable para crear escuelas que ofrecieran oportunidades de educación moderna a los tibetanos en el exilio. En particular, a principios de la década de 1960, se tomaron muchas iniciativas para dar más importancia a la creación de escuelas que a la de monasterios de la comunidad tibetana en el exilio. La razón principal por la que dedicamos más atención a la creación de escuelas fue porque era extremadamente obvio que una de las causas de la miserable situación en la que se encontraba la raza tibetana era atribuible a nuestro gran fracaso a la hora de estar a la altura de los estándares en el campo del conocimiento moderno. Esto resultó en nuestra incapacidad para establecer estrategias como personas a la altura del resto del mundo. Nos expuso como demasiado atrasados para poder enfrentar los desafíos de los tiempos modernos. En vista de ello, consideramos que la creación de escuelas era más importante que la construcción de centros religiosos.
El público del Tíbet también debería sacar lecciones de esta situación y considerar que es de suma importancia prestar atención a la búsqueda del conocimiento moderno. Hoy en día, en el Tíbet existe un gran problema en este ámbito, incluido el hecho de que hay que pagar altas tasas para educar a los hijos. Sin embargo, sin dejarse intimidar por las dificultades internas y externas, siguen enviando a sus hijos a la escuela, ya sea administrada por el gobierno chino o por tibetanos privados. En todas las regiones de Dotoe, Domey y U-Tsang, los tibetanos están emergiendo en gran número, poniendo sus mejores esfuerzos y sacando a relucir cualquier capacidad que tengan en el campo del aprendizaje. A todos ellos les expreso mi contento y alabo sus esfuerzos bien hechos. Sea como fuere, es muy importante realizar avances en el campo de la educación.
En el caso de las escuelas en el Tíbet creadas por los chinos, sería extremadamente estrecho de miras mostrar desdén por ellas con acciones tales como no enviar a los hijos a estudiar allí. Las escuelas, aunque sean creadas por el gobierno chino, son buenas. Para garantizar un buen nivel de la enseñanza del tibetano y de otras materias en ellos, debería ser posible debatir la cuestión con las personas y entidades interesadas. Sea como fuere, todos los tibetanos deben esforzarse utilizando todos los medios a su alcance.
Hay muchos aspectos de la educación moderna. Entre ellos figuran la ciencia, el derecho, la economía, el medio ambiente, etc. Sin embargo, la lengua tibetana no ha progresado en estos numerosos temas. En la India se están realizando esfuerzos para enseñar a los niños tibetanos todas las asignaturas en lengua tibetana a partir del primer grado. Pero, dejando de lado a los tibetanos, incluso a los indios les resulta más difícil adquirir experiencia en temas modernos especializados sin perseguirla en inglés. Tampoco en el Tíbet queda otra opción que confiar en la lengua china para adquirir experiencia en un campo especializado de conocimientos modernos. Ya sea para convertirse en un profesional o en un investigador experto, en los diferentes campos del conocimiento moderno en el Tíbet hoy en día, es extremadamente importante utilizar la lengua china para lograr las especializaciones requeridas.
Hoy luchamos por una autonomía significativa para el Tíbet. Pero para lograr un nivel adecuado de la misma, nuestra propia gente debe ser capaz de asumir plenamente la responsabilidad en todas las áreas posibles de la empresa relacionada con dicha autonomía y ser capaz de producir resultados. No hay forma de que baste con entablar debates. Nosotros mismos debemos ser capaces de defender y administrar la autonomía. La esencia de esto es que debemos ser capaces de hacer nuestro propio trabajo por nosotros mismos. Para lograr progresos internos y externos adecuados a los tiempos modernos, es sumamente importante contar con una educación moderna. La realidad de la situación en el Tíbet hoy en día es tal que no tenemos más remedio que confiar en el idioma chino para adquirir una educación moderna.
Se me ocurre una posible solución: Supongamos que hay cien estudiantes tibetanos. Setenta u ochenta de estos estudiantes podrían estudiar el idioma tibetano como asignatura principal y alcanzar la excelencia en la proyección de la propia identidad nacional y en la preservación de nuestro patrimonio cultural. Veinte o treinta de estos estudiantes podrían estudiar la lengua china como asignatura principal y esforzarse por obtener cualificaciones profesionales en asignaturas especializadas modernas. Siento que esto es importante, ¿entienden?